Hay veces en las que, por cosas de la vida, te encuentras cosas maravillosas en las redes. Hoy ha sido un día de esos. Ha llegado a mí un post de Visto en las Redes que me ha hecho pensar. Aquí tenéis el post. Básicamente muestra fotos de mujeres reales con características reales pero que, en esta, nuestra sociedad (ahí, a lo Juan Cuesta), se ven como taras, defectos, o cosas que ocultar. Y me he dicho a mí misma: ¡pues vamos a repasar esto y a gritar que somos gente maravillosa!

Procedo con una de mis listas, repetid conmigo a cada punto:

  • Tener pelicos everywhere NO es un defecto. Como Blancanieves del siglo XXI y aquella que os trajo la innovación de Billie, esto es algo que tengo bien claro. El vello es algo normal y el hecho de que en los medios siempre salgan personas a las que no se le ve en absoluto no significa que las demás seamos menos guapas o menos mujeres por tenerlos. Os contaré un secreto: esa gente de fotos/vídeos/pelis/dondesea, también tiene pelánganos. Les animo a que los saquen a pasear. O no, que hagan lo que quieran.

  • Tener acné o marcas de este NO es un defecto. La adolescencia es una maldición en muchos aspectos, y que aparezcan los pequeños hideputas granitos/granacos es otra más de las movidas de la pubertad. Con suerte se van, pero a veces siguen apareciendo pasada la edad del pavo, por motivos varios. Y, también a veces, los cabritos te dejan marcas. Entiendo que todas queramos borrarlos de nuestra vida, yo también odio las espinillas, pero que te broten de la nada o que te dejen un recuerdo de «Aquí estuvo Grano Pepe» no te resta belleza.

  • Tener manchas o la piel de determinado color NO es un defecto. La melanina hace lo que quiere, a veces se lía, a veces se congrega mucho, a veces no está o desaparece… Es pigmento, no un crimen. Y nos hace ser únicas y diferentes. ¿Hace falta más motivo para amar la melanina? No. Pues ya está.

  • Tener las tetas caídas NO es un defecto. Las boobies también sufren los efectos de la gravedad, y dependiendo del tamaño, de la edad o de su propia iniciativa, parecerán más o menos caídas. ¿Y? ¿Qué hay de malo en poder tapar todo el costillar con las tetas? Ya os lo digo yo: nada. Caso cerrado.

  • Tener estrías, celulitis o lorzas NO es un defecto.  Nuestros cuerpos cambian, cuando crecen de repente (una vez más, gracias, adolescencia) aparecen las estrías. La celulitis y las lorzas son grasa subcutánea, que es algo totalmente normal. Por tanto, no son un defecto, no son una tara que aparezca solo en algunas personas para joderles la vida. No son malas. Next.

  • Tener la regla NO es un defecto. Siempre ha sido como muy tabú este asunto, ¿no? Tanto el hecho de sangrar como los cambios que podemos sufrir. Muchas hemos vivido ese momento en el que, por lo que sea, damos una respuesta cortante, o estamos fastidiadas (que puede tener relación o no con la menstru) y aparece la típica persona que pregunta: «¿Que estás con la regla?» (cuando no usa alguna definición ultrasutil). Dan ganas de decirle que la regla es una vez al mes, pero su idiotez es permanente. Déjame vivir como yo quiera.

  • Tener un tipo determinado de cuerpo NO es un defecto. Hay muchas formas de cuerpo: de manzana, de pera, de reloj de arena, de triángulo invertido… Y no pasa nada por tener una u otra. No pasa nada si eres mullida como un oso de peluche o fibrosa como un bistec. Tu cuerpo se ha desarrollado así por genética y por las circunstancias de la vida, es tu historia y es tu portador. Quiérelo.

Podría seguir así hasta mañana, pero también tendréis cosas que hacer. Y añado otra cosa que no es un defecto: tener cerebro. Hay veces en las que parece que decir lo que piensas, ser única o vivir la vida a tu manera es un problema. Pues no, gente, es una pasada ser lo suficientemente valiente para eso. Os animo a que seáis libres, libres del qué dirán, de los complejos, de las ataduras que nos imponen los cánones de la sociedad. No digo que vaya a ser fácil ni que lo consigáis de un día para otro, pero será estupendo. Y yo estaré orgullosa de vosotras. Ya lo estoy, porque cada día seguís adelante y ¡sois gente maravillosa! (Os dije que íbamos a gritarlo)

Ah, chicos del mundo que lo habéis leído: esto también puede ir por vosotros, no es cuestión solo de mujeres, todos tenemos derecho a ser libres y a querernos.