Siempre he sido muy aficionada a las revistas femeninas. Hace años compraba siempre una o dos cada mes y me las leía de principio a fin sin dejar nada pendiente. Con Glamour, Cosmopolitan, Woman, etc. descubría nuevas modas, destinos de vacaciones, recomendaciones de libros, exposiciones de arte, nuevas películas o series, o gente que se estaba empezando a poner de moda. Las leía sin más intención que la de pasar un buen rato y enterarme de todas las novedades posibles en cuanto a moda, arte, cultura, etc. Sin embargo, nunca me había parado a analizar los contenidos hasta ahora, y es que encuentro una grave contradicción entre la ideología de ‘ama tu cuerpo seas como seas‘ y los artículos de ‘Pierde 10 kilos rápido y sin esfuerzo‘. Porque el hecho de que ambas cosas no sea en absoluto incompatibles, los planteamientos de las revistas femeninas si que lo son.

Y es que por cada reportaje sobre una modelo plus size o sobre una actriz o cantante que está fuera de los cánones de belleza, hay 99 reportajes de modelos, actrices y cantantes delgadas. Aún nos queda mucho por avanzar para llegar a valorar por igual a las mujeres independientemente de su talla, para que los reportajes sobre modelos plus size no se centren sólo en lo seguras que están ellas con su cuerpo, para que una editorial de moda pueda abarcar más allá de la talla 38. Porque no es lo mismo que yo me diga ‘Carla, estás estupenda, disfrútalo, no te escondas debajo de 20 capas de ropa, pero no te olvides de cuidarte y perder esos kilitos sin los cuales estarías un poco mejor’, a que la revista me insinúe ‘Ponte a correr por la playa, usa anticelulíticos y ve ahorrando para un buen cirujano plástico porque si no eres como Candice Huffine o Tara Lynn no podemos considerarte sexy, sino gorda a secas. Ceporra! Y deja de comer hamburguesas y pásate a la quinoa, que es muy sana, muy light y muy cool’. Porque las revistas no están ahí para hacernos sentir bien con nuestro cuerpo, están ahí para convencernos de lo buenorras que estaríamos sin midiéramos 1.78 y pesáramos 60 kilos. Pero oye, que luego te plantan un reportaje de Tara Lynn recalcando lo orgullosa que está de su cuerpo para disimular un poco y que no nos demos cuenta…

Me pregunto cuándo harán una editorial de moda con modelos plus size, estoy deseando que esas últimas páginas con titulares como ‘Vuelve la moda de los 70‘ o ‘Lo que se va a llevar este invierno‘ incluyan a modelos cuya talla va más allá de la 40, es decir, que representen también a ese gran porcentaje de la población femenina que no se encuadra dentro de unos cánones de belleza obsoletos que siguen guiándose por el 90-60-90. Mi cintura no mide 60 cm desde que tenía unos 12 años…

¿Cómo sería una revista femenina así?, una que de verdad estuviera destinada a la aceptación del cuerpo femenino, que presenta nuevas modas, que defiende el poder de la mujer, que promueve la vida sana, ¿sería igual de contradictoria?, ¿nos chocaría pasar página tras página y ver mujeres de todas las tallas?, ¿nos fiaríamos de los Special K si los anunciara una chica de la talla 44 en vez de una chica de la 36?, ¿vendería menos una foto de Ashley Graham corriendo que una de Gisele Bundchen?, ¿anunciarían anticelulíticos con un antes y un después real en los que la foto del antes tenga de verdad celulitis?, ¿los anuncios de cuchillas para depilar mostrarían a mujeres que de verdad tienen pelos en las piernas y de verdad se depilan? (ya que nos ponemos realistas nos ponemos del todo…).

Choca, ¿verdad? Choca pensar que en esa revista aparecieran todo tipo de mujeres, gordas, delgadas, altas, bajas, feas, guapas. Choca pensar que nos pongan como ejemplo a una mujer de la talla 40-42. Y vosotros estaréis pensando ‘Alaaaa, exagerada, que una mujer de la talla 40 es una mujer sanísima y estupenda’. Y no os falta razón, pero me encantaría que me hicierais llegar esa publicación en la que se valora por igual a una mujer de la talla 42 que a una de la talla 36. No existe. Y es que incluso leyendo reportajes de ‘Cómo ser autónoma y no morir en el intento‘ o ‘Saca todo tu potencial y cambia de trabajo ahora‘ sólo veo chicas guapísimas por debajo de la 38, ¿es que sólo las delgadas pueden mejorar laboralmente?, ¿ya no sólo no podemos ser sexies, si no que encima la talla también nos limita a la hora de cambiar de trabajo?

A ver si las revistas aprenden pronto que hay una gran diversidad de cuerpos en el mundo y que no todas nos sentimos representadas en lo que nos intentan vender. No buscamos que haya revistas para chicas plus size y revistas para chicas ‘normales’, no queremos ser diferentes. No pretendemos gustar a todos, no buscamos promover la obesidad ni la vida sedentaria, no queremos dejar de querernos y de cuidaros. Pero si queremos vernos representadas, vernos incluidas. Las mujeres más allá de la talla 40 existimos. Estamos en vuestras familias, en vuestros trabajos, en vuestros gimnasios, estamos en el andén del metro, en el cine, en el restaurante vegetariano al que fuiste la semana pasada. ¿Por qué no podemos estar también en las revistas femeninas? Tenemos tetas, tenemos culo y algunas tenemos tripa. Y también tenemos derecho a vernos guapas y a vernos reflejadas en las revistas. Porque decidme, ¿de verdad es esto tan horrible?

              Christina_Hendricks_New_York

¿Sería mucho pedir además que no nos llamen ‘rotundas’?

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Y oye, igual que yo no compro ‘Jara y Sedal’ porque no me gusta la pesca, si no te gusta la realidad de la mujer, no la compres.