Esta receta de rosquillas baja en calorías es un clásico dentro de dietas como Dukan. Como sabéis, no somos partidarias de dietas milagro y lo que defendemos es un estilo de vida saludable. Pero lo cierto es que recetas como esta nos hacen más llevaderas las ganas de dulce.
Es una receta sencillísima y la clave es el aroma de anís que puedes comprar en herbolarios, Corte Inglés y mil sitios más. ¿Qué necesitamos?
– 3 cucharadas soperas de leche desnatada en polvo
– 2 cucharadas soperas de Maizena
– 2 cucharadas de café de edulcorante líquido
– 1 huevo
– Medio sobre de levadura
– Media cucharada de café de aroma de anís
Para empezar, batimos el huevo en un cuenco y lo mezclamos con el edulcorante, el anís, la maizena y la leche en polvo. Todo en ese orden. Una vez tengamos todo bien mezclado (parece una crema así amarillita) echamos la levadura y dejamos espesar mientras precalentamos el horno a 150 grados.
El siguiente truqui si no tienes manga pastelera, es coger una bolsita de congelar y meter la masa acumulada en una de las puntas. Nos podemos ayudar con una cuchara porque aunque con la levadura la cosa espesará, seguirá estando bastante líquida.
Ponemos papel de horno sobre una bandeja, cortamos la punta de la bolsa que nos sirve de manga pastelera y hacemos círculos con la masa teniendo en cuenta que se van a crecer con el calor. Yo las hago bastante finitas porque me gusta que queden crujientes, pero si las haces más gordas saldrán jugosas.
El tiempo en el horno es un poco cuestión de gustos. Yo las dejo unos 20 minutos a 150 pero lo ideal es que vayáis echando un ojo, y las dejéis más o menos en función de lo doradas que os gusten.
Para mi quedan todavía más ricas si una vez listas las espolvoreamos con un poco de edulcorante en polvo. ¡Buenísimas!