Carta de una fiel lectora:

Buenas, la verdad que os descubrí hace poco y ojalá os conociese desde hace mucho porque sois como un rayo de luz para mi y mis curvas, soy mucho de reírme de la vida y con ella, pero vosotras  me lo facilitáis muy mucho. Os escribo una historieta reciente la cual todavía estoy viviendo por si os resulta de vuestro interés y queréis publicarla, tengo alguna más con un gigoló frustrado y algún otro espécimen, lo dicho, muchas gracias por hacerme un poquito más feliz.
Bueno pues yo no suelo escribir mi vida en foros ni blogs ni redes ni nada, pero vosotras me tenéis enganchada, soy una persona con unas redondeces de 90kg. perfectas, pero todas sabemos que a veces esas redondeces te hacen sentir inseguridades y falsos complejos. A mi no me pasan cosas como a las protagonistas de las almibaradas comedias románticas que tan cachondas nos ponen en Navidad, yo más bien selecciono el tío al que me quiero tirar, marco el objetivo (siempre desde un punto realista) y disparo, normalmente me funciona bastante bien, pero hace unas semanas me pasó algo muy extraño.
Tengo una librería llena de libros para leer, por mi humilde establecimiento pasan personajes de todo tipo, pero en concreto me llamó la atención un tipo que vino a comprar unos libros para sus hijos. En fin la historia podría terminar perfectamente ahí, tiarrón de 1.90 eclipsa a librera y se marcha con sus libros por donde ha venido, fin de la historia, pero no….
Tuvo que volver… en principio a encargar otro ejemplar del que no recordaba el título, así que le di mi número de móvil para que pudiese enviarme por whatsapp la información cuando la tuviese. Esa misma tarde recibí su primer mensaje, muy cordial y educado al cual contesté con la misma cordialidad que en cuanto lo recibiese le llamaba. Hasta ahí todo normal, pero llegó el libro…. Cuando le avisé de que podía pasar a recogerlo cuando quisiera, su respuesta ya llevaba otro tono
ÉL_»eres la eficiencia hecha mujer»
YO_»ains me vas a sacar los colores»
ÉL_»no es mi intención, te invito a un café…»
Mare del amor hermoso, repito tiarrón de 1.90, macizorro, morenazo, sonrisa blanca perfecta de pícaro juguetón vs mis queridas redondeces…. Ains sé que alguna de vosotras me entenderá.
Total que empezó el juego. Primero vía whatsapp, me decía que se sentía atraído por mi, cómodo y excitado… si sí excitado también que me envió una foto para que lo pudiese comprobar con mis propios ojos… quedamos, recogió el libro y me invitó a mi ansiado café… pero ahí es donde la historia cobra vida. Empezó a contarme que era argentino, que vino aquí por trabajo, que era profesor de música y psicólogo, que yo le transmitía algo que nunca había sentido y que quería descubrir, que en sus ratos libres atendía a personas sin recursos que necesitasen terapia en un centro de Cáritas. Ahí saltó la primera alarma, la amiga de una amiga trabaja en dicho centro y siempre se anda quejando de que son todo tías y que así no hay manera, efectivamente ante la duda mi  amiga contacta con ella y le confirma las sospechas, ahí no trabaja ningún «Paco» (vamos a cambiar el nombre por aquello de la protección de datos, ya tu sabes…) y menos de voluntario.
Bueno no me importa mucho, es el típico fantasma ligón que necesita provocar  la admiración de su presa, da igual yo sólo le quiero echar un polvo después de haber visto esa foto, así que estamos empate…
Me habla y habla y habla de sus logros, de su vida de sus viajes, es increíble la capacidad imaginativa de una persona, hasta que empieza a hablarme de su mujer…
Lo mal que ella lo pasó cuando falleció su padre, la depresión que tuvo y lo abandonado que se sintió él, los cuernos que ella le puso y lo diplomático y sensato que fue el ante la situación. Pero claro que ahora era tarde, él nunca había buscado ni había necesitado mirar a otras mujeres y ahora de repente aparecía yo, que encajaba perfectamente en el perfil de mujer que le gustan… «rellenita, labios sensuales, ojos provocadores y un escote que no está nada mal» «es una necesidad el hablar contigo».
A mi cada vez me encaja menos todo, vamos a ser realistas, ¿¿a cuantas os ha pasado algo parecido?? un tiarrón macizorro de repente se fijaba en mi…?? A ver que yo me quiero mucho y me pongo cachonda cuando me miro en el espejo, pero que no!!!
Había algo que olía raro raro, cada vez era todo más raro.
Bueno al final nos liamos, besaba que te mueres y al ser profe de música imagínate como movía los deditos... Claro que no culminamos, para que os pongáis en situación, quedamos, vamos en el coche a un sitio que creemos discreto y apartado, empieza el show, en plena rebelión quinceañera pasa un señor en una bici, un anciano con su perro, un coche con un remolque de caballos y un pastor…. en serio, a mi me dio la risa, no lo puedo evitar, soy muy de reírme… total que visto que no era viable, (a parte porque le dije que tenía de visita al inquilino comunista, cosa que era mentira pero que suelo decir cuando no lo tengo claro), nos fuimos, supuestamente él tenía cita con sus pobres para darles terapia y yo tenía… bueno tenía que averiguar… a todo esto una de mis amigas ya me advirtió «si tiene que mentir para echarte un polvo es porque no te lo va a saber hacer, es un pinpín y te lo vas a comer con patatas»
Total, resumiendo, que no  sabía ni su apellido y no me quería dar más información que la que se inventaba, pero cometió un fallo, toca en un grupo local y me pasó el enlace  por si lo quería ver. Sólo tengo que decir que soy hija de policía y que algo se me ha tenido que pegar. Le encontré, en una página de búsqueda de empleo donde pone que ha trabajado de limpia cristales en Córdoba. Ahora estoy en la tesitura de si le llamo para que me limpie los cristales o para que se coma lo que dejó caliente…