Hoy es uno de esos días en los que te levantas y te miras al espejo y piensas: Me plancho el pelo o… Definitivamente, te da un arrebato y acabas por pedir cita en tu peluquería para meterle un rapado imponente. Lo sé, temes. Temes no encontrarte bien, has machacado tu pelo rizado por los siglos de los siglos… ¡Amén!

¿Y ahora qué? Después de haber invertido una gran fortuna en aquellos Tratamientos de keratina y de alisar el pelo a cada segundo, tu paciencia ha llegado al colapso.

¿Cierto?

Personalmente, me ha tomado mucho tiempo salir de ese círculo vicioso de plancha “All day, all night”… Puedes tener veinte años o treinta… o; ¡cincuenta! y aún así comenzar a apostar por una buena relación con tu pelo.

Rizadas: de lo tóxico se sale, como con las relaciones… con cuidado, pero se sale Curlys!!

Ahora que he liberado mis rizos, me gustaría darte algunos tips para iniciarte en la recuperación de tus rizos, si es que están machacados. Solo necesitas estar segura, comprometerte y dejar salir a la Curly con personalidad que se esconde detrás de una plancha.

¿Por dónde empiezo?

Lo primero, si tu pelo está muy deteriorado de decoloraciones y de excesos de calor, tendrás que dejar de lado estos hábitos.

  • Regala tu plancha. (O si te ves con fuerza de voluntad guárdala en tu cajón consciente de ello)
  • No te tiñas durante una larga temporada. (En mi caso, debido a que tengo un rubio trigueño y natural, dejé por un año de teñirme)
    • ¿El resultado? E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R!
  • Si ves que tu pelo no tiene fuerza, corta por lo sano. (También lo hice) El pelo crece, cuando de verdad está sano.

Después de haber eliminado aquellas puntas opacas, sin fuerza y deprimidas… verás que tu pelo se encoge y los tirabuzones comenzarán a salir.

En mi caso, descubrí el método “Curly Girl” a través de la comunidad Curly en Instagram: siguiendo consejos de expertas como María Curly Girl, pues tiene un montón de tutoriales en youtube que son súper valiosos. Ella te explica qué tipo de rizo es el tuyo para embarcarte en este camino de caracolas. Desde las onduladas, hasta las más rizadas, todas tenemos que conocer nuestro tipo de cabello para saber qué tipo de producto usar.

En este método, utilizamos productos libres de siliconas y sulfatos tan dañinos para nuestras melenas. De ella me quedo con lo más importante:

  • Tu mayor aliado es: Agua y más agua.

Al fin y al cabo, nuestro cabello rizado es como una planta que hay que regar.

Y el pelo, responde, cuando lo cuidas dependiendo de sus necesidades, vuelve a brillar y vuelve, en definitiva: a su origen.

En 2018 comencé este proceso, a medida que otras nuevas cuentas aparecían para enseñarme más cosas: Llanosb y Glorirovi ambas coordinan la cuenta de Piña Rizada, para que todas las chicas Curlys se inicien, pierdan el miedo a dejar salir sus rizos y se cuiden tanto como un Bonsai.

Resulta paradójico pero si tienes una planta y te comprometes a cuidar, el resultado es increíble. Entonces, ¿Por qué no invertir un poco de nuestro tiempo en conocernos?

<<Los rizos necesitan agua, agua y más agua>>

Recordad queridas Curlys que no estamos hablando de una moda, ser rizada es nuestra esencia y lo que se pretende con este método es salir de aquellos estereotipos en los cuáles nos han enfrascado.

Una vez saltas del frasco, no mires atrás.

Te verás diferente, al principio.

El pelo hay que estimularlo, hacerle (como dice Llanosb) mucho: mulli mulli o scrunch.

Son técnicas que he aprendido de ellas y el pelo ha cogido una fuerza increíble.

Lo sé, da miedo.

Recuerdo que a muchas Curly peques nos han inculcado que el pelo liso es más profesional, agraciado, perfecto y adecuado a nuestras vidas.

¿A cuántas entrevistas fuiste con el pelo planchado?

Levanto la mano porque en su día, tenía la falsa concepción de que acudir a una entrevista con el pelo bien planchadito era la mejor imagen que podía dar.

Pero, transcurridos estos casi dos años de aceptación de mi cabello, te sorprenderá lo equivocadas que estamos. Una de mis primeras entrevistas con esta nueva imagen, salió a la perfección, a la empresa le encantaba mi cabello y es que… aunque suene confuso: Tengo mucha más fuerza a la hora de conseguir mis proyectos, porque he dejado salir la persona que soy: Sin disfraces y sin planchados de pelo.

Las reacciones son buenas, pero, lo que importa es cómo te sientas y te encuentres con tu imagen. Dale tiempo, es un proceso, pero bonito de verdad.

Como una montaña rusa en donde a veces nuestro pelo está mejor y otras peor. Pero, hasta la melena más sana tiene sus días. ¡Be Patient Curly!

Este método me ha llevado a conocerme mejor, aunque lo hago de manera flexible. No tienes por qué seguir el método al cien por cien, porque en tu trayecto adaptarás tus técnicas y es magnífico: eso solo puede significar una cosa: conoces mejor a tu cabello.

Recuerda: ser curly es nada más y nada menos que ser tú misma, original, nada de alocada e informal.

A la basura con esas creencias, elimínalas de tu papelera de reciclaje.

La moda puede ser muy perversa, pero tú curly, huye mientras puedas de las famosas GHD.

Be Curly, Be original Girl <3

Yaiza Escobar