Es tarde, muy tarde, no puedo dormir. Tengo una copa de vino blanco en la mano y me dirijo a coger el teléfono, intento abrir instagram y me salta un mensaje:

Has superado tu tiempo en redes sociales por hoy, no, esto no me va a frenar…

“Desactivar por hoy”

Una vez hecho el primer paso lo demás me sale natural, empiezo a acechar a un “ex – rollo” al que hace años que no veo.

«Bueno no es tan grave, sólo estoy comprobando», me digo a mí misma, que está bien.

Pero de pronto me encuentro en el perfil de su novia revisando todas sus fotos y publicaciones desde hace 5 años. Analizando unas vacaciones en Croacia. ¿Se ve feliz en esta foto? ¿enamorado? ¿la hizo él o ella? ¿Quién quería publicarla?

No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado, ¿minutos? ¿Horas? Sí, muchas horas.

Me obligo a soltar el teléfono, no me siento mejor que dos horas atrás cuando no sabía el número de pie de su novia, ni los regalos que le hicieron sus antiguos compañeros de trabajo.

Tampoco estoy orgullosa de mí misma, estoy alterada, agitada, triste, y aun así me pregunto por qué no puedo parar de hacer lo mismo una y otra vez.

Reflexiones de una "stalkeadora" anónima

¿Por qué yo sola me meto en bucles terroríficos donde cedo mi tiempo y energía a personas que ni siquiera conozco?

Se que no estoy sola, de hecho, leí en un estudio que más del 60% de los estadounidenses admiten acosar regularmente a su ex. ¡¡¡Un 60!!!

Vale, no soy la única, pero eso no me resta ni un ápice de responsabilidad.

Y que da igual que tengas pareja, que el stalkeo es algo gratuito y un pasatiempo para todos, estoy segura de que hay muchas más reflexiones de stalkeadoras anónimas en la sala.

¿Pero entonces me pregunto por qué?

Intento decirme sin mucho éxito, «que es solo curiosidad absurda»,  cuando en el fondo sé que la verdad es mucho más compleja y siniestra.

Todos los días intento entender mi comportamiento compulsivo para aprender a deshacerme de él, pero la verdad es que llevo mucho tiempo con esta mala costumbre…

«Al menos el objetivo siempre es el mismo», me digo, lo cual lo hace aún mucho más siniestro y complejo.

Y en ese momento me empiezo a acordar de ese pedestal invisible

No es nuevo para nadie, que solemos elevar a aquellas personas con las que hemos tenido una relación que nos gustaría que nunca se hubiera acabado.

Una historia se acaba y le contamos nuestro cerebro nuestro propio remake, y así convertimos a esa persona en la pareja perfecta o en el mismísimo Lucifer…Ojalá te hubiera convertido en Lucifer…

Pero ninguna de estas adaptaciones son verdad, la verdad es que tenemos dos opciones, aferrarnos al pasado o dejarlo ir, y yo, he elegido mal.

stalkeadora anonima

Sigo preguntándome por qué…

Puede ser que busque respuestas a preguntas que me hago en mi cabeza, del tipo ¿Por qué no fui suficiente para ti? ¿Qué era lo que buscabas? y ese tipo de cosas que me hacen más perjuicio que beneficio, porque caigo en la trampa de compararme, y eso nunca sale bien.

El caso es que voy buscando pistas de tu vida y de porqué lo nuestro no funcionó en las redes sociales, aun sabiendo que las respuestas que deseo, no me las va a dar ninguna story de instagram ni tu foto de perfil, pero yo, sigo buscando…

Dicen que normalmente es más fácil dejar ir el pasado cuando entendemos que es lo que sucedió, cuando creemos tener todas las respuestas.

Pero es que eso, nunca va a pasar, porque algo que yo no quería que pasara, pasó… y nunca va a haber una buena respuesta para ello.

De modo que solo tengo que asumir que se acabó y que esa es toda la respuesta que tengo que aceptar.

Y después de tanta reflexión, creo que he llegado a una conclusión, soy adicta

Sigo siendo adicta a algo inexistente que yo sola fomento exponiéndome regularmente a ti y a tus imágenes. Vídeos y noticias de alguien que ni quiere ni está en mi vida.

Pero me es tan sencillo hacerlo cada día, se ha convertido un hábito que mis conexiones neuronales hacen de manera accidental y yo no tengo la fuerza de parar.

Y sé que debo parar, sé que tengo que dejarlo al 100% si quiero desintoxicarme por completo, y seguir adelante.

Pero también sé que me perdono por hacerlo, porque es humano volverse adicto a aquellos que hemos amado, incluso si eso conlleva desarrollar un hábito que me hace mal.

stalkeadora anonima

Porque stalkearte, no va de ti en absoluto, va de mí, de la forma en la que he distorsionado el pasado y la necesidad de darte sentido a ti.

Sin darme cuenta de que poco a poco, he puesto más energía en ti que en mi misma, cuando tu no necesitabas de ella y yo sí.

Así que ahora, que casi me he quedado sin batería, me propongo cortar con este mal hobby, y prometo hacerlo, por mí, prometo hacerlo, al menos hasta que vuelva a recaer.

Si hay alguna otra stalkeadora por aquí, seguro que me entendéis y que vosotras también sabéis que es algo que tenemos que dejar de hacer.