Siempre fantaseamos con la idea de “cuando yo tenga mi casa” o “cuando viva solo”… y nos imaginamos cómo sería nuestra vida dejando atrás a nuestros padres, emprendiendo nuestra carrera en solitario y sabiendo qué es lo que se siente siendo independientes por fin, con todo lo que eso conlleva (nada de vivir en pisos de estudiantes, que eso no es ser independiente, chatis)

A pesar de ese deseo de irnos de una vez (y ojalá, por todas) de casa, nuestros padres siguen pensando que no queremos irnos, que somos unos vagos y que preferimos que nos den todo hecho. Y no.

No puedes ser tu misma. Yo, que soy una fucking desordenada no puedo expresar libremente mi arte de dejarlo todo como me sale del chirri, porque siempre habrá una vocecilla incrustada en lo más profundo de mi cerebro recordándome a cada minuto “como venga tu madre y lo vea…”

¿Intimidad?¿Dónde?  olvídate de tener intimidad o vida privada con tus padres. ¿Con quién saliste anoche? ¿A dónde fuiste? Llegaste muy tarde… No cierres la puerta de la habitación. ¿Y ese tanga de encaje?¿Tu usas tanga? Ha llegado un paquete para ti, ¿qué es? Y no guardes nada comprometido en tu habitación, tu madre parece tener un sensor para detectar lo que escondes, ya sea un vibrador o una caja de cigarrillos.

Serás una vaga hagas lo que hagas por los siglos de los siglos y amén. Ya puedes levantarte temprano a estudiar/trabajar que si te ven sentada dos minutos en el sofá será que “estás todo el día tirada, no haces ná”.

Domingo por la tarde, echan por la tele una película que querías haber visto en el cine pero que al final te perdiste. No haces planes, y desconectas los datos del móvil para poder verla tranquila, con tus palomitas y tu mantita…pobre ilusa. En ese momento llega tu padre, te quita el mando de la tele y lo cambia a una de esas películas del oeste que ya ha visto cinco veces. Él lo sabe, tú lo sabes, pero aun así no puedes decirle nada…si no quieres oír la cantinela de “esta es mi casa, y esta es mi tele”

Cagar. Sí, cagar es una de las razones de más peso por las que deberías irte ya de casa. Uno de los mayores placeres de la vida es cagar tranquilamente mientras respondes todos esos whatsapps que tenías atrasados (sí, todos lo hacemos). Pero en menos de dos minutos estarán aporreando la puerta para que salgas, porque “para cagar no se necesita tanto tiempo”

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Ducha rápida cada día. Nunca vas a poderte duchar tranquilamente mientras mueves las caderas al ritmo de Ain´t your mama y enjabonas cada centímetro de tu cuerpo (y en especial ciertas zonas jijiji) como consejo te daré que esperes a que no haya nadie en casa para relajarte, sino quieres que aporreen la puerta como si fuera el día del juicio final.

Dieta. No se puede hacer dieta en casa de tu madre. Porque por mucha fuerza de voluntad que tengas, por muy buena pinta que tenga ese pescado a la plancha y esa verdura hervida que te has cocinado con la mejor intención del mundo… tu madre habrá hecho croquetas, patatas y filetes empanaos, y una tarta de chocolate de postre que con tan sólo mirarla ya estarás salivando por arriba y por abajo, y así no. Así NO.

ASÍ NO
ASÍ NO

Y vivir con tus padres normalmente conlleva usar el coche familiar. Si tienes la mala suerte de que tengas que coger ese coche, procura no triscar en él. Y si desgraciadamente no te queda otra salida (antes de no triscar, mejor triscar con cuidado) por favor, REVISA EL COCHE DESPUÉS, no vayas a querer encontrarte en la situación de explicarles a tus padres que mancha es esa del asiento de atrás…

Aunque hay muchas razones más por las que estoy deseando irme ya de casa de mis padres, tengo que reconocer que se agradece que te hagan la comida, que siempre haya gente en casa con quien hablar (aunque a veces sea un tercer grado por parte de tu madre) y sobre todo, que siempre tendrás un lugar a donde volver cuando las cosas no te vayan como tú esperas.

MSC