Mi madre ha pensado en ella muchas veces, estoy segura. Es algo inherente al ser humano. Lo de poner nuestro ombligo en primer lugar, quiero decir . Ha habido días que ha preferido irse de compras o a tomar un café que quedarse a ver como hacía los deberes. Ha disfrutado muchísimo de unas vacaciones sin mi. No ha podido venir siempre a las reuniones del colegio y creo que tampoco pudo venir a todos los festivales de fin de curso.
Mi madre se quejaba constantemente de mi falta de orden, de mis contestaciones o de todo aquello que le pareciese mal.
Mi madre, para mi la mejor madre del mundo, me ha regalado el ejemplo de ser una mujer libre, trabajadora y luchadora. Una mujer que a veces puede ser egoísta, que puede quejarse cuando le plaza y que no siempre antepone a los demás. Que acierta y se equivoca.
Este domingo 5 de mayo se celebra el Día de la Madre. No vamos a entrar a valorar si es una invención comercial más de la cual pasar o si, por el contrario, como a mi, que soy muy del celebrar, pienso regalarle algo a mi señora madre. Es una cuestión demasiado personal y en el fondo una chorrada, el que quiera que lo celebre y el que no que pase el domingo como cualquier otro. Faltaba más.
Hoy vengo a hablaros de la campaña de publicidad que El Corte Inglés lanza con motivo de esta celebración.
La foto que podéis ver versa así: 97% entregada, 3% egoísmo , 0% quejas , 100% MADRE. ESTUPENDO SEÑORES DEL CORTE INGLÉS, se habrán quedado ustedes a gusto.
Descubrí la campaña gracias al perfil de Instagram de la presentadora Tania Llasera, quien mostraba su repulsa ante tal publicidad y yo, ingenua a más no poder, durante unos segundos estuve convencida de que se trataba de una rememoración de campañas pasadas. PERO MUY PASADAS. Así como de los 70. O de los 50.
Desafortunadamente, en el año 2019, todavía sigue imperando este tipo de publicidad. El detergente que hará que tu madre pueda limpiar mejor la ropa, el hijo guarro que deja el vaso sucio y la madre que lo limpia, las dos hermanas que compiten por una mejor sonrisa… . Publicidades 97% machistas, 3% impresentables, 0% tolerables.
Como os decía, he tenido y tengo la suerte de tener una madre que se quejaba cuando tenía que hacerlo y que tenía la suficiente autoestima como para pensar en su vida, sus gustos, sus aficiones. Una madre que me enseñó a no ver la maternidad como algo que suponga el sacrificio 24/7 de una vida más allá de los deseos y cuidados de tus hijos. A no ver la maternidad como algo que nos viene impuesto, porque, aprovecho para recordaros que hay mujeres que no quieren tener hijos. Y NO ESTÁN ENFERMAS NI LES PASA NADA.
El concepto de maternidad debe, bajo mi humilde opinión, desaparecer de la esfera común para quedarse en lo más personal, en lo que cada mujer decida, libremente. En como cada persona quiera o pueda vivir el cuidado de sus hijos.
Cuando parimos, las que lo quieran o vayan a hacer, no nos ponemos la capa de superheroínas: tenemos sueño, hambre, días de mierda, alegrías por cosas ajenas a nuestra familia y un montón de planes que queremos hacer sin nuestros hijos.
Y un recuerdito, tampoco es cierto eso de que como una madre no te va a querer nadie. Porque también hay madres que no han querido o no han podido querer bien a sus hijos e hijos que no quieren a sus madres. Las madres fallan y se equivocan, afortunadamente.
Lo bueno de todo esto es que, ahora sí, protestamos y nos manifestamos contra todo esto, contra todo lo que nos han dicho que tenemos que ser, contra una culpa que pesa demasiado, contra un supuesto ¨modelo¨ que no estamos dispuestas a aceptar. Seremos las madres que queramos ser porque somos las mujeres que queremos ser.