Si hay algo que toda gorda ha oído recientemente es que el mero hecho de su existencia y su visibilidad al mundo implica hacer apología de la obesidad. Puede que te estés preguntando: “¿Qué es hacer apología de la obesidad?” lo siento pero eso es algo que nadie sabe. Nadie, ni siquiera quienes lo dicen.

Parece ser que es incitar a los demás a no cuidarse y crear un ejército de gordas diabólicas dispuestas a quemar los campos de cultivo de verduras e imponer por ley la dieta del Burger King pero la realidad es que nadie en los últimos 300 años se ha vuelto gordo por ver a otro gordo existiendo. 

Es un argumento absurdo sin ningún tipo de fundamento pero que al final acaba cansando, para qué engañarnos. Como te digo, ni siquiera quienes lo lanzan saben lo que significa porque no hay ni una sola evidencia que muestre que es real. Las personas gordas, sobre todo las que nos exponemos en redes, salimos a la palestra a visibilizar un tipo de cuerpo que llevan años intentando esconder para defender que, no solo es verdad que puede haber salud en cuerpos grandes, sino que merecen el mismo respeto que los cuerpos delgados. 

A continuación vamos a analizar 5 situaciones que algunos consideran hacer apología de la obesidad:

Gordas comiendo: Es sabido que es deporte nacional juzgar lo que las personas gordas comemos pero con la nueva era de las redes sociales, ya no solo es pensarlo sino acusar directamente a las personas gordas de hacer apología de la obesidad por comer determinadas cosas. Si comes ensalada es porque quieres adelgazar pero Dios te libre de subir una foto comiendo pasta, pizza o alguna salsa porque esos son algunos de los alimentos que nos tienen vetados y que parece ser que si otros nos ven comiéndolos, van a querer volverse gordos como nosotras. EN FIN…

Gordas en bikini: Al parecer, para algunos las gordas tenemos que ir a la playa con túnica para no incitar a otros a estar gordos. ¿VEIS LO RIDÍCULO QUE SUENA? ¿Por qué cojones hay que limitar a un tipo de cuerpo a que disfrute de la playa como cualquier otro? Si a ti te molestan mis lorzas ese es tu problema, tuyo y de tu gordofobia, pero decir que una gorda en bikini disfrutando del verano es hacer apología de la obesidad es de traca. Cada uno puede ir a la playa como le dé la gana y al que le molesta, debería comprarse unas palas o unas sopitas de letras para entretenerse en sus cosas.

Gordas bailando: Sobre todo en las redes sociales, que es donde más se ve este caso, se increpa constantemente a chicas gordas que bailan Trends de TikTok, por ejemplo. Se les dicen verdaderas barbaridades por el mero hecho de estar ahí, disfrutando, bailando, mostrando su salero. Creo que hay demasiada gente infeliz en este mundo, en serio os lo digo, pero lo que más me preocupa es que eso puede afectar muchísimo a determinadas personas que tengan conflictos con su cuerpo. De eso no se preocupan los que nos acusan de apología de la obesidad pero desde luego que es mucho más peligroso ser así de crueles que bailar.

Gordas hablando de amor propio: El amor propio y la autoestima son conceptos reservados para las chicas con cuerpos normativos, pieles bronceadas, melenas onduladas, ni un solo grano, ni estrías, ni celulitis…Al resto de seres humanos que queremos salir a que la gente vea que la diversidad existe y se puede ser feliz en ella, este tema se nos veta. ¿Cómo podemos ser tan incoherentes? Para empezar, lo lógico es que los cuerpos normativos se sientan a gusto en su cuerpo y no tengan problemas de autoestima porque la sociedad los alaba. Fijaos que aun así hay muchas personas con cuerpos normativos, que consideraríamos cuerpazos, sufriendo por él o sea que la presión social nos afecta a todos en distintas formas.

La cuestión es que se tiene que poder dar cabida a otros tipos de cuerpos hablando de amor propio porque la gente necesita tener referentes similares a ellos para empezar a aceptarse. Es trabajo de cada uno solucionar su gordofobia y entender que muchas veces lo que entendemos como belleza no es más que lo que la sociedad nos ha enseñado que es belleza. Hemos perdido nuestro criterio en muchos asuntos, y este es uno de ellos. Una chica gorda hablando de amor propio es una persona que, pese a toda la mierda que posiblemente lleve en su mochila tras años de discriminación, hoy tiene fuerzas para salir ahí fuera e inspirar a quien lo necesite para aceptarse y respetar y cuidar el cuerpo que tiene hoy, no para volverse gordo. Está claro que hay cabezas que no están preparadas para entender algo tan sencillo como esto. 

Gordas felices: Las gordas estamos condenadas a ser infelices y a buscar perder peso como principal actividad. Eso es lo que mucha gente cree, por eso choca cuando aparecemos siendo felices, alimentándonos más allá de contar calorías, disfrutando de nuestra vida, vistiendo ropa colorida…Pero cariño, que tú no soportes vernos felices es problema tuyo. No debería ser un privilegio que una persona se sintiera a gusto con su cuerpo. Todas deberíamos respetarnos, aceptar quienes somos hoy y trabajar cada día en cuidarnos y ser mejores personas. 

Podríamos seguir poniendo ejemplos hasta que esto se convirtiera en una trilogía pero creo que con estos queda bastante patente lo ridículo que es acusar a alguien de hacer algo que ni siquiera existe, como es la apología de la obesidad. 

Nosotras estamos aquí para hacer apología de la vida, del derecho a vivir, del derecho a amarnos, del cuidado y el respeto. Nunca olvidéis que valéis un puto imperio, da igual cualquier circunstancia externa que os haya hecho creer lo contrario. 

(L)

 

Mara Jiménez