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De Parla a Malasaña, o cómo dos mujeres de armas tomar como son Hache y Belén intentan adaptarse a una vida en pleno centro de Madrid. Tras años separadas Belén, una actriz en potencia cuyo único triunfo ha sido convertirse en la imagen de un antihemorroidal, decide reencontrarse con Hache. Sorprendida y a la vez molesta por su súbito regreso, Hache la recibe en plena crisis existencial. Un novio que la acaba de dejar por otra, trabajos con los que a duras penas llega a fin de mes y un apartamento que es un auténtico caos.
La nueva serie de HBO Europe, dirigida por Manuela Burló Moreno y producida por Globomedia y Lacoproductora, es una inyección de humor y sátiras que no cesan. Una visión cien por cien cómica sobre las diferencias entre Parla y Malasaña, la cultura choni versus el mundo ultra cool hipster.
Y es que en la serie no existen los límites. Los extremos se elevan a la máxima potencia ya sea para ridiculizar a ese grupo de culturetas modernos que han hecho de lo viejuno todo un arte, o bien para exagerar un mucho lo que puede ser una noche de fiesta en el aparcamiento del Fabrik. Ni los unos ni los otros, ya que es en ese limbo en el que se encuentran H y B. Ellas, dignas herederas del barrio, han sucumbido a los encantos de Malasaña, de todo aquello que tanto han criticado, aunque allí tampoco son muy bien vistas.
Al menos hasta que la mismísima revista Vanity Fair las fotografía en uno de sus peores momentos, paseando una cabra mientras visten modelazos dignos de una película de serie b. Es entonces cuando sus vidas empiezan a cambiar. Aquellos que tanto las criticaban de pronto las quieren en sus fiestas, los eventos más top del barrio necesitan contar con ellas. Y aunque poco por la labor, ellas se dejan querer hasta ser conscientes de que tanto postureo no está hecho a su medida.
Desde una escayola pintarrajeada que va a traer mucha cola a un trabajo como ‘camarera’ muy bien pagado. Por H o por B, Hache y Belén no viven un solo episodio sin dar la campanada y quizás por esto la nueva apuesta de HBO se hacen tan ligera y fácil de ver. Su primera temporada, diez capítulos de no más de media hora, son el complemento perfecto para una calurosa noche de verano.
Una forma algo inusual pero original y divertida de reírnos un poco de la sociedad que hemos creado. Una mezcla muy bien aderezada con colaboraciones de la mano de artistazos como Brays Efe o Itziar Castro en el papel de la hermana choni de Hache.
¿Lo mejor?
La manera única en la que Hache (Marta Martín) se hace querer a pesar de sus continuos ramalazos macarras. Así como ese toque adorable, inocente y a la vez desvergonzado que la actriz Saida Benzal genera en el papel de Belén. Dos personajes completamente diferentes pero a la vez complementarios, como las mejores piezas de un puzzle que da lugar a un tándem fresco y muy ameno.
Nos quedamos también con la representación sarcástica de ambos mundos, hipster y choni. Escenas que rozan el absurdo, sí, pero que alguien nos diga si hoy en día no somos todos un poco disparatados.
¿Lo peor?
Puede que ciertas tramas se vayan un poco de las manos, incluso que no casen demasiado en el por qué de la historia. Todo sucede en un orden lineal perfecto para de pronto cambiar hacia otro argumento que poco o nada influirá en el final del episodio. Tampoco queremos meternos en ningún spoiler pero sí que es cierto que en ocasiones da la impresión de que se buscan en exceso ciertas situaciones de manera no demasiado natural.
En todo caso XHOXB puede ser muy fácilmente la serie HBO de este extraño verano. Al menos una cosa sí tienen en común, y es que nunca sabemos la de vueltas que puede dar la vida en cuestión de segundos.
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