Bueno, creo que nunca me había animado a escribir aquí, pero soy muy fan del foro, os leo cada vez que puedo. Así que os vengo a contar mi historia porque necesitaba contársela al mundo, para que al menos os riais conmigo.

La verdad es que, dentro de mi desesperación y en busca de algo de diversión, me descargué la aplicación de Tinder. Si chicas, caí después de varios meses a dos velas. Como ya sabéis, hay cada sujeto suelto ahí que es digno de estudio.
Pues bien, yo me encontré el sujeto, llamémosle A. Un muchacho guapetón de 29 años, parecía muy normalito la verdad. Hicimos match al instante, a todo esto, él es francés y yo española, por lo que nuestras conversaciones son en un idioma neutral, es decir inglés.  Total que la conversación fluye muchísimo, es amable y gracioso, no solo parece interesado en lo que van el 90% de Tinder, es decir,  fotos subidas de tono. Ahora está de moda con eso del COVID, la cosa de “oye me mandas foto X” es que con el Covid no me fío de quedar y así nos divertimos. Si chicas, a mi me ha pasado más de una vez, lo cual me hace reír mas que nada porque, de verdad, ya si puedo decir que excusas hay para todo.

En fin, al tema, rápidamente pasamos a otra red social  y continuamos chateando a todas horas. Tendría que resaltar que en Facebook solo tiene cuatro fotos, lo cual ya me dispara una alarma. Sin embargo, yo me hago la loca, el muchacho parece majo y oye, quizás incluso me de una alegría al cuerpo. Total, que en una de estas tardes tontas, estamos contándonos nuestras antiguas relaciones y me suelta:

«Sí, claro, es que lo dejé con mi ex porque me acosté con su madre”. Yo estaba como que no me lo creía, entonces le volví a preguntar, “¿Cómo que con su madre?” (Quizás había sido como dicen los ingleses “missunderstanding”) Y me dijo “ sí, ya sabes un día tonto nos pusimos a hablar su madre y yo y claro surgió lo que acabó surgiendo”. Creo que aluciné, además la chica lo perdonó y siguieron juntos un año más. Creo que pocas veces me dejan tan sin palabras como aquel momento. Pero lo mejor de todo fue que tras eso, me dice «pero bueno, eso es pasado ahora, pero seguro que ahora no querrás presentarme a tu madre”.

Pero la historia sigue, no le contesté porque, sinceramente, no supe que decir ante eso. Me escribió al día siguiente, preguntándome qué tal todo y contándome que le habían regalado una planta para su nuevo piso. Hasta aquí todo muy normal ese día. Pero al comentario de la planta le siguió “ le he puesto tu nombre, porque es perfecta como tú y hace juego con tus ojos verdes”. Ahí chicas no me sonó una alarma, sino un festival de alarmas en mi cabeza diciéndome huye, huye de ese muchacho. Por lo que hasta luego. Prefiero seguir disfrutando de mi soledad a que se acaben acostando con mi madre, hay líneas que prefiero no pasar.

No sé si tendréis historias iguales, imagino que sí, pero cada día me sorprende más lo que encuentro en esa aplicación. Eso sí, este tipo de cosas siempre con humor, sino mal vamos.

Anónimo.

 

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