La primera Navidad sin mis hijos

 

Me encanta la Navidad. Es mi fiesta favorita, siempre lo ha sido.

De niña era, sin duda, la mejor época del año para mí. Al crecer perdió un poquillo, pero nunca dejaron de gustarme. Incluso cuando iba pelada de pasta y tenía más ganas de salir con mis amigos que de ver a mis tíos del pueblo, seguí disfrutando de las navidades.

Sin embargo, nada comparable a lo que estas fiestas significan para mí desde que me convertí en madre. Con niños la cosa sube de nivel.

Mis primeras navidades con un bebé en brazos fueron las mejores de mi vida. Aunque nada que ver con la primera mañana de reyes con un trío de niños en edad suficiente para vivir la magia y la ilusión de estas fechas.

Recuerdo todo esto con nostalgia y un nudo en la garganta, porque hace unos meses que me separé oficialmente y esta será la primera Navidad sin mis hijos.

A finales del año pasado ya estábamos iniciando los trámites, si bien todavía no habíamos llegado a firmar un acuerdo de separación. Ni siquiera habíamos hablado de custodia ni régimen de visitas. Mi ahora ex se había ido del piso, por lo que los niños pasaron conmigo las fiestas mientras su padre se fue a casa de su familia. Se los llevó con él en Año nuevo y a comer en Reyes. Y, aunque a mí me pareció que simplemente había fluido de esa manera, el juez lo tomó como punto de partida. Así que hace solo unas semanas que se decidió que este año me toca a mí pasar Fin de Año con ellos. Es decir, que esta será la primera Navidad sin mis hijos desde que di a luz al primero.

Y lo llevo fatal.

Si es que aún no me he acostumbrado a estar sola en casa los fines de semana que se van con su padre. ¿Cómo voy a llevar bien estas fiestas sin ellos?

La primera Navidad sin mis hijos
Foto de Cottonbro en Pexels

Es imposible. Si ellos no van a estar, para mí ya no hay Navidad. Todavía no me creo que me tenga que perder sus nervios a la hora de irse a la cama. La cabalgata. La alegría al levantarse con toda la emoción por ir a ver si hay paquetes bajo el árbol. Las miradas de complicidad del mayor, ahora que ya no cree y se esfuerza en mantener la farsa por sus hermanos pequeños.

Me voy a perder sus caritas cuando abran los regalos de Papá Noel y de Reyes.

La inocencia de los niños tiene fecha de caducidad y me duele un mundo pensar que no voy a poder ser testigo de la mitad de los pocos años que les va a durar.

 

La primera Navidad sin mis hijos

 

Mi madre insiste en que vaya a su casa con ellos, mi hermana y su familia. Pero no quiero, no voy a ir porque sé que voy a estar amargada y no quiero extender mi amargura a nadie más. Creo que me voy a meter en cama sin cenar, a dormir todo lo que pueda para ver si se me pasan los días más rápido. Porque hace muchos años que estas fechas son por y para mis niños, no tienen sentido sin ellos.

Supongo que me leerán muchas mujeres que estén pasando o hayan pasado por la misma situación. ¿Vosotras cómo lo llevasteis? ¿Algún consejo?

 

Marga

 

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