Yo que siempre me he enorgullecido de ser una chica de normas, decente y formal, descubro que contigo no hay reglas que valgan. Contigo soy capaz de saltarme cada uno de mis buenos propósitos y cruzar la calle con el semáforo en rojo con tal de seguirte. Me llevas al límite y me encuentro enredada contigo en un portal a medianoche con el vestido subido hasta las caderas y tus manos perdiéndose en mi cuerpo. Y ahora no hay vuelta atrás. Todo contigo me parece auténtico, y lo peor de todo es que crea adicción. Todo tú eres una puta adicción joder.

Sacas de mi interior mi lado más salvaje, más libre, más auténtico. Ese que llevo mucho tiempo reprimiendo y que se esconde detrás de mi cara de niña buena. Esa que te vuelve loco y que te encanta ver cómo se sonroja cuando la provocas.  Esa que desaparece en cuanto conecta contigo y siente que ha iniciado un camino de no retorno. Porque en ese momento, la niña buena ya no existe. Quedan atrás las formalidades, las fachadas y el saber estar. En ese momento ya no tengo que fingir, ya no tengo que reprimirme. Por fin puedo abrir las puertas a lo que tantas veces he mantenido oculto en mi interior.

Y lo peor de todo es que yo no sabía ni que esa faceta de mí existía. Y has tenido que ser tú quien me la descubra. Llevaba tanto tiempo queriendo mantener un estilo de vida formal y socialmente aceptado, que me olvidé de ser yo. Enterré mi lado más auténtico viviendo una realidad que yo creía la ideal. Pero que en el fondo, no me hacía feliz porque en ese mundo, sólo interpretaba mi papel.

 Y ahora que te conozco, me siento liberada. Porque sólo tú has sabido ver a este diamante en bruto y has sido capaz de llevarme al límite. Lo suficiente para asomarte dentro de mí y decidir que te gusta lo que ves. Entonces es cuando entro en pánico y me escondo de nuevo. Porque mi verdadera esencia a veces me da miedo. A veces pienso que no encaja con este mundo en el que vivimos y que lo mejor es ocultarla y reprimirla.  Pero vuelves a hacerlo, vuelves a liberarme. Y surjo de nuevo como un tsunami arrasando con todo lo que encuentra. Ya no me importa nada. Sólo quiero volver a sentirme tan libre y relajada como me siento cuando estoy contigo.

Y es que contigo no hay reglas que valgan. Sólo buscas lo auténtico, lo real. Que se erice la piel con sólo una caricia, poder ver a través de mi mirada, saber interpretar cada uno de mis gestos, leer mi lenguaje. Ese que te muestra mi verdadero ser, mi esencia. Y no el papel que estoy interpretando en ese momento. Aunque te guste jugar conmigo mientras lo hago sólo para ver mi cara de pánico cuando siento que he perdido el control de mi interpretación.

Así que gracias. Gracias por liberarme de mi propia cárcel. De ese mundo paralelo que escondía en lo más profundo de mi interior. Porque es en ese mundo en el que realmente podrás encontrarme y conocerme. Pero sobre todo, gracias por querer quedarte y por enseñarme, que mi mundo interior no está obligado encajar con el exterior que nos rodea. Que al fin y al cabo, se trata de vivir libres y sin ataduras, siendo 100% nosotros mismos, siendo 100% auténticos.