Lo que he aprendido en 30 años con SOP

Tengo 46 años y llevo desde los 14 con síndrome de ovario poliquístico (SOP). Como podéis suponer, en estos 30 años de periplo he vivido todo tipo de cosas, y me gustaría contaros mi experiencia (ojo, la mía, no es generalizable) por si os puede ayudar de alguna manera.

  1.       Hemos avanzado mucho. Puede parecer que no, pero desde principios de los 90 a ahora han cambiado muchas cosas. Para que os hagáis una idea, los primeros años con SOP tuve dificultades para que me recetaran la píldora por cuestiones morales (14 años, cuestiones morales, ahí lo dejo). En estos años se han ampliado muchísimo las posibilidades de tratamiento y el conocimiento al respecto de ginecólogos y endocrinos. Queda mucho, pero hemos ganado mucho.
  2.       El SOP no se soluciona teniendo hijos. Creo que a estas alturas lo sabemos todas, pero no está de más recordarlo. Os lo dice una con dos criaturas. No os dejéis tomar el pelo.
  3.       ¿Qué médico escoger? ¿Hombre, mujer, ginecólogo/a, endocrino/a…? Mi experiencia es que no hay diferencias importantes y que se trata de dar con alguien que sepa del tema y que no te despache con el primer medicamento que le interese recetarte. Hay profesionales que saben mucho y otros/as que no tienen ni la menor idea. Probad e insistid hasta que den con el tratamiento que se adapte a vosotras.
  4.       Relacionado con lo anterior: exigid respeto. En treinta años de visitas al médico he oído muchas barbaridades y he sido puesta en entredicho demasiadas veces. Y no siempre han sido hombres. Me he encontrado médicos que me ponían en duda, que creían que me estaba “inventando” mi SOP (ojalá), que resoplaban cuando les pedía alternativas al medicamento que me estaban ofreciendo porque ya sabía que no me iba bien, a los que les molestaba que después de tantos años supiera de mi síndrome tanto o más que ellos… Ni sois unas locas ni tenéis por qué aguantar menosprecios de manos de incompetentes. Igual que respetáis al médico, él debe respetaros a vosotras como pacientes.
  5.       No demonicéis la píldora de entrada. Pero no os conforméis si no os va bien. Hoy en día tenemos píldoras de diferentes tipos, parches, anillo vaginal, DIU con carga hormonal, metformina… Se trata de encontrar lo que te encaje, y puede ser la píldora (o no). En mi caso solo una me va bien, y me va mejor que cualquier otro tratamiento que haya probado. Os recomiendo no dar nada por sentado.
  6.       Cuidarse ayuda, pero no soluciona el problema. El deporte y la dieta equilibrada ayudan con los síntomas y previenen efectos indeseados (tan importantes como un accidente cardiovascular a edad temprana o mayores posibilidades de padecer depresión), pero, en mi experiencia, comer sano y moverse no resuelve el SOP. Al menos no lo ha hecho en mi caso.

A todas las que tenéis SOP, mucho ánimo, mucha paciencia, cuidaos y quereos mucho y no os dejéis pisar.

Cristina Pérez