¿Conocéis a Mònica López? Es una meteoróloga catalana que presenta el tiempo, en TVE. Personalmente, me parece que da un toque muy interesante a la previsión meteorológica, y siempre tiene datos chulos que añadir.

Pero claro, esto no es noticia.

Cómo no, la noticia es que alguien se ha metido con su físico y con su habilidad como profesional, y la chica ha estallado en redes sociales, algo totalmente comprensible. Resulta que una exprofesora de la UB le mandó una carta criticando su aspecto, cómo se mueve, que si sus muslos son feos… A ver. WTF?

Pero toda esa gente… ¿Qué hace con su vida?

La meteoróloga compartió en su Twitter lo que le había pasado, indignada (yo también lo estaría, la verdad), quejándose además de que quien la criticaba era una mujer y además profesora. Aquí la Universidad de Barcelona intervino diciendo que esa señora ya no trabajaba en la UB.

La propia Mónica tiene claro que, siendo en cierto modo un personaje público, siempre habrá gente a la que no guste (ella tampoco es una croqueta, no puede gustar a todo el mundo), pero pide que dejemos de hacernos esto unos a otros, y no podría estar más de acuerdo con ella.

 

¿Por qué nos resulta tan fácil poner a parir criticar a los demás? Y en el caso de las mujeres, siempre se pretende que todas seamos objetos perfectos sin ningún «fallo». Se nos exige un nivel de profesionalidad igual que el de los señores, pero con la presión de tener un cuerpo estupendi de la muerte y además encajar las críticas como damiselas y a la vez como rocas. Y cuidadín con hacerse mayores, que las viejas no venden.

Mira, me bajo de la vida.

Es que, a ver, quienes exigen todo eso no están pidiendo personas, están pidiendo máquinas. Y ya sabemos qué pasa con las máquinas, que se rebelan y aparece Schwarzenegger en los años ochenta queriendo matar a Sarah Connor.

Bueno, pues las tías (y los tíos también) no somos cosas ni Terminators, somos personas. Y como tales, tenemos cuerpos que la biología ha modelado como le ha dado la puta gana, tenemos una cabecita pensante, un carácter y unos sentimientos. ¿Vale? Repito: sen-ti-mien-tos.

Buen intento, Terminator. Sigue practicando

Mònica López ha sabido sacar algo muy bueno de esto, y ha demostrado que es una chica fuerte como las ciclogénesis que nos explica. Ella ya está por encima de las críticas que le puedan hacer a su físico, y es algo de admirar, pero está preocupada porque otras personas puedan sufrir con este tipo de body shaming y acoso virtual. Por eso, nos deja un hashtag que podríamos imprimir con letra gótica, enmarcar y leerlo todas las mañanas:

#QuiereteComoEresYQueALosDemasLesDenPorCulo

Tiene razón. Ojalá pudiésemos borrar el body shaming, pero hasta entonces, nos quedamos con el hashtag.

¡Brava, Mònica!

¡Contadme! ¿La conocíais? ¿Visteis la que se lio en Twitter? ¿Veréis ahora, yapasiempre, el tiempo en TVE?

 

Imagen destacada