Reproducimos un testimonio que nos llega a [email protected]
Hola chicas, os sigo desde hace varios años y me encanta leer vuestro foro. Hoy vengo a contaros mi historia para intentar ver un poco de luz en el túnel.
Soy maestra de Educación Infantil, hablo cuatro idiomas y tengo formación en pedagogías vivenciales tipo Montessori o Waldorf, también estuve en Boston viviendo una temporada mejorando mi inglés.
Pues bien, los trabajos no me duran más de un año. Encadeno sustitución con sustitución lo que me conlleva una alta precariedad laboral que afecta por supuesto al lado personal.
Esta vez era distinto, era una vacante en una escuela privada, a 20 km de mi casa y aunque no disponía de coche, iba y venía en el cercanías. Eran unos madrugones importantes y una paliza después de trabajar 8 horas como educadora con niños de 2 años, pero puse toda mi voluntad y amor en esa clase.
La relación con mis compañeras era buena a pesar de que la mayoría llevaba en la empresa muchos años, pero encajé, o eso pensaba yo.
Mi contrato es fijo discontinuo por lo que contaba con ser despedida en junio para reengancharme en septiembre. Viendo que era mitad de junio y mi jefa no me había dicho nada, fui a hablar con ella, enterándome de que no continuo y que por supuesto es un despido improcedente. Ha visto que la chica de prácticas saca la faena y se va a quedar echando unas horas sin contrato. Tira a una mujer con experiencia para quedarse con una chica de 18 años pero ahorrando un sueldo y pagar a la seguridad social.
Estoy en shock, no me lo esperaba, no he tenido ningún problema con ningún padre y con los niños he estado la mar de a gusto y ellos conmigo. Otra vez a la casilla de cero. Ella insiste en que lo siente y que soy buena trabajadora pero me voy a la calle igual. Desesperada.
Anónimo