Amigas, todas estamos acostumbradas a ver la palabra «next». ¿Que no te entiendes con tu pareja? Next. ¿Habéis discutido? Next. ¿Tu amiga ha hecho algo que no te gusta? Next, next, next, gente tóxica. Evidentemente hay casos más que justificados para el uso de esta palabra (falta de respeto, abuso, pérdida del amor/amistad, etc.), pero tenerla por norma me parece excesivo.

No soy ni mucho menos una abanderada de lo que llamaban «las relaciones de antes», es decir, aguantar (básicamente la mujer) y durar juntos hasta que la muerte los separe de hastío. No. Lo que trato de decir es que la confianza y hablar con elementos básicos en una relación con cualquier persona querida. Sea una pareja, una amistad o familia, no importa. Si aún hay cariño y no es alguien que nos dañe y nos perjudique, abramos una puerta al diálogo, por favor.

Evidentemente que no somos psicólogas de nadie y que cada uno y una tiene que lidiar con sus propias carencias, pero sin necesidad de convertirnos en salvadoras, tal vez lo único que necesite la persona que tenemos al lado es un poco de apoyo. Si le hace falta terapia deberá ir y lo tendrá que afrontar por sí misme, pero si tras la sesión se encuentra con un abrazo o un «ánimo, lo estás haciendo bien», creo que eso destruye más barreras y conecta más puentes que un «adiós, no eres para mí».

Porque cuando alguien no es realmente para nosotras, lo sabemos. Sí, queridas, lo sabemos, aunque a veces nos tapemos ojos y oídos. Pero si nuestro compañero o compañera es bueno con nosotros, y solo nos hace falta mantener una buena conversación, adelante.

En ocasiones el darse un tiempo (no, Ross, lo que tú entiendes por break no), soluciona muchas relaciones sin necesidad de llegar a un final definitivo.

Entiendo que el consejo sencillo es decirle a quien nos pide ayuda que se aparte, que rompa con todo o incluso que huya, pero deberíamos reservar este consejo para gente dañina. Al fin y al cabo, ninguno de nosotros ni nosotras somos perfectos. Nadie.

EGA