En mi post anterior ya os conté que mi ex es un verdadero perro del hortelano, esto hizo que me sintiese cohibida a iniciar relaciones nuevas, a ligar o gustar. Por eso, cuando me enteré de su traición me liberé, me dolió en el alma porque lo consideraba, pese a todo, un amigo, pero la liberación que he sentido ha sido inmensa.
Bien, dejando dramatismos a un margen, la verdad me lanzó al mundo de Tinder. Situación: mujer de 37 años, con un solo hombre en su vida y encima con una cornamenta hermosa. Evidentemente mi perfil es cauteloso, fotos de mis ojos, media cara, de espaldas, otro nombre…en fin, un poco camuflada, porque solo me falta encontrarme gente conocida (lejos por favor).
Sinceramente no me esperaba respuesta alguna o nula (¡bendito amor propio!) pero, madre mía,¡¡no sabéis lo que es eso!!! Un catálogo sin fin de hombres, más o menos afines a mis gustos pero, me pregunto… ¿Qué he hecho yo todos estos años llorando por mi ex? El imbécil.
Llevo dos semanas y ya he conversado con unos cuantos. A algunos los he bloqueado, otros lo han hecho conmigo y en medio de esta vorágine unas ofertas interesantes…(al menos te suben la autoestima).
Por un lado me invitan a cervecita y nos conocemos, por otro a patinar (he de decir que este plan me ha parecido súper original y lo mejor, ¡¡no sé patinar!!) y otro directamente a cenar cerca de su casa (si, todas sabemos cómo acabaría esta cita).
Realmente no sé si estoy preparada para tener relaciones aún, mis amigas dicen que una vez puesta no voy a parar…evidentemente las creo, son mis amigas (locas perdidas pero mis amigas) pero creo que he de encontrar el momento y la persona o, beberme dos chupitos de tequila (no quiero hacer apología del alcohol bajo ningún concepto pero en este caso igual sí es necesario).
Me aterra mi primera cita con otro hombre, ¿le gustaré?, ¿me gustará?, ¿me divertiré o querré salir corriendo? Pues todo esto os lo cuento en un próximo post porque en breve ¡¡ inicio ronda!!
Lo que sí está claro es que el mundo sigue rodando y que siempre hay un roto para un descosido ;), simplemente hay que vivir.