No sé si vosotras seréis fans como yo de la mítica serie “Cómo conocí a vuestra madre”,  o  How I met your Mother para los amantes de las VO, pero no había personaje que odiara más que a Barney Stinson. Y es que su manera de tratar a las mujeres me sacaba de quicio (Que no al actor y su interpretación, que me parecen brutales).

Para quien no lo conozcáis, que sepáis que para Barney las mujeres son de usar y tirar, y para ello, usa mil y una estrategias para conseguir su objetivo.  ¡Si hasta incluso tiene un Manual que recopila todas estas tácticas! (Que por cierto, ha publicado la editorial Timun Mas).

Y sí, ya sé que es ficción y una crítica social a este tipo de tíos.  Soy la primera que me he reído con este sociópata mil veces. Y sí, hasta en el fondo tiene su corazoncito. Pero de todas sus tácticas para ligar, hay una que me parece especialmente cruel.

Y es aquella en la que se finge estar enamorado para conseguir sexo. Lo siento, pero por aquí no paso Barney.

Y es que ya lo digo yo, el ser humano es el único ser que se ha empeñado en juntar en una única persona amor romántico y sexo. Y claro, así nos va. Con remordimientos y autocastigándonos por tener sexo sin implicaciones emocionales. ¡Malditas imposiciones sociales! Pues bien, NO PASA NADA. No estáis locas por querer daros una alegría con una persona que os atraiga muchísimo físicamente, pero por el que no sintáis nada más. No hace falta construir un vínculo amoroso para acostarse con una persona. ¡Y menos mal!

A veces, la vida te pone en tu camino personas con las que tienes una atracción sexual brutal, pero fuera de la cama, no os entendéis en nada más. Pues bien, disfrútalo y exprímelo hasta que encuentres a la persona con la que te entiendas tanto dentro como fuera de la cama. Como decía nuestra compañera Lucía, hasta que llegue el afortunado disfruta del equivocado.Mientras todo esté claro entre los dos y no se haga daño a nadie ¡Bienvenidos al paraíso del sexo!

Pero lo que no entenderé jamás de los jamases, y me parece de lo más rastrero, es fingir enamoramiento cuando lo único que quieres es sexo. No, no, no y no. ¿Pero qué necesidad hay? ¿Por qué la sinceridad está tan poco valorada en este aspecto? ¿Tanto cuesta poner todas las cartas sobre la mesa y luego que cada uno decida si quiere o no jugar? Este tipo de tíos son el narcisismo personificado. Y es que primero fingen estar enamorados, y cuando has caído en sus redes, desaparecen. Y es que chicas, no nos engañemos. Su único y principal amor son ellos mismos.

Así que yo en estas cosas soy tajante. Quiero a gente auténtica a mi lado. A gente que es valiente. Que dice lo que siente. Gente que no me miente y me engaña. Gente que reconoce mis sentimientos y los respeta. Y que se atiene a las consecuencias de los suyos. Así que por favor, Barneys Stinsons del mundo, no intentéis enamorarme y hacedme un favor ¡Alejaos de mí!