Bienvenid@s a un breve repaso de cinco de los tópicos y /o ideas a las que estamos acostumbrados cuando pensamos y hablamos del pene/polla/ miembro viril (y todas las demás palabras del rico idioma español que hacen referencia)

 

El tamaño importa:

Si bien, estamos ante una verdad realmente cierta, hay que ubicarla en su sitio y cargarla de sentido. El tamaño tanto largo, como anchura es obviamente importante de cara a satisfacer las relaciones sexuales cuando hablamos de penetración (sea del tipo que sea, pero en este sentido vamos a referirnos a la vaginal)

Bien, muchas veces se han idealizados ciertos tamaños que rondan los 20 cm o más, como si fuera un número sagrado que te va a dar un cien por cien de satisfacción.

Mec, craso error.

La cosa no depende solamente del volumen y esto ya lo decían en el Kamasutra. En dicho libro se diferenciaba a las mujeres por el tamaño de su vagina y el tema no iba muy descaminado.

Porque la idea es bastante reveladora. No a todas las vaginas le van los mismos tamaños de pene. Es decir, a lo mejor yo soy increíblemente feliz con un miembro de 22 cm no muy grueso y otra mujer, eso por mucho que lubrique ni le pasa. Lo cual puede llevar a una relación sexual insatisfactoria por lo molesta que puede llegar a ser.

Conclusión, como no sabes cuál es el tamaño más satisfactorio para tu vagina, prueba hasta encontrar  tu zapato, cual cenicienta. A mí no me costó mucho darme cuenta de mi tamaño ideal, y ciertamente los juguetes ayudan.

 

Las relaciones sexuales con penes con piercings, son la leche.

Puede ser, eso no se lo quito a nadie, ya que por los juguetes sexuales sabemos que ciertas muescas, ondulaciones, convexidades, concavidades, nos encantan. Pero, que siempre hay uno, tenemos que saber con quién mantenemos dichas relaciones sexuales. Porque no encontramos con un problema, el preservativo (necesario sobre todo cuando no hay pareja fija y las enfermedades de transmisión sexual andan pululando)

¿Por qué el preservativo es un problema? Fácil, no es nada recomendable poner el preservativo con el piercings puesto. Ya que nos arriesgamos demasiado a que durante el roce se pueda lastimar y “existe peligro de escape”

 

Pies grandes, manos grandes, lo que sea grande es igual a miembro grande.

Esto puede entrar en “los mitos de las viejas”, cada parte del cuerpo tiene el tamaño que tiene por referentes genéticos además de ambientales, etc… Es decir, cada parte del cuerpo tiene tendencia a ir “por su lado”, sin que ello signifique ningún tipo de referente.

Es más, se han llegado a realizar estudios estadísticos comparativos, con hombres de varias razas, etc… Llegando a la conclusión de que dicho mito, es totalmente incierto, sin base científica ninguna que lo respalde.

 

Cuando chispea no hace falta paraguas.

O mejor dicho, ¡nah!, el condón no es necesario con el líquido pre seminal.

Erro, error. En el líquido pre seminal hay semen, ergo hay espermatozoides. Más de un niñ@ ha llegado a este mundo gracias a técnicas como la del chispeo, o la famosa “marcha atrás”. Así, que usa paraguas aun cuando solo sientes chispear.

 

Penes con tendencia a la inclinación

Tod@s los conocemos. Son esos órganos sexuales que en plena erección se deciden más por un lado que por otro.

Tienen sus cosas malas y buenas. Ya que pueden dar mucho juego al comienzo de la penetración, ya que pueden dar bastante gusto con su tendencia a no ser totalmente derechos. Pero pueden resultar algo incómodos en otro tipo de práctica sexual como la oral y/ o anal. 

Pero ni son tan incómodas, ni solamente por dicha característica te van a hacer flipar.

 

Porque en conclusión, sea como sea el pito en cuestión, por sí mismo, sin nada más o sin saber usarlo… no hacen milagros.

 

Ainhoa Escartí