La mayoría de las personas pasan muchas horas en su puesto de trabajo, por lo que trabajar en un entorno sano y seguro es súper importante para nuestra salud mental. Si encima de que pasamos muchos tiempo de nuestra vida desarrollando nuestras funciones laborales, tenemos que hacerlo en una empresa donde el ambiente no es agradable, esto podría convertir nuestra experiencia laboral en una pesadilla.

Muchas veces puede ocurrir que trabajes en algo que te gusta, que estés muy cómodo en tu puesto de trabajo, pero un cambio en la dirección, nuevos compañeros o nuevas directrices de tu empresa, conviertan el que era un trabajo ideal en algo difícil de llevar. Si esto pasa, hay que saber identificar las señales y no permitir que un empleo tóxico influya negativamente en nuestra vida personal. Quizás sea el momento de cambiar de trabajo, antes de que la situación pueda contigo.

Algunas de las red flags de un trabajo tóxico pueden ser:

  • Tus funciones cada vez están más limitadas – Si antes tenías una serie de responsabilidades y poco a poco te las han ido quitando para encargarte tareas de menor importancia, tareas a veces absurdas que no suman nada positivo para tu desarrollo laboral, no hay duda de que tus superiores están intentando devaluarte como trabajador y minar tu autoestima.

  • Cambio de turnos y de horarios constantes – Es muy complicado conciliar vida privada y laboral si constantemente te están cambiando los turnos. Hay algunos empleos, como puede ser comercio u hostelería, en lo que normalmente no se tiene un turno fijo, pero a veces los encargados se aprovechan de esa situación para poner a ciertos empleados turnos más difíciles y provocar un malestar en el trabajador.

  • Te critican y jamás reconocen tus logros – Tener un jefe que constantemente está criticando todo lo que haces, te regaña por todo y nunca te felicita, es muy frustrante. Si tus superiores no valoran tu trabajo y lo único que hacen es echarlo por tierra, quizás sea hora de cambiar de trabajo. O de quejarte a Recursos Humanos.

  • Rotación constante de personal – Una empresa cuya plantilla está en constante renovación, no augura nada positivo. Posiblemente la gente no aguanta la presión, están desmotivados y terminan yéndose de la empresa.

  • Tu jefe no habla bien de su equipo – Cuando un jefe o encargado no elogia el trabajo de su equipo y se cuelga todas las medallas, estamos ante una persona egocéntrica y nada deseable como superior. Esto denota una falta de confianza y de respeto por sus empleados.

  • El trabajo está absorbiendo tu vida personal – Un exceso de compromiso con tu empresa no suele ser saludable. Está muy bien que quieras ser competente y hacer bien tu trabajo, pero cuando tu jornada laboral termina, hay que desconectar. Tanto si es el empleado el que está pendiente de las tareas de la empresa en su tiempo libre, como si es la empresa la que está molestando al empleado cuando no está dentro de su horario de trabajo, esto es un rasgo de trabajo tóxico. Recuerda que la empresa debe respetar ciertos descanso básicos establecidos en el Estatuto de los trabajadores, como son, por ejemplo, doce horas de descanso entre turnos.

  • Verte obligado a utilizar tus recursos personales en favor de la empresa – Cuando una empresa te sugiere que utilices tus objetos personales para beneficio de la empresa, deberías negarte, aunque no siempre es posible. Si pare realizar determinadas tareas necesitas tu coche personal o tu móvil porque tu empresa no te ha facilitado un vehículo o teléfono de empresa, es una señal de abuso de poder. También hay trabajos que te exigen vestir de una determinada manera, pero no te dan un uniforme, tienes que comprar tú la ropa, o te ofrecen teletrabajar poniendo como herramienta de trabajo tu ordenador personal. Sin duda, son red flags.

  • No hay posibilidad de ascender – Tanto si has tocado techo en tu empresa como si por los motivos que sean tus superiores no te dan la posibilidad de optar a puestos de más responsabilidad, sin duda ha llegado la hora de buscar otro trabajo.

  • Mal ambiente – Como ya hemos dicho, pasamos muchas horas en nuestro puesto de trabajo, y si el ambiente no es agradable, se hace muy difícil ir a trabajar motivado. Sobre todo, es importante que entre los compañeros exista buen rollo y compañerismo. No hace falta que seas amigos de tus compañeros de trabajo, pero sí que exista una confianza y una buena comunicación.

Si últimamente tu puesto de trabajo se ha convertido en un lugar hostil y has detectado varias de estas red flags, puede que te estés enfrentando a un trabajo tóxico. Lo mejor es que, si es posible, salgas de allí cuanto antes. ¡Tú vales mucho! ¡Encontrarás un empleo mejor!

 

Raquel Acosta