Siempre he estado gorda. Mi madre dice que no, que cuando era pequeña lo que era es grande, pero si vierais mis fotos del colegio estaríais conmigo. Mamá, por mucho que te empeñes: NO CUELA, que con 12 años ya me comprabas la ropa en Zara Woman (y nunca más, claro). Estaba y estoy gorda. Actualmente esto no me supone ningún drama, cuando era pequeña tampoco lo era demasiado (quitando algunos comentarios malintencionados a los que no daba demasiada importancia), pero de adolescente era el mayor de mis problemas y por eso estoy aquí, para escribir todo aquello que me hubiera gustado leer/oír en esa terrible etapa de mi vida.

  • Sí, no caber en la misma ropa que usan tus amigas es muy injusto, pero no permitas que eso te haga sentir mal porque vas a desarrollar una capacidad brutal para encontrar los complementos más molones del mundo y eso te va a acompañar toda la vida.
  • Ponte la ropa que te salga del papo, por mucho que tu madre se empeñe en decirte que no te estiliza. Es tu identidad e intentar parecer más delgada de lo que eres 24/7 no puede bloquear toda tu creatividad.
  • Intenta que los comentarios tóxicos de tu alrededor te entren por un oído y te salgan por el otro. Con lo guapa que eres de cara no es ninguna pena que estés gorda (¡pesados!).
  • El chico que se enrolla contigo a escondidas es un poquito gilipollas, pero es que también es adolescente. Tendría que tener mucha personalidad y ser muy maduro para ser capaz de admitir en público que le gusta una gorda. Pero no te agobies, lo superarás y serás muy feliz con otras parejas.
  • No empieces una relación con alguien solo porque muestra interés por ti, eso no funcionará nunca. Pero tampoco lo boicotees todo, si alguien te gusta: adelante (lo peor que puede pasar es que te diga que no y a otra cosa mariposa).
  • Que seas capaz de hacer frente a tus bullies no te convierte ni en mejor ni en peor persona. Así que no te creas ni la más guay ni la más mala… es solo una cuestión de carácter. Empatiza con el resto de tus compañeros y compañeras «diferentes» y no repitas lo mismo que hicieron contigo solo por sentirte aceptada.
  • No intentes hacer dietas locas, no escondas los envoltorios de las chocolatinas en el fondo de la mochila, no te obsesiones... Se honesta contigo misma y con el resto del universo. Y si quieres adelgazar, ve a un especialista para que te enseñe a mejorar tu relación con la comida.
  • Tu autoestima no debe depender ni de los chicos, ni de la talla del pantalón. La imagen corporal puede cambiar, pero es precisamente tu autoestima la que te va a acompañar toda la vida… cuanto antes empieces a quererte, mejor. No, no eres ningún monstruo.
  • La culpa de todo lo que te pasa no es de tus kilos de más, así que no lo uses como excusa. No, no vas a ser más feliz por estar más delgada.
  • No eres una guarra por masturbarte, es muy probable que tus amigas también lo hagan pero que no se atrevan a hablar de ello.
  • Da igual que creas que tus amigas ligan más que tú por estar delgadas porque, tarde o temprano, todas habréis pasado por experiencias similares. Además, grábate esto en la cabeza: ligar es una cuestión de actitud (y más vale la calidad que la cantidad).
  • No te compares con las otras chicas. Todas somos únicas a nuestra manera y ahí está lo bonito de la vida.
  • Ni se te ocurra no ir a la playa o a la piscina por vergüenza. Aunque no lo creas, toda la gente que te rodea tiene complejos y tú no puedes dejar de pasártelo pipa.
  • Tampoco tienes que ser simpática todo el rato para encajar en el grupo. Siéntete libre, quien te quiera va a estar contigo siempre.

En resumen: lucha por convertirte en la persona que quieras ser y que esas supuestas imperfecciones no te bloqueen. Es posible que ahora mismo no tengas nada demasiado claro, pero experimenta, conócete y disfruta.