La creencia de que la violencia obstétrica es un problema médico no es si no otra de las mentiras que la sociedad quiere hacernos creer a las mujeres.

Todas las enfermedades exclusivamente femeninas están muy por debajo en la escala de prioridades de investigación médica, y no chicas, no es una casualidad. Igual que el IVA de los productos de higiene femenina, los tratamientos anticonceptivos hormonales, la responsabilidad reproductiva. ¡QUE LA VIAGRA ESTÁ CUBIERTA POR LA SEGURIDAD SOCIAL Y NUESTRA PÍLDORA NO! La sociedad (mayoritariamente la masculina) está cómoda con las mujeres en un segundo plano, y la medicina no iba a ser menos. 

¿Cuántas de nosotras tenemos historias para no dormir de mujeres embarazadas en un hospital? Se aprovechan de nuestra vulnerabilidad como embarazadas y nos condicionan a hacer las elecciones que a los médicos más les convienen. Os contaré un secreto, los médicos son impacientes por naturaleza. El embarazo y el parto son procesos naturales, fisiológicos y lentos. Al bebé le lleva su tiempo desarrollarse y salir una vez preparado para ello, y las mujeres nos merecemos ese tiempo.

Hasta hace muy poco nadie contemplaba la posibilidad de parir sin una epidural, a cuatro patas, de pie o en casa; pero ¿por qué?

El parto es un proceso natural, lleva ocurriendo desde el principio de la humanidad, desde mucho antes de la existencia de los hospitales. Como ya he mencionado es lento, es ruidoso, es íntimo… La epidural nos mantiene quietas, calladas y a la merced de los demás, nos quita la posibilidad de sentir, de movernos, de orinar… NOS QUIEREN QUIETAS, SUMISAS Y CALLADAS INCLUSO DE PARTO. Y lo peor de todo es que no nos ofrecen alternativas, no porque no las haya o porque no sean lo suficientemente buenas, sino porque no son tan cómodas para ellos.

Sí chicas, la información es poder, la información nos hará libres, nos dará opciones, nos abrirá nuevos frentes. Juntas podemos luchar contra un sistema que lo que quiere es quitarnos nuestras fortalezas, hacernos creer que somos débiles y que no podemos conseguir nuestra libertad. Si confiamos en nuestra capacidad para respirar, ¿por qué dudamos de nuestra capacidad de parir? Yo os lo digo: porque nos han convencido de que no podemos, pero chicas, es mentira, podemos con eso y con mucho más.

Cada vez hay más matronas dispuestas a ofrecer alternativas al parto hospitalario controlado y cronometrado por médicos. Que están dispuestas a reconocer la individualidad de cada mujer y cada bebé, que nos brindan información real mediante la cual podemos tomar decisiones informadas. Pero lo más importante es investigar, descubrir nuestras opciones, estudiar nuestras posibilidades, y entonces elegir lo que más se adecúe a nuestra individualidad.

Es verdad que el embarazo y el parto pueden cambiar de rumbo en cuestión de segundos, pero con la información de nuestro lado sabremos qué hacer si eso ocurre. Porque cuando la elección se hace con conocimiento, no hay decisión errónea.

Gendra