El otro día tuvimos revuelo en el grupo de Whatsapp de la Chupipandi. Fue un S.O.S en toda regla, un compromiso que no podíamos eludir, una preocupación que teníamos que resolver, JUNTAS.

¿Qué era aquello que reunía al grupo en deshoras un día laboral? Pues teníamos que comprobar que a Soraya no le hubiesen echado un mal de ojo. Sí, cómo leéis. Un mal de ojo, un trabajo, un “vahío”,  o cualquier cosa que concuerde con la superstición de la memoria colectiva latente en nuestro grupo.

 

A ver, que puede sonar algo raro, pero os digo que se dio de una forma muy natural. Soraya lleva un tiempo que está para que le den por culo (no literalmente, bueno no sé, no hemos hablado de sexo anal últimamente). Se pone enferma a menudo, le dan vértigos, le duele la espalda… Y de repente, cuando recupera un poco desarrolla una alergia en la piel de las piernas de la noche a la mañana, teniendo que salir corriendo a pincharse Urbason…Que puta mala suerte, las cosas como son.

Su madre le ha regalado una manita de esas negras para evitar las malas energías. Por lo visto la mano tiene que ser regalada o robada. O eso me han dicho…

La cuestión es que mientras nuestra amiga nos contaba por whatsapp su último viaje a urgencias, sugirió que quizás le habían echado un mal de ojo o algo parecido. Ya sabéis, en ese tono medio en broma medio en serio.

Habíamos pasado ya a los audios. Nos pasa bastante la verdad, de ahí que tenga que limpiar el móvil cada semana para liberar espacio.

–Soraya tía, yo es que no creo en esas cosas. Quizás andas con un estrés tan grande que te está afectando al sistema inmunológico. –A mí me va el rollo místico brujil pero hay creencias con las que no comulgo.

–Para saber si tienes un mal de ojo tienes que echar tres gotas de aceite con el dedo en un bol de agua haciendo un triángulo. Si alguna se parte es que hay envidia, y si las tres o dos se juntan es que hay un mal de ojo. – dijo  Cantu con convicción. La tia tiene el b1 de brujilda claramente.

– ¿Qué dices de que coja un plato? ¿Y qué hago con el aceite? – Soraya parecía estar resolviendo una ecuación diferencial.

–Tía Sori, si decides hacerlo grábalo y hacemos “la experimentación empírica”. –en realidad yo estaba deseando ver qué pasaba.

– ¡Si tía grábate! – la voz de Ana saltaba de emoción.

– ¿En serio vas a hacer lo del plato? –mensaje de Laura.

Soraya de repente no contestaba.

– ¿Tías, no lo estará haciendo sin nosotras? –preguntó Ana angustiada.

Unos pocos whatsapp después, en los que no sabíamos si Soraya estaba en modo Embrujadas,  o nos había mandado a la mierda, estuvimos hablando de los poderes beneficiosos del romero. El cual por supuesto, era más efectivo regalado o robado.

La pantalla de mi móvil cambió. Videollamada Chupipandi entrante. Soraya estaba invocando a nuestro coven de forma oficial. ¿Unirme a la videollamada grupal? ¡Por supuesto!

Y allí estábamos nosotras, cada una en mitad de su cotidianidad. Ana en la silla de ordenador, reventada de horas de hospital y estudio. Laura derramada en su sofá, ha cambiado de curro y se está adaptando aún a los horarios. Cantu comiendo bocatas de chorizo mientras su hijo trastea por el sofá y manda saludos a la pantalla. Y Mita…, ostia puta, ¡Mita! La que nunca escribe pero que está al tanto de todo también había acudido a la llamada.

–Soraya, voltea tu cámara que se vea el plato que tienes delante –

–Ostia sí. Bueno voy a por el aceite– en cuestión de segundos la gata de Soraya aparece y comienza a beberse el agua del plato. Y es que si tenéis gatos sabréis que aquel lugar donde ni el viento puede soplar…el gato se va a acercar y la va a liar.

gato-asomado

–Vamos yo estoy flipando de que estemos haciendo esto – comentó Laura divertida.

–Me ha dicho mi madre, que le han dicho, que ahora hay sarna por las ropas de internet–Cantu, aún como bruja de su casa, estaba abierta a más explicaciones plausibles…

– ¡Ostia Sori! ¡Tu ropa del  Shein! –recordé.

– ¡Qué no!¡Que compré pero aún no me ha llegado el pedido! –

–Ah, bueno….Aun así, si es sarna es algo más habitual de lo que se piensa. Eso tiene su tratamiento, lo tuve que estudiar en el ciclo. Por lo visto es por la noche cuando pica más porque los parásitos corretean por la piel con el calor de las sábanas o algo así…–

– ¡Tía calla ya! – me instó Soraya. Había comenzado a rascarse de sólo imaginarlo.

mujer-rascarse

Pasamos a materia guiadas por Cantu, que no dejaba de comer bocadillitos de embutido, nos estaba dando hambre a todas.

–Tía, no cae la gota– la mano de Soraya no dejaba de moverse intentando que se deslizara el aceite hacia abajo.

– ¡No toques el agua! – le advirtió Cantu. Todas nos tensamos un poco pensando en que pudiera rozar el agua con la yema de sus dedos.

– ¿y que significa que no le caiga la gota? –preguntó Laura dejando constancia de que pudiera ser algo importante a tener en cuenta.

–Que tiene la piel seca – contesté de forma obvia.

–Laura ponte la sotana y vete para su casa–Mita se lo estaba pasando de lo lindo.

Por fin consiguió que cayeran las gotas de aceite sobre el agua. Aguantamos la respiración y enfocamos la mirada buscando un comportamiento extraño en la materia.

Miramos a Cantu esperando que emitiera su veredicto experto.

–A ver, mueve la cámara que lo vea mejor… –

– ¿Es mal de ojo o sarna? –preguntaba Laura.

–No, no hay mal de ojo ni envidias– sentenció Cantu segura de sí misma.

– ¡Eso está estupendo! ¡Estás limpia! Bueno que tienes sarna de esa pero no tienes mal de ojo– Laura festejaba alegre.

–Lo mismo esto es como un test de antígenos, estás limpia ahora y dentro de un tiempo te da positivo–no podíamos parar de bromear.

 

Y allí estábamos las seis, soltando las tensiones del día, las preocupaciones y muchas carcajadas. Nos despedimos con la esa sensación de embriaguez que provoca la risa desenfrenada con las amigas. Algunas se fueron a dormir, otras se prepararon algo rápido de cenar. Pero todas nos fuimos a la cama con el corazón llenito, y quizás alguna se rascaría las piernas al taparse con la sábana.

Pd:

Tenemos las fotos y el experimento grabado en video gracias a Ana.

Soraya no tuvo la sarna, de repente se le pasó esa reacción. Sigue llevando la manita negra.

Laura esta ya más acostumbrada a sus horarios nuevos, no se pierde ni una.

Cantu tiene romero en la puerta de su casa pero no sé si es regalado o robado.

Mita no ha vuelto a participar en una conversación larga con nosotras pero sabemos que anda por ahí.

Jenny faltó ese día, pero fue respondiendo mensaje a mensaje a la mañana siguiente como hace siempre.

Y yo, yo me siento muy afortunada.

Witchy Vibes ladys.

Mariló Córdoba.