¿Estoy preparada para comprarme un piso?

 

Parece que al llegar a cierta edad todos tenemos que haber alcanzado ciertos hitos. Y a lo de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, hay que añadirle lo de tener una vivienda en propiedad.

Así, como si fuera fácil. Porque lo del árbol, pues… vale. Lo del libro… venga, nadie dice que tenga que ser muy extenso. Lo de tener un hijo… incluso en el caso de que la suerte esté de tu parte, hay que echarle pichón, eh.

Pero lo de la vivienda en propiedad… es otro nivel. Hay demasiados factores en juego y la mayoría no dependen de ti, por no decir ninguno más que la mera voluntad.

Todos queremos un trabajo estable bien remunerado, pero ya sabemos cómo está la cosa. La probabilidad de tener uno es solo un poco mayor que la de que te toque el cupón de la ONCE o la de que un pariente lejano que no conocías te legue su millonaria herencia.

Pero, bueno, no nos pongamos trágicos. Pese a que no es fácil, tampoco es que sea imposible.

Solo hay que saber si nos encontramos en la situación adecuada para lanzarnos a la aventura de convertirse en propietarios. De modo que, si estás pensando en adquirir una vivienda en propiedad, te invitamos a plantearte las siguientes cuestiones que tal vez te puedan ayudar a tomar una decisión.

 

¿Estoy preparada para comprarme un piso?

 

¿CUÁNTO GANO?

Es la pregunta más obvia: ¿Tengo los ingresos suficientes?

No obstante, aunque la respuesta sea un ‘sí’ sin fisuras, no podemos quedarnos solo en eso. Debemos saber cuánto ganamos y qué porcentaje de esos ingresos podemos permitirnos dedicar a la partida correspondiente a la posible hipoteca (la cuota no debe superar el 35 % de los ingresos mensuales). Por otro lado, debemos tener en cuenta también nuestro tipo de contrato, nuestra situación laboral, si el sueldo es fijo o variable, etc.

 

¿CUÁNTO DEBO?

No tener una hipoteca no significa que estemos libres de deuda. Debemos ser conscientes de los créditos, financiaciones y préstamos que tengamos activos. Así como del tipo de deudor que hemos sido desde la primera vez que utilizamos alguno de estos productos bancarios, ya que nuestro historial financiero es la carta de presentación que los bancos tienen de nosotros. Nuestros créditos pendientes, o la inclusión en alguna de las conocidas listas morosos a las que las entidades tienen acceso, pueden truncar nuestro sueño de hipotecarnos para lo que nos queda de vida laboral.

 

¿Estoy preparada para comprarme un piso?
Foto de Kindel Media en Pexels

 

¿CUÁNTO TENGO AHORRADO?

Los precios de las viviendas son siempre desde xxxxxx euros, sin embargo, no se trata solo de tener en cuenta los impuestos y demás gastos de los que hablaremos en el siguiente párrafo. Se trata también de que, para poder adquirir una vivienda, deberíamos disponer, como mínimo, del 20 % del valor del inmueble para aportar como entrada. Además de un 10 o 15 % adicional para cubrir los gastos relacionados con la operación de compra-venta.

 

¿CUÁNTO CUESTA?

Ya hemos comentado que al precio de venta hay que añadir el impuesto correspondiente (IVA o ITP, según el caso) y los gastos ineludibles, tales como registro, notario, tasas, etc. Pero, para tomar la decisión de convertirnos en propietarios, debemos conocer también todos los demás gastos en los que podríamos incurrir y aquellos que van asociados a la compra de esa vivienda. Estos serían las reformas, los pequeños arreglos, los muebles y decoración, las altas de servicios básicos (luz, agua, gas). Y también el IBI, la tasa de basuras, seguro de hogar, mantenimiento, cuota de la comunidad, etc. En definitiva, toda una plétora de pequeños, y no tan pequeños, gastos que pueden marcar la diferencia entre llegar o no llegar a fin de mes.

 

¿Tu cómo lo ves?

¿Crees que hay otros temas a considerar?

 

 

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