Os mando este mail para contarles a las lectoras de WLS lo que me pasó el otro día porque tela marinera. Quién me iba a decir a mí que podría existir un ser humano que pensara que no era guapa, quién iba a suponer que podría respirar un hombre con TAN mal gusto, quién podría creerse que alguien ha mirado mi cara y ha salido corriendo después de soltar a bocajarro ‘hostia, no eres como me esperaba’.
Menos mal que me quiero mucho, tengo toneladas de amor propio y la opinión de un ser vivo con pene no me va a hacer dudar de mi belleza, pero la cosa estaba como para dudar, porque hija, ni que hubiera visto al monstruo del Lago Nes.
Hicimos match hace un par de semanas, casi no habíamos hablado y quedamos casi que de rebote. Yo estaba aburrida un domingo por la tarde en casa, hasta las 20h no salía el nuevo episodio de Drag Race España y ya me había chupado TODA la cuarta temporada de élite en una sentada. Así que dispuesta a despegar mi culo del sofá entré en Tinder, di un repaso por los matches y escribí a los más monos si querían tomar algo.
Me contestó este, Antonio. Me dijo que también estaba aburrido y que si nos veíamos por el centro, le dije que sin problema y ale, duchita rápida, short mono, FPP2 nueva y a la aventura.
Cuando le vi la verdad que me gustó más de lo que esperaba, vestía muy decente y tenía unas manos súper bonitas, tampoco le pido mucho a la vida, sinceramente. Empezamos a dar un paseo y la verdad es que todo fue bastante sin más. No era una conversación horrible, pero bien tampoco iba. Era como hablar por hablar, de su trabajo, del mío, de cuántos años llevábamos en Madrid… Pero sin risas, sin conexión, sin feeling.
Total que pasamos por delante de un bar y me pregunta que si nos tomamos una cerve y le digo que claro, que sin problema. (Miré el reloj y eran las 19h, me replanteé lo de sentarme porque si se alargaba la cosa luego me iba a comer cien spoliers de Drag Race, pero igual la cerve nos animaba, surgía la conexión y acababa echando un kiki… Merecía la pena correr el riesgo). Así que nos sentamos, pedimos un doble cada uno, nos los trae el camarero, él se quita la mascarilla y yo digo que voy al baño un momento. Me retoco los labios (es fijo, pero siempre me como la parte interna de los labios), salgo fuera, me quito la mascarilla, me mira y me suelta ‘hostia, no eres como me esperaba’.
Se bebe la cerveza de un trago, deja 10€ encima de la mesa y se pira. Yo me quedo moñeca en el bar, pido la cuenta, pago y me sobran cuatro euros, me piro a mi zona, voy al alimentación de confianza, cojo una pizza y un bote de cocacola, entro por la puerta a menos diez, me recibe mi gata, enciendo el atresplayer, meto la pizza la horno y unas palomitas al micro, ducha rápida y a ver mi programa favorito ever como una reina.
Yo no sería lo que él se esperaba, pero lo que yo sí que no me esperaba cena gratis así por que sí, así que nada, Antonio, gracias por la pizza y te mando un beso fuerte desde aquí <3
Anónimo
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