Hola queridas, empezaré diciendo que aunque os sorprenda soy un tío, he leído por aquí algún que otro artículo de chicos, pero lo menos. Yo llevo leyendo WLS desde que entré en la universidad, creo que van cinco años. Nunca me ha dado por escribir porque me parece que es un espacio reservado para vosotras, pero leer lo que es leer, cada maldita semana.

¿Por qué decido escribir ahora? Pues mirad, porque me ha pasado la cosa más preciosa de mi corta existencia y necesito compartirlo. ¿No tienes amigos? Por supuesto, y se lo he contado a todos y cada uno de ellos y de ellas, de hecho los más cercanos están a punto de mandarme a la mierda por jodido cansino, pero bueno, yo sigo aquí. ¿Familia? También lo saben todos, hasta la abuela, la cual me ha dicho que me da dinero para pagarme un vuelo a Sao Paulo, pero no adelantemos acontecimientos.

Acabo de terminar la carrera de Derecho+ADE y después de cinco años de absoluto y completo martirio mis amigos más cercanos y yo decidimos que nos merecíamos un fin de carrera en condiciones. Hubo una organización por ahí para ir de crucero por el Mediterráneo toda la clase entera, pero mira, menudo coñazo. Paso de irme de viaje con seres humanos con los que no he hablado en cinco años, sinceramente. Así que nosotros por nuestra cuenta y ellos por la suya, fue lo mejor que nos ha pasado.

Nos fuimos a Malta, siete días. Viaje organizado con todo incluido, fiesta en barco y excursión a una isla maravillosa que se parecía a Mako y por fin pude cumplir mi sueño de sentirme sirena, mi marica adolescente estaba living. EL CASO, que a mi Malta, lo que es Malta en sí pues mucho tampoco me gustó. Quizá fue porque casi tampoco nos dedicamos a hacer turismo, pero lo poco que vimos, más bien un truñazo.

Malta es para salir de fiesta, fiesta la cual se concentra toda en una calle, una calle llena de señoras y señores heteros que tienen la mayoría de edad recién adquirida, con alcohol muy barato en cada discoteca, entrada libre a las cuales y locales de comida rápida al lado de cada una. Que si te mola el rollo es lo más, pero a mí, sinceramente, no me gustó mucho. Me lo pasé guay con mis colegas, pero yo lo que quería era un amor de verano bajo la atenta mirada del Mediterráneo, que uno es marica sí, pero también romántico.

¿Qué hace un romántico cuando el amor no se presenta ante sus ojos? Se baja Grindr. ¿Qué es Grindr? Una aplicación gratuita para ligar entre maricas. ¿Encontré el amor? Evidentemente.

De evidentemente nada, en realidad. Porque me he borrado y vuelto a instalar esa aplicaciones más veces que vueltas a mi horóscopo le doy cada semana. Nunca me ha funcionado en España, eso es una app de sexo y lujuria y yo aquí, por más que quiera intentarlo, no soy nada de eso, qué desgraciado me hicieron mis papás.

El caso es que hice match con un señor muy mono, así poquita cosa, delgadito, estrecho y no demasiado alto, con el pelo largo, moreno y ridazadete, a lo Jesucristo, barba incluida. No me llamó mucho la atención así de primeras, pero su descripción sí me gustó, era algo así como ‘los años, los amores y las copas de vino no se cuentan’. Empezamos a hablar y quedamos esa misma noche, en la calle de salir de fiesta. Me dijo que no le gustaba mucho el ambiente, que si nos podíamos ir a dar un paseo por la playa. ¿EL HOMBRE DE MI VIDA? YO DIGO SÍ.

Tenía cinco años más que yo, trabajaba para Google en Nueva York, pero era de Sao Paulo, estaba viajando solo por toda Europa durante todo el verano porque quería vivir aventuras y conocer a gente interesante, ya había estado en España y la ciudad que más le gustó fue Sevilla, hasta el momento dice que la comida que más le ha gustado es la nuestra y después la italiana, estuvo en Disney Land Paris y dice fue el mejor momento de su vida. Acabamos follando en la terraza de mi habitación al aire libre, como no podía ser de otra manera.

Me enamoré, de verdad de corazón. Estuvimos hablando hasta las cinco de la mañana y follando hasta las ocho. Desayunamos juntos y me invitó a dormir al piso en el que se hospedaba, el cual, como no podía ser de otra manera, estaba en primera línea de playa con balcón. Me hizo de comer comida brasileña, bueno, dice que eso no era del todo brasileño porque le faltaban ingredientes, pero mirad chiquis, me la sudó entonces, me la suda ahora y me la sudará de por vida. Comida brasileña y punto. Pasamos el resto del día juntos y voy a dejar de describiros paso a paso cada cosa que hicimos porque me vais a mandar a la mierda como toda hija de vecino a la que le he contado la historia.

Se fue al día siguiente por la noche y estuvimos juntos hasta entonces,  QUE HASTA LE ACOMPAÑÉ AL AEROPUERTO POR EL AMOR DE DIOS. Tentando de irme a Grecia con él y seguirle país por país hasta el fin del mundo. Lástima que yo no trabaje en Google y no tenga dinero para hacer eso, la verdad.

Sé que fueron dos días y que igual toda la magia está ahí, en que fue breve y no nos dio tiempo a conocer la parte fea que todos llevamos dentro. Sé que estoy como una regadera y que vivo dentro de una comedia romántica americana, pero joder, es que llevo esperando que me pase algo así desde que tengo uso de razón y nunca había tenido nada que se le parezca ni un poco.

Mis familiares y amigos me dicen que estoy loco de remate, pero mi santa abuela me dice que solo se vive una vez y que ella me paga el billete a Sao Paulo a estar allí con él, pero que por lo menos me vaya tres semanas o un mes, que si no ella no invierte. Él me ha dicho que está deseando volver a verme y que un mes le parece hasta poco tiempo. Mi gente me dice que estoy de remate y, qué queréis que os diga, es que no tengo absolutamente nada que perder, si sale mal, pues me vuelvo, ¿no?

Os estoy escribiendo como para pediros permiso y opinión, que aquí soléis estar muy cuerdas, aunque en realidad creo que tengo la decisión tomada desde que mi señora abuela me lo propuso. ¡¿QUÉ HAGO SEÑORAS?! ¿¡ME VOY NO?!

Capoeiro.