Dedicado a la pequeña cuya carta se ha hecho viral esta Navidad:


 

 

Querida niña mía:

Ojalá pudiera abrazarte, ojalá pudiera hablarte, ojalá pudieras entenderme.

Se me ha partido un poco el corazón y el alma al leer tu carta a los Reyes Magos, me has partido el día. Me has partido el día porque he sentido tu dolor, porque he recordado mi dolor, porque he vivido contigo algo que ha sido, es y será importante para las dos siempre, sin haberte conocido nunca.

Quiero decirte que se pasará, pero no puedo prometerte nada; quiero decirte que algún día no te dolerá que te digan esa palabra que crees que es tan fea, pero no puedo prometértelo; quiero decirte que algún día serás feliz y casi ni recordarás lo que sientes ahora, pero no soy capaz de prometerte nada.

No puedo prometértelo porque no todas conseguimos acabar la carrera, cruzar la meta, llegar al Olimpo del amor propio. No todas tenemos la suerte, las ganas y la fuerza para conseguirlo, pero tú, espero que tú sí puedas. Tú y todas las niñas de tu generación, espero que podáis ser capaces de superar los insultos, de asumir vuestro cuerpo, de querer vuestras circunstancias, de quereros a vosotras mismas.

Pero sobre todo espero que todas, tú incluida, consigamos que la historia no se repita, con lucha, con esfuerzo, con feminismo, con sororidad, con bondad. Ojalá que no necesitemos aprender de mayores que la palabra ‘gorda’ no es más que un adjetivo, que tener un cuerpo diferente no es un defecto, que ser distinta no es malo.

Espero que algún día una niña como tú, una niña como yo, vaya al colegio y no la llamen ‘gorda’ y si se lo dicen que no sea como insulto, si no como lo que es, un elemento descriptivo. Espero de verdad, con todo mi corazón, que seas la más fuerte de tu clase, que creas en ti, que sepas que no eres lo que te dicen, que eres lo que tú crees que eres, lo que tú quieres ser.

Sé fuerte pequeña mía, crece mucho, hazte grande. En todos los sentidos posibles. Sé tú misma, pase lo que pase. Que nadie te mine, que nadie te parta, que nadie te rompa. Sé fuerte, aunque no sepas si quiera qué es ser eso. Sé valiente, aunque seas pequeña. Sé en toda tu esencia, aunque aún no sepas ni quién quieres ser todavía. Sé, sin sentirte menos.

Yo estaré aquí, yo y miles de mujeres, para ti. Solo para ti. Para quererte, para cuidarte, para apoyarte, para lucharte. No estás sola, recuérdalo siempre, nunca estarás sola. Somos muchas, muchísimas y estamos aquí para ti. Cada día, cada minuto, cada hora, cada día. Cada vez que te insulten piensa que hay gente contigo, que hay gente a tu lado, que no eres la primera ni serás la última, por desgracia.

Te mando todo mi amor, mi cariño y mi esperanza.

Este año yo también le escribiré una carta a los Reyes Magos y saldrás en ella, tú y todas las niñas que están viviendo las mismas cosas que tú. Espero de todo corazón, que me traigan lo que pido. Te prometo que me he portado bien, pero si acaso los Reyes no me hacen caso, ya estoy ahorrando yo para comprar el regalo algún día.