Yo soy de Ávila, de un pueblo que está al norte y allí la vida es un poco aburrida, pero la verdad es que yo la tengo bastante bien montada si me comparas con mis amigas de toda la vida. Al menos en lo que a lo profesional se refiere, me saqué magisterio infantil y a la primera aprobé la oposición, no me preguntéis cómo porque jamás he sido una chica especialmente brillante. El caso es que me mandaron a ser profe a un pueblo de Salamanca y dos años después me dieron puesto fijo en el cole público de mi pueblo, me miré un piso nuevo a estrenar, mis padres me ayudaron con la señal y ahora me dedico a pagar la hipoteca, a tener una gatita preciosa y un coche de segunda mano. Según los pasos que se supone que hay que dar en la vida, los voy marcando todos poco a poco (porque el cuerpo me lo pide, no porque nadie me lo imponga), menos el de encontrar novio.

Aquí es donde viene la parte que me avergüenza de mi existencia, mi relación con los señores. Casi me meto en la hipoteca antes de perder la virginidad y no por falta de ganas, pero sí por falta de tomar decisiones. No sé qué me pasa con los hombres, pero me imponen, muchísimo. Es como que cuando estoy con alguno que no es mi familiar me corto y casi que no sé ni hablar, con las chicas no me pasa. Tengo amigas de toda la vida, pero todas son chicas. En el instituto y en la carrera no sé cómo me lo he montado, pero siempre he acabado en un grupete de jovenzuelas en el cual nunca había ni un pene, en las fiestas iba y veía chicos, pero eso, jamás hablaba con ellos y cuando alguno se interesaba por mí yo tenía un huevo en la garganta y no había forma de sacarme más de un monosílabo.

Y sí, leo la web y sé que me vais a decir que busque ayuda profesional, que vaya al psicólogo y que me deje guiar, pero es que en mi pueblo solamente hay un psicólogo y es un señor, he intentado ir a su consulta, pero me sentí super abrumada casi que solo cuando me saludó, al final acabé yéndome por la puerta sin despedirme.

Soy tímida, lo he sido siempre, hasta en mi grupo de amigas paso desapercibida, sé que me quieren, pero ninguna me elegiría a mí como su alma gemela. Bueno, quizá Lola, me tiene un cariño especial, pero porque es literalmente todo lo contrario a mí y siempre ha tenido la función vital de protegerme de todo lo malo que me pudiera pasar, pero vamos, si se tuviera que llevar a alguien a una isla desierta, yo no sería la elegida, ni de broma. Eso me pone triste.

Soy rara, yo lo sé. Por eso me alucina leer esta web y ver todas las vidas que yo no estoy leyendo, que me estoy perdiendo. Leer a mujeres empoderadas que salen a la calle, pisan fuerte y se devoran el mundo… Ojalá yo así algún día. Me encantaría cambiar y convertirme en una de vosotras, pero no lo veo nada fácil.

Con mis niños hablo, con todos ellos. Todo es tan fácil con los pequeños… La peor parte de mi curro, es hablar con sus padres, qué angustia vital. Creo que he sabido que he querido ser profesora de niños de 1 a 4 años desde que tengo uso de razón, ellos no te juzga, ellos miran más allá, ellos entienden cosas que a un adulto no sabrías ni cómo explicarle. Qué feliz me hacen, de verdad. Pero luego… me siento sola.

Llego a casa y solamente está Minerva, mi gata, que menos mal que la tengo a ella. Me atrae tanto la idea de estar con un chico viviendo, cenando juntos, durmiendo juntos, haciendo el amor… Sé que soy una romántica empedernida, pero solo en la teoría, en cuanto las cosas se tienen que poner en práctica, salgo por patas y no sé ni hablar.

Asumo que muchas ni me entenderéis, que otras tantas habréis dejado de leer a la mitad del relato y otras tantas simplemente me querrán hacer como Lola, ‘ESPABILA, NIÑA’. Me encanta cuando me dice eso, porque siempre lo hace como de broma, pero yo sé que en el fondo ella y todos los que me rodean están ansiosos por verme convertirme en una ‘chica normal’. Pero me dirijo a pocas, a las muy pocas que hayan llegado hasta aquí y crean que tienen algo que decirme, aunque sea muy poquito, una frase de apoyo, un tip para empezar a resolver mis problemas, una psicóloga on-line, algún vídeo en youtube… No sé, lo que sea. Antes no me lo planteaba, pero ahora creo que sí, que quiero cambiar, de una vez por todas y para siempre.

 

Anónimo