Nada nuevo, chicas. El tema más manido del mundo.
Los hombres se sienten intimidados por las mujeres inteligentes, seguras y exitosas.
(Como si os viera: los hombres negando con la cabeza, las mujeres afirmando a punto de desnucarse).
Y no lo digo yo. Perdona, sí LO DIGO YO e innumerables estudios de innumerables universidades.
Hace un tiempo escribí sobre esto pero como el tema genera mucho interés, no dejan de aparecer nuevas investigaciones como la que afirma que «La inteligencia es sexy (pero solo en la teoría)».
El experimento consistió, en esencia, en realizar un examen y mostrarles a ELLOS las notas de ELLAS. Ahí les gustaban las que habían sacado las notas más altas pero, ¡ay! cuando los juntaron a todos en la misma sala… La cosa cambió PERO A LO LOCO: a las más listas, NI AGUA. ¿La explicación?
Dijeron sentirse menos masculinos ante las mujeres con inteligencia superior a ellos.
Ya decía yo… qué raro que TODOS los colegas afirmen les molan las tías formadas, que les supongan un desafío intelectual, pero que nosotras (las superlistas) no nos comamos un torrao desde el 2000.
Según lo escribo, se me van saliendo los ojos de las órbitas. Llamadme rara.
Para ser imparcial y no caer en reivindicaciones fáciles, he buscado en google: «A los hombres les gustan las mujeres inteligentes». A ver qué tal.
Resultado: NI MÚ. CERO. NADA.
Lo más parecido que he encontrado es «8 razones por las cuales ellos prefieren a una chica graciosa». La verdad, me suena a chino lo que leo: «Una mujer con confianza en sí misma solo atraerá a alguien con confianza en sí mismo¨. Sorry pero es que mi experiencia empírica me demuestra, again and again and again, que una mujer con confianza en sí misma asusta a tó quisqui.
No lo critico.
No me mosquea.
Lo asumo.
Es lo que hay.
Volviendo a aquel famoso «Cuanto más inteligente es una mujer, menos posibilidades hay de que se case» que afirma que «La educación superior reduce la salud reproductiva de las mujeres», lo siento pero no estoy de acuerdo. Tenemos pocos o ningún hijo porque nuestra brutal inteligencia provoca que no nos quieran empotrar y que no nos dejemos empotrar por cualquiera.
Cuantisísimas anécdotas tenemos todas tipo: «mi amiga que vio a aquel tipejo huir despavorido cuando le comentó que era ingeniera», «mi prima que no volvió a ver a aquel chico tras escoger ella el vino de la cena», «tenemos que contar que estudiamos peluquería porque como se enteren de que somos arquitectas, cagada la hemos», etc.
Porque no nos engañemos, la listas no les gustamos ni para casarse, ni para ennoviarse, ni para chingar. No les molamos Y PUNTO. Fantástico, oye.
Yo sigo documentándome y encontrando perlas:
«Los hombres se sienten más atraídos por “mujeres tontas” porque representan para el género una conquista mucho más fácil».
Y ahí es cuando yo me imagino a ese ser, intimidado por un cerebro medianamente activo, por un éxito profesional ganado a pulso, por un poquito de «rompe y rasga» y AGHHHHHHH qué poquito me pones, querido.
Así que seguiremos así de listas y de solteras, por los siglos de los siglos, probablemente lo uno por lo otro y lo otro por lo uno.
