tener mucho pelo

 

Hemos hablado en otras ocasiones de los dramas de tener mucho pelo. Porque sí, a veces es una auténtica putada y nos trae por la calle de la amargura. Pero hoy vengo a dar un voto a favor de la fiera que llevo en mi cabeza, como yo la llamo, y hablar de las ventajas de tener mucho pelo. Porque aunque en ocasiones me desespera y me entran ganas de raparme al 0, después de tantos años domándola, he aprendido a amarla. Entre otras cosas porque:

1- El volumen nunca ha sido un problema para mí. Mi pelo tiene cuerpo y vida propia, así que me ahorro una pasta en productos para darle volumen.

Bien de volumen

2- Nunca tienes miedo de quedarte calva. O al menos yo no me preocupo demasiado cuando llega otoño y se me cae el pelo a mechones. Aunque odio a muerte encontrarme pelos por todas partes, he de reconocer que es una de las mejores ventajas de tener mucho pelo. Si un día hiciera un ovillo con todo el pelo perdido creo que podría venderlo para hacer pelucas, de verdad os lo digo.

3- Las canas pasan más desapercibidas. Y es que se pierden en medio de todo ese matojo de pelo que todavía conserva su color original. Al menos hasta que un día viene tu hermana y se dedica a contarlas, haciéndote así consciente de la magnitud de la tragedia. Fuck you hermanita!

Fuck you

4- En verano es la refrigeración perfecta. Juro y perjuro que puedo pegarme un baño al mediodía y seguir con el pelo húmedo el resto del día. Lo que mantiene el sofocón del calor a raya. Aunque en ocasiones haya acabado con algún que otro resfriado.

5- Del mismo modo, en Invierno son la protección perfecta contra el frío. Yo porque adoro los gorros, pero reconozco que no hay frío que traspase las barreras de la mata de pelo que me acompaña.

6- Los recogidos, trenzas y colas siempre te quedan genial. Con el grosor y volumen perfecto. Aunque requieran de unos conocimientos de arquitectura, soportes y complementos como parar un tren. En serio, si me pagaran por cada coletero, orquilla y pinza que he comprado o se ha perdido en la inmensidad de mi melena, estaría escribiendo este post desde mi mansión.

Me representa 100%

7- Haces feliz a las peluqueras y a ti misma.  Porque aunque en ocasiones te odien por el trabajazo que les das, pueden dar rienda suelta a su imaginación con toda la materia prima que les ofreces. Juro que la mía siempre me dice que aunque le lleve toda la tarde, le encanta trabajar con mi pelo. Y yo feliz porque por unas horas, mi fiera pasa a ser responsabilidad de otra persona. Un win-win en toda regla.

8- Siempre puedes presumir de pelazo. Y eso amiga mía, no te lo quita nadie. La mejor ventaja de tener mucho pelo sin duda alguna.

Pelazoooo

Así que puedo decir que, después de años de experiencia domando a la fiera, he aprendido a amar todas sus virtudes y ventajas. ¿Para qué odiar una parte de mi misma que, con suerte, va a seguir a mi lado por los siglos de los siglos?