Soy mujer y me gusta el porno. Sí, he dicho porno, no cine erótico o sensual (que también, oye).
Si le preguntas a las mujeres de tu alrededor si les gusta el porno pocas veces obtendrás un ‘Sí’ categórico. En muchos casos, y a riesgo de generalizar, las respuestas irán desde los «No» -de los de yo-jamás-nunca-qué-dices-, hasta los «Hombre, alguna vez he visto, pero bah» pasando por respuestas más o menos similares. ¿La razón? No creo que sea que no nos guste lo sexual; para mí, entre otras, una de las razones principales es porque tradicionalmente ha sido un género hecho por y para el hombre obviando a la mujer. La mayoría de nosotras no nos veíamos especialmente identificadas, ni en imagen ni en roles por no comentar en gustos, y no me refiero exclusivamente a los sexuales, que tampoco.
Pero amiga, el mundo evoluciona -lento, pero evoluciona- y fueron muchas mujeres como Candida Royalle la que en su «erótica para parejas» durante sus comienzos empezaron a decir abiertamente que también les gusta el sexo explícito, a demandarlo y a consumirlo. Y lo más importante: a crearlo. Lo que significa en muchos casos una nueva perspectiva a todo el concepto.
A lo largo de estos años han surgido proyectos como el Puzzy Power Manifesto (#MuyFanDelNombre), elaborado por la productora Zentropa de Lars Von Trier y en el que se engloban tres películas: Constance (1998) Pink Prison (1999) y All about Anna (2005), las cuales proponen un cine porno destinado a mujeres distinto, en este caso priorizando la emoción y sensualidad, la verosimilitud del guión, rechazando cualquier tipo de violencia y potenciando el deseo. Directoras como Erika Lust, desde su productora Lust Films crean un cine porno desde una óptica feminista -Erika es graduada en Ciencias Políticas y está especializada en Derechos Humanos y Feminismo -. Y en este punto piensas ¿Porno? ¿Feminista? ¿En? Sí, es cierto, tradicionalmente el feminismo ha considerado el cine adulto como una afrenta para la mujer dónde se exaltan estereotipos sexuales machistas y la mujer no pasa de ser un mero y puro objeto sexual al servicio y placer del hombre. Básicamente lo ha rechazado y repudiado, y no sin razón. Pero hay una corriente feminista que opina distinto. Es más, defiende que la pornografía puede ayudar a la liberación y autoconocimiento sexual de la mujer. Amén que si la mujer no participa en la elaboración del discurso pornográfico (como ser sexual que también es) este discurso estará impregnado en su totalidad de la visión masculina. En mi opinión más razón que un santo, qué queréis que os diga. ¿Si no decimos nosotras lo que nos gusta y cómo nos gusta; Quién lo va hacer?
Así en esencia hablamos de películas como por ejemplo Cabaret Desire (Erika Lust, 2012) o Live Love Lust (Erika Lust, 2010) con un lenguaje estético distinto y sobre todo, y para mí lo más importante, con roles y referentes femeninos físicos distintos. Historias, escenografía y vestuario más cuidado. Personajes físicamente mucho más reconocibles, una belleza más real, más auténtica, tanto en ellos como en ellas -la silicona brilla por su ausencia-. Y por supuesto roles de la mujer mucho más activos, mujeres dónde cualquiera de nosotras se puede reconocer: independientes, liberadas, trabajadoras, mujeres modernas que abrazan y descubren su sexualidad sin complejos. Porque ojo, seguimos hablando de sexo y porno, al fin y al cabo.
Son muchas las películas que empiezan a aportar esta visión distinta y mucho más atractiva para la mujer: La serie Chemistry de cuatro volúmenes (Tristan Taormino, 2006-2008), Shortbus (John Cameron Mitchell, 2006) o la británica 9 Songs – trailer: Michael Winterbottom, 2004). De la que quiero hacer mención especial su increible banda sonora: Franz Ferdinanz, Black Rebel Motorcycle Club, The Dandy Warhols o Primal Scream. Simplemente tremenda, y además una de mis favoritas, como aperitivo os dejo el trailer.
Si te interesa o quieres comenzar a descubrir e indagar sobre el tema, te recomiendo muy encarecidamente el libro de la propia Erika Lust «Porno para Mujeres», yo soy más de papel, pero está disponible para descarga gratuita – esta chica, como diría mi madre: que apañá es, ¿verdad?- Es una guía excepcional, amena y divertida, que da una crítica y visión general sobre la industria del cine X para adultos al mismo tiempo que una guía para empezar a descubrir géneros, directores/ras, películas, cortos y todo un mundo de Porno para Mujeres. Disfruta.
