No sabéis la de tiempo que llevo esperando para poder contaros esta anécdota. Conocí a un señor que fue a la isla de las tentaciones antes de que fuera al programa, me lo tiré, me prometió una relación estable y sana, después me dijo que se tenía que ir a República Dominicana y meses después me lo encontré en la televisión. Me prometió una relación sana y se fue a República Dominicana:

Evidentemente no os he escrito antes porque si lo hacía durante su edición seguro que las stalkers sacabais su nombre y yo no sé si él querría que se supiera, así que ahora que ya llevamos unas cuantas pues me lanzó a la piscina. Lo conocí hace en verano, en una terraza de Madrid, de estas que son carísimas que vas con tus amigas por el postureo.

Lo vi la y verdad es que imponía muchísimo, tenía mucha presencia, era muy guapo, vestía increíble y olía mejor. Era medio aburrido, apenas bebió nada y solo se preocupaba de estar guapo. Una chica de mi grupo conocía a unos de sus amigos y acabamos todos juntos bebiendo. Aluciné bastante porque solo hablaba conmigo y yo no soy una chica normativa ni mucho menos.

Me dijo que estaba cansada de la superficialidad, que se había dado cuenta de que estaba harto de relaciones de mentira, que necesitaba algo real, que se estaba yendo por derroteros que no le gustaban y solo porque estaba bueno…

Se le veía afectado de verdad, yo soy una chica de lo más normal, me sobran kilos y no soy especialmente guapa, no estoy acostumbrada a que señores así me tiren la caña.

No sabía muy bien cómo hablar con él, así que me decanté por ser yo misma. Nos reímos, hablamos de todo un poco, bailamos… Me preguntó que si quería salir de allí para ir a tomar algo que tenía hambre, la comida allí era muy cara y no era para tanto. Así que allá que nos fuimos los dos a McDonalds.

Yo no podía evitar que la gente que pasaba por allí nos miraba en plan ‘¿qué hace este chico con esa?‘, probablemente estuviera todo en mi cabeza, pero no podía sacarme de la cabeza que él era ‘superior’ a mí.

En ningún momento insinuó nada parecido, estuvimos cenando, me empecé a sentir más cómoda y hasta comí delante de él ¡un menú CBO entero! Y mira que yo no suelo comer delante de nadie y menos de alguien que no conozco y que me impone bastante.

Pero ahí estábamos los dos, en el McDonalds de Montera hablando de la existencia, después paseamos durante más de dos horas y me contó toda su vida entera. Cómo se sentía, lo difícil que era ser un señor cis hetero, guapo y fuerte… Yo lo quería matar, pero intenté no juzgarle demasiado porque se le veía afectado de verdad.

Después de aquello me acompañó al metro y me pidió mi número de teléfono, me dijo que quería volver a verme, que nunca se había abierto así con nadie y que yo le había hecho demasiado bien en solo unas horas.

Para mi sorpresa: me escribió. Me escribió, quedamos, nos besamos, follamos… Tuve un amago de relación con un mujombres queridas, yo, una gorda de toda la vida… Al parecer estas historias sí existen.

No os diré que ha sido la mejor relación de mi vida, ni mucho menos, vaya. Había carencias por todas partes, pero bueno, eso que me llevé.

Me dejó de un día para otro, sin darme explicaciones, después de prometerme durante dos meses que yo era lo mejor que había tenido en su vida, que íbamos a tener una relación súper sana y eterna, que bebía a los vientos por mí…

Desapareció del mapa, real, yo tampoco me esforcé mucho en buscarle, sinceramente. Siempre supe que no estaba hecho para mí, eso sí, lo que no me esperé fue verle de repente en la Isla de las Tentaciones como tentador. Después de todo lo que me había dicho… supongo que la cabra tira al monte y que la mona aunque se vista de seda, mona se queda.

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