Hay veces que conoces a alguien y crees que vais a estar juntos para siempre. Os gustan las mismas cosas, opináis igual de la vida, con una mirada os comprendéis. Pasa el tiempo y esa unión se hace cada vez más fuerte. Ya os une una historia en común, llena de momentos bonitos y duros, con mucho apoyo y alguna discusión. Pero un día se acaba.

Y no estoy hablando de parejas, estoy hablando de tu mejor amiga.

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La “mejor amiga” ese ser casi mágico que algunas tienen la suerte de conservar desde que usaban pañal hasta que lo vuelvan a usar. Que muchas buscamos desde que  los quioscos y anuncios nos presionaban para encontrar a ese alguien especial con la que compartir una pulsera hecha a mano o la mitad de un colgante. Hay quien la encontró a la primera, o quien ha tardado muchos intentos. O incluso que nunca aparece.

Aun así hasta esa relación tan especial puede acabarse. NO es un DRAMA.

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Bueno, al principio un poco si. Te sentirás solita, quizá abandonada, como si hubieras acabado con algo que te podía haber salvado la vida. Pero no, la vida sigue, siempre lo hace. Y a veces incluso lo hace mejor. Porque estas amistades son resistentes a muchas cosas, solo tienen una criptonita, el tiempo.

La gente cambia, las situaciones a veces te hacen ver que esa persona tan supermegaideal no lo era tanto, y que llega un punto en el que no estabais tan hechas la una para la otra.

Cuando el fin se desencadena es sutil, mucho más que una ruptura con tu pareja, normalmente porque son más años y tampoco quieres ver que ya no funciona, que ya no te llena hablar con ella o que no entiende como antes tus puntos de vista, se queja de todo lo que tiene que ver contigo, ya no le interesan tus historias de hombres/mujeres/aliens/elfos/orcos/unicornios…

Y a veces lo paras a tiempo, y otras no. Te aferras con tanta fuerza a algo que ya no funciona que solo consigues dos cosas: cagarla y hacer daño.

Pero la vida sigue, siempre lo hace, y esa persona a la que quiste tanto seguirá por su cuenta y tu por la tuya. Siempre quedaran los recuerdos bonitos y lo unidas que estuvisteis. Regalos hechos desde un talento extraordinario para las manualidades, o solo hechos.

Pero a veces las cosas se rompen, y a veces se llenan de tristeza y dolor antes de seguir adelante.

Las cosas pasan, la vida cambia y nuestra mejor amiga siempre será la que más nos quiere, la que mejor nos entiende y la que más se entusiasma con nuestras historias de hombres/mujeres/aliens/elfos/orcos/unicornios.

Helen Beta