Al principio no ves ningún fallo, ¿verdad? Cuando empiezas con alguien, una noche de fiesta, una cena con hotel, todo es perfecto y todo entra dentro del deseo desenfrenado de follar como si no hubiera un mañana. Pues yo con Kike igual. Nos metíamos por todos los recovecos del cuerpo del otro y ahí no había ni vergüenzas, ni pudores, ni asquitos.

Pero ya sabemos que todo eso, tarde o temprano, se queda en el olvido, y si la cosa sigue adelante, como siguió la nuestra, lo cierto es que sigue de otra manera. Una manera más controlada, con más límites, más perezas, más líneas rojas. Las prioridades cambian (más vale, porque estar 24/7 pensando en zumbar no puede llevarte muy lejos) y las exigencias también.

Yo empecé a notar que a Kike le olía la polla mal. A pis rancio, concretamente.

No hablo de un sudor de huevos normal y comprensible, dado que los huevos sudan, sino de un fuerte olor a orín que echaba para atrás. No me podía explicar cómo no me había dado cuenta antes, porque como digo, nos habíamos comido todo lo comible un millón de veces, pero claro, un olor así no aparece de un día para otro, ¿no?

A mí me parecía el resultado de no secarse el pis después de mear, aunque también es verdad que he estado con varios tíos que no lo hacían, es decir, meaban y, después de la última gota, padentro, y luego aquello no olía a baño público de estación de autobuses.

Empecé por inventarme excusas para no comérsela (dolor de garganta, llagas en la boca, contractura en el cuello), ¿cómo le dices a alguien que medio te importa, que por favor se lave la po__a?

Me angustiaba muchísimo la idea, pero sabía que en algún momento iba a tener que enfrentarme al problema. Así que se lo dije, de la manera más cariñosa que supe, teniendo en cuenta que me daba un poco de rabia ser yo la que lo estaba pasando mal (por si se enfadaba), cuando el que no estaba haciendo una de las tareas básicas del ser humano (limpiarse) era él. Joder, un poco de respeto, ¿no?

Pues, tal y como sospechaba, se lo tomó fatal.

Como si se lo dijera yo por tocarle los huevos o por hacerle daño, o por reírme de él. Obviamente, aludió a que yo nunca había tenido ningún problema, hasta ahora, y le contesté que yo era la primera sorprendida por eso. Se puso loco, se piró, y se pasó una semana casi sin llamarme ni responderme a los whatsapps.

Yo ya decidí pasar de él definitivamente, o sea, encima que me toca el marrón de decírselo voy a ser yo la mala. Al poco tiempo, empecé a ver en insta que estaba con otra tía y le miré el perfil a ella, que lo tenía abierto. Me quedé muerta cuando vi un montonazo de fotos de ella con Kike, y comprobé por la fecha que muchas coincidían con el momento en el que también estaba conmigo.

Até cabos, no sé si bien o mal, pero até cabos, y me imaginé lo peor: que efectivamente, la explicación del olor asqueroso de su polla no fuera que no se limpiaba el pis sino que no se limpiaba después de follarse a otra. Llegué a vomitar del puto asco y de la mala hostia, y le mandé un DM a ella contándoselo todo, tal cual. 

No sé qué habrá pasado entre ellos y tampoco me importa, pero un tío con tan poco respeto a una pareja sexual (aunque no fuera yo nada más que eso) no merece que lo proteja nadie. Espero que le haya mandado a la mierda.

Anónimo.