Llevo un tiempo viendo mis redes sociales invadidas de un hashtag que saca las más profundas amarguras del personal.

«Sabes que te has hecho viejo si…»

Y empiezan los ejemplos. «Si ya no quieres ver una discoteca ni en pintura». «Si dices -bueno, pues ya hemos cenado.» Etc… Y algunos son buenos y me hacen gracia porque me pasan a mí, pero la mayoría son para hacérselos mirar.

La mayoría no son ejemplos de hacerse viejo. Son ejemplos de haber superado los 16 años, sin más, y que la gente los relata cual traumas.

El que no te apetezca ir de rave toda la noche, ya no te pongas tacones cada vez que sales, que te dure la resaca cada vez más, que ahora te preocupe tener el baño limpio cuando antes ni lo veías, etc…

Empiezas a cocinar. Jamás has sabido hacer más de un sándwich mixto o un plato de pasta (¿Hasta que edad quieren estar sin saber hacer nada?)

Ya pagas recibos. Antes todo te lo pagaban tus padres. (¿Pensabas estar sin pagarte nada hasta los 60 o qué?)

Compartir piso ya no mola nada. Ahora valoras más tener tu propio hogar. Muchas películas americanas de universitarios ha visto el que ha escrito esto.

Y ya ni hablamos del parraque que me apretó cuando ante mis ojos apareció el título: «9 razones por las que ya eres viejo a los 30 años». La lista era otra tanda de chorradas de que ya no somos adolescentes, pero ese título marcando ancianidad a los 30… Que a mí me faltan unos años para tenerlos, pero coñe, con 30 años eres joven todavía.

Quizá, y solo quizás…es que somos adultos. No hace falta tener 60 años para que no te apetezca lo más mínimo hacer botellón, o para darte cuenta de cuándo hace falta limpiar la cocina, o de que comer bien viene a ser «ligeramente» importante.

El personal tiene un trauma importante con no tener 15 años, estar de botellón y creer que tienen un cuerpo inmune. O soy yo que no entiendo hasta que edad quieren estar como adolescentes. Todas esas cosas que les aterrorizan ocurren a la que tienes 25 años y eres un poco maduro.

La adolescencia no es lo mismo que la juventud, y la adultez no es lo mismo que la jubilación. Debo ser la única que está viviendo las cuatro etapas en orden y sin empalmar adolescencia con jubilación. Y también debo ser de las pocas que no repetiría los 15 años ni loca.

Señores de estas listas absurdas, o cambian el título a «Sabes que ya no eres un niño cuando…» o ponen ejemplos mejores: «Te dá por la petanca y la brisca».

 

Lara.