Hoy día vivimos en la era de Mr. Wonderfull donde todo puede ser y es maravillo, ponte una sonrisa en esa carita tan preciosa y tira para delante que tú puedes con eso y más ¿verdad?

La carga de ser feliz todos los días a todas horas o tener que serlo en determinados momentos trae consigo una lacra muy grande. Y es que el día que te encuentras ante esa situación y no te sientes todo lo feliz que se supone que deberías te asustas, y mucho.

 

¿Cómo es posible que no sea feliz con este trabajo? ¿Cómo es posible que no sea feliz con mi pareja si es ideal? Y un largo etcétera de situaciones.

El problema que tiene todo este movimiento de “Se siempre positivo y feliz, que de todo se sale” es que en situaciones en las que te encuentras mal, sientes sin darte cuenta que están invalidando lo que sientes, y eso te hace no saber muchas veces expresarlo ni manejarlo.

Pero la felicidad según como nos la vende esconde una serie de “trampas” que son importantes de conocer, ya que así entenderemos mejor y dejaremos de sentir esa culpa que nos llega a invadir en ocasiones cuando no nos sentimos así.

  1. El estado natural de las personas no es estar feliz

Cuantas veces habrás escuchado a alguien decir, ¡pero cómo puedes estar triste! Si lo tienes todo en la vida, no te falta comida en la nevera, tienes una casa maravillosa, agua y  un montón de gente a tu alrededor que te quiere ¿Qué es lo que te puede faltar?

No se trata de que te falte más o menos la mayoría de las veces, está claro que tener las necesidades básicas son de vital importancia para encontrarse bien, pero esto más que felicidad te puede aportar tranquilidad, que no es un estado de ánimo en sí mismo.

Lo normal para todas las personas es que nos encontremos en un constate fluir de emociones tanto las positivas como las negativas, ya que todas son necesarias y tenemos que experimentarlas.

No podemos pretender que solo una emoción o unas pocas de emociones positivas dirijan y estén presente en nuestra vida, habrá momentos y situaciones en las que también tendremos que estar ansiosos o nerviosos, como por ejemplo ante situaciones en las que nos sentimos más inseguros o ante situaciones nuevas que no sabemos bien lo que va a pasar.

Es curioso pero las emociones negativas son vitales para un buen funcionamiento psicológico. Sin ellas no aprenderemos, mejoraremos, no nos replantearíamos las cosas que queremos o necesitamos y por supuesto es natural y muy sano sentir miedo cuando hay peligro, si no malamente sobreviviríamos.

  1. La felicidad se tiene que mantener todo el tiempo

Realmente la definición de felicidad es bastante ambigua ya que para dos personas no tiene por qué significar lo mismo. Podemos decir a grandes rasgos que eres feliz cuando tienes una vida rica, plena y que es importante y significativa.

Tenemos demasiado miedo a salir de ese “estado” porque no me gusta cómo me hace sentir, me hace cuestionarme a mí mismo y lo que tengo o hago y eso en ocasiones me da miedo.

 

 

Esas emociones también son adaptativas, y tenemos que aprender a disfrutarlas y escucharlas. Si solamente sintiéramos felicidad constante, ese sería nuestro estado “normal”, por tanto, cuando algo fuera realmente especial no sabríamos diferenciarlo porque ante todas las situaciones sentiríamos lo mismo.

Ponte a pensar por un momento en uno de los días más felices de tu vida, ¿Cuánto pudo durar ese estado realmente? Finalmente en algún momento sigues con tu vida y te van pasando cosas que no son tan buenas como esa o malas y aparecen otros sentimientos como la tristeza o la ansiedad, pero eso precisamente te hace disfrutar más de ese momento especial donde te sentiste especialmente feliz.

 

Las emociones son un poco como las relaciones ya sea con tu pareja o con tus padres o amigos, puedes estar muy enamorada de tu pareja quererle muchísimo y compartir todo y más con esa persona, y ciertamente casi siempre te hace feliz pero también tiene esa parte que te saca de quicio o cuando discutís aparece la tristeza. Pero eso no quiere decir que esa persona en si te deje de hacer feliz, simplemente hay momentos.

Por lo que si lo entendemos con las relaciones con los demás, tenemos que entenderlo con nosotros mismos, que nuestras emociones van cambiando y dependiendo de los momentos o situaciones pueden aparecer otros y que la ausencia de felicidad en ciertos momentos no es nada malo.

  1. Si no estás feliz es que algo raro te pasa

Parece que si un día por la mañana no te sientes la persona más feliz y positiva del mundo, algo malo te pasa y necesitas consultar con un especialista de la salud mental ¡Pero ya!

Tenemos que dejar de ver enfermedades mentales donde no las hay, porque no es lo mismo una depresión, donde la tristeza y el malestar se apodera de toda la vida de la persona durante mucho tiempo, a tener rachas o días de bajón.

Los días tristes, los días en los que estas mas irritable, forman parte de nosotros y debes entender que forman parte de un estado de ánimo normal. Es más, son indicadores de salud mental.

Créeme, si ante cualquier situación de tu vida, todos y cada uno de los momentos de tu existencia fueras tremendamente feliz ¡Aquí es donde tendríamos un verdadero problema de salud mental!

 

Tenemos que perderle el miedo a esas emociones que no nos gustan tanto, porque van a formar parte de tu vida, y en tu mano esta saber gestionarlas o dejar que te superen, y es cuando no podrás disfrutar verdaderamente de la felicidad.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

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