Todo el mundo que me rodea, más o menos cercano, conoce mi activismo, mi bodypostivismo, mi amaatodoelmundoismo. Desde mis mejores amigas de toda la vida, hasta mis compañeros de clase o trabajo, pasando por todas las personas que me siguen en redes sociales, es algo que abandero con orgullo, una causa que espero no abandonar jamás.

Que veo OT también es algo sabido por todo mi entorno, soy fan por y para siempre, no lo puedo evitar, me dejo el alma en ese concurso. Nivel: me he vuelto a hacer Spotify Premium única y exclusivamente para poder escuchar las canciones de las galas en bucle justo al día siguiente.

El caso es que, para mi sorpresa, desde el minuto uno que veo o comparto mi pasión por OT con alguien que me conoce y sale por H o por B en la conversación o en el vídeo que estamos viendo Itziar, el comentario que sucede SIEMPRE es: ‘a ver Tere, que yo sé que tu eres muy de body postive, ¿pero no crees que Itziar está un poco pasada?’

No me ha pasado una vez, ni dos veces, ni tres veces, para seros exactas, creo que llevo nueve personas que me han hecho el mismo comentario, variando un poco la sintaxis, pero no el significado. A lo cual siempre, todas las veces, como siempre que sale el tema de la aceptación, intento respirar hondo, pensar qué quiero decir y cómo decirlo y luego ya ponerme a argumentar. ¿Por qué? Pues porque como deje a mi alma radical imponer sus ideas al final no consigo una mierda, me voy frustrada a casa y la persona que realmente quiere entenderme, hace de todo, menos entenderme.

Casi todas las veces he intentado responder con otra pregunta que viene a ser como esta: ‘¿cómo que pasada? ¿qué es estar pasada?’. Lo hago para que se atrevan a formular sus pensamiento de verdad en voz alta, sin eufemismos, sin maquillaje rancio que oculte la gordofobia, el machismo y el olor a naftalina. Ahí es cuando se atoran: ‘ay, pues no sé, tú me entiendes, ¿no? Como que está muy gorda, pero en plan mucho, ¿no?’

¿Alguien me puede decir quién decide el límite de estar lo suficientemente gorda para que no sea escandaloso, reprochable y destacable? ¿Cuál es el peso exacto en el que dejas de estar gorda y empiezas a estar ya ‘pasada’? ¿Exactamente que número tiene que marcar la báscula para pasar de ser gordimona a foca-bumbum?

Por suerte, todas y cada una de las charlas que he tenido sobre este tema en particular han sido con mujeres y hombres dispuestos a escuchar, entender y preguntar. Me he sentido satisfecha con la conversación, con el debate y con los resultados. De hecho, el que más me gustó fue el que tuve ayer con una amiga de mi misma edad que me dijo ‘Dios mío, es que soy una machista superficial y ni yo misma lo sabía’.

Todos somos, en innumerables situaciones, unos machistas superficiales de mierda. Ya sea con gordas, con delgadas o con deformes. Todos nos hemos sentido, alguna vez en la vida, en la posición de habernos permitido juzgar con la mano en el pecho y la estima en el cielo algo del cuerpo de alguien que no nos parecía lo suficientemente válido y, joder, qué lástima.

 

Itizar Castro no está un poco pasada, Itziar Castro está justa y exactamente como ella quiere estar y si no quiere estar así eso es problema suyo, no tuyo. No eres quién para juzgar, opinar o manifestar tus cavilaciones sobre su cuerpo porque, ¡SORPRESA!, es suyo.

Que esté más o menos gorda, que sea más o menos alta, que sea más o menos convencional no te da permiso, no te excusa, no te justifica. Es igual de dañino e intolerable que le digas a tu amiga la gordibuena que pierda dos kilos que que le digas a Itziar que pierda 50. No hay límite que te permita tener este tipo de pensamientos. ‘A partir de que pese 120kg ya es lícito decir que debería adelgazar’: NO. Ese pensamiento no es lícito jamás. Ni ese ni ninguno del estilo. Independientemente de su peso todas las personas merecen el mismo RESPETO.

Como siempre, en esta web, clamamos por ampliar este pensamiento a cualquier otro juicio, físico o psíquico. Aquí queremos que nos queramos, de tú a tú, de mí a ti y de ti a mí. Queremos AMOR, EMPATÍA y LIBERTAD. Queremos que puedas estar y ser como te dé la gana y que no por ello seas más o menos. Queremos compartir y enseñar nuestra filosofía de vida porque creemos fervientemente que así es como debería girar el mundo.

Queremos Itziars por todas partes, queremos que se respeten a las Itiziars, queremos que algún día quieras ser como Itziar, queremos que te sientas bien siendo Itziar. Queremos que te quieras siendo tú. Sin apellidos, sin límites, sin pesos.