Lo de madre soltera sigue sonando a tristón, a abandonada, a soledad.
PUES MIRA, NO.
Hay una gran diferencia entre ser madre soltera por elección, en cuyo caso te has organizado a tal efecto, o serlo porque el susodicho se ha pirado, no te han quedado más narices que mandarle a tomar por el jander o cualquier otro contratiempo. Aquí una se zampa solita un pastel que pensaba repartir. Aún así, una puede acabar pillándole el gustillo e incluso concluir que es lo mejor que podía pasarle.
La maternidad es sacrificio, falta de tiempo, de intimidad, de libertad… Y eso se multiplica estando sola. Pero no todo son calamidades. De hecho, son muchas las ventajas.
Las decisiones las tomas tú solita, nadie te contradice.
Tú eliges qué tipo de educación les das a tus hijos, el cole, el pediatra, la ropa.
Los niños duermen contigo si tú quieres, si no, nanai de la China.
Tú eres el poli bueno, el poli malo y toda la comisaría.
Nadie te va a mirar mal porque quieras cenar pizza Tarradellas dos noches seguidas, O TRES.
Si la soltería es total, o sea, que no hay padre PARA NADA, te vas de vacaciones con tu descendencia donde tú quieres, no hay que repartirse entre los suegros, los cuñados y la madre que los parió.
Si hay padre activo y las criaturas se van con él la mitad de las vacaciones, ESO YA ES MUY, MUY MUY FUERTE.
Tienes vacaciones de las de verdad, de las de rascarte el jilguero a dos manos. Puede que incluso sean en tu casa, en tu sofá (ese al que no tocas desde que aparecieron tus adorados retoños), haciendo todas esas cosas que NUNCA puedes hacer: levantarte en silencio, leerte el Vogue, tener la nevera vacía, alimentarte de galletas… (Babeo mientras escribo). También puedes irte con amigos a cualquier sitio que no sea apto para niños, o puedes… Vamos, que puedes hacer lo que te salga del mismísimo. Momento celestial.
Esto mismo aplica si el pater se los lleva findes alternos. Dos findes al mes PARA TI.
Gozo. Algarabía. Fuegos Artificiales.
Cuando eres soltera, muchos de tus amigos lo son y puedes evadirte.
Hablas de penes, de pelis, de cosméticos, de LA VIDA y no te limitas a hablar del cole, los deberes, los pañales, AGGGGHGHHHGHGHGHGHGHGH.
Les acuestas y la casa es tuya.
Nadie te habla, no hay que darle conversación a nadie si no quieres (llamadme insociable, sí).
La cama es toda para ti y no tienes que esperar a una hora de adulto para meterte en ella y leer, ver la serie más mierder del mundo. Nadie carraspea. Nadie se queja. El mando es tuyo.
No le debes nada a nadie.
No existen los «tú te fuiste a cenar la semana pasada, ahora me toca a mí». Si sales, las criaturas se quedan con la niñera a la que tú pagas o con tus padres (que son lo puto más) o con una amiga (eso es amistad y lo demás son tonterías).
La posibilidad de chantaje por parte de los retoños es nula.
No existe el «Papá ha dicho esto o esto otro», «pues papá me deja hacerlo». Papá no existe o papá vive en otra casa. Aquí estoy solo yo. PUNTO.
Solo discutes con tus hijos y sueles ganar tú.
Lo que viene siendo la aplicación práctica del «cuando seas padre comerás huevos».
No tienes que aguantar a la familia política.
Con pareja, el tema family ya puede ser peliagudo. Con hijos NI TE CUENTO. Que si mis padres quieren ver a los niños y tenemos que ir a comer con ellos TODOS LOS PUTOS DOMINGOS, que mira que vestido tan asquerosamente feo y cursi ideal le ha comprado mi madre a la niña, que mi hermano dice que el colegio del Opus al que llevan a mis sobris es lo mejor de lo mejor…
Nosotras, las solteras nos libramos de ellos, de los amigos insoportables tan majos del curro con los que hay que juntarse una vez al mes para compartir (con ellos, con sus mujeres que te importan un huevo y con sus hijos gritones) mesa y sobremesa interminable.
Esto es lo que se me ocurre así, a bote pronto, pero seguro que vosotras, madres del mundo, me vais a contar cuales son, a vuestro parecer, las ventajas de la monoparentalidad.
¿A que sí?
