—Como vaya yo para allá, vas a llorar de verdad.

Es una de las frases lapidarias que resuenan entre los recuerdos de mi infancia. La buena de mamá, que nunca ha destacado por su paciencia, nos la decía con frecuencia a mi hermano y a mí. No se lo reprocho. La mujer lo hizo lo mejor que pudo y eso es bastante bien, considerando que no me dejó traumas y que hoy día tenemos un relación estrecha. Es mucho.

Tiempo después, he reflexionado mucho sobre la validación emocional, sobre la importancia de no hacer de menos lo que alguien siente y, en caso de disparidad de opiniones, comunicarlo de un modo asertivo y no agresivo. En el caso de los niños, es crucial.

Si has venido buscando ese “qué” del titular, te digo: el amor es necesario, pero la comprensión es incluso más importante.

Me estaba acordando de una tiktoker que es psicóloga y, con frecuencia, habla sobre sus propias relaciones. Explicó que un día se puso firme con una amiga que solía hacerle bromas que a ella no le gustaban y, cuando manifestaba su malestar, se encontraba con los “Ay, hija, no se te puede decir nada”.

Ella misma se lo hizo a su hija días después, cuando la niña lloraba: “Ay, hija, de verdad, ¿hay que ponerse así por esto?”. Automáticamente, cayó en la cuenta: “Esto te lo han hecho a ti y no te ha gustado”. Así que se agachó, le dijo a su hija que la disculpara, que estaba cansada, y trató de consolarla con paciencia y cariño.

La crianza es lo más difícil a lo que alguien se puede enfrentar en la vida. Te tiene a prueba 24/7 hasta el fin de tus días, y es imposible no bajar la guardia en algún momento. El error nos hace humanos y es muy probable que, un día, entristezcas o causes malestar a tu hijo por algún motivo, sin pretenderlo. Los buenos padres (y los buenos tíos, abuelos, amigos, vecinos…) no son los que lo hacen todo bien, sino los que son autocríticos y tratan de aprender para hacerlo lo mejor posible.

“Mis padres me quieren, pero no me entienden”

También me llamó la atención lo que contaba el psicólogo Jeffrey Bernstein. En uno de sus talleres, ponía a los participantes un audio con un mensaje de sus padres, lo que terminaba en lágrimas de emoción o en sonrisas. A sus preguntas, la mayoría respondía que se sentía querido/a por sus padres, pero no comprendido/a. Sin dudar del amor, algunos de sus pacientes se quejan del trato o los aprendizajes recibidos durante la infancia, lo que me hace convencerme de que querer mucho no siempre es querer bien.

hijo

Según el profesional del que hablo, la validación parental genera bienestar emocional, fomenta la resiliencia y promueve un desarrollo saludable. Los niños se sienten comprendidos y aceptados cuando se les escucha, lo que parece muy obvio, pero no siempre se hace. Habría que escuchar al niño con la misma atención que se presta al médico que te está dando un diagnóstico o relatándote la manera de proceder para un tratamiento. Tiene ventajas:

  • Establecen una base emocional sólida, que previene el estrés y mejora la capacidad de adaptación y de recuperarse ante contratiempos. Cada emoción cumple su función. Si la acepto, la gestionaré mejor que si la oculto o escondo.

  • Fomenta la autoestima, ya que los niños perciben que sus sentimientos importan. Y eso, a la larga, les ayudará a ganar confianza, a tener mejor relación con ellos mismos y, por extensión, a establecer relaciones positivas con otras personas.

  • Favorece una buena comunicación. Escuchar y validar genera confianza. Lo contrario hará que el niño, adolescente o adulto oculte cosas relevantes, creyendo que no tienen importancia.

  • Ayuda a desarrollar empatía y comprensión. Y eso puede traducirse en armonía y cooperación, valores tan necesarios hoy día. Si los sentimientos y necesidades de los niños de hoy son tenidos en cuenta, es más probable que construyan un mundo comprensivo para el mañana. Porque fue lo que recibieron.

Te dejo el artículo del que hablo en el texto, por si quieres ampliar información:

Bernstein, J. (2023). Lo que los niños necesitan más de sus padres no es amor. Pyschology Today. En https://www.psychologytoday.com/es/blog/lo-que-los-ninos-necesitan-mas-de-sus-padres-no-es-amor

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