Queridos/as lectores/as, es hora de abrir vuestras mentes porque lo que os vengo a contar es una historia relacionada con fenómenos paranormales.

Desde siempre en mi familia hemos sido personas que creemos mucho en estas cosas, en las energías, en que nuestros familiares que ya no están nos acompañan en nuestro día a día y nos protegen, etc.  Cuando vivía en casa de mi madre os puedo asegurar que hemos escuchado y notado muchísimas cosas, pero siempre hemos bromeado con la cosa de que esa casa está protegida por mis abuelos, pero la cosa viene cuando me independizo.

Mi pareja y yo decidimos irnos a vivir juntos y al principio todo normal, hasta que ya comienzan a pasar cosas. Nos ha pasado desde que figuras de colección que tenemos en una estantería aparezcan movidas, o se caigan sin una sola corriente de viento, o que mi colección de bebés pelones se caiga y aparezcan sentados en el suelo mirando hacia la puerta. Ya os digo que estas cosas nos parecían normales, hasta que ocurrió una cosa.

Como os digo, en mi familia creemos mucho en estas cosas y decidimos ir a hablar con una mujer que contacta con tus familiares fallecidos. Una noche, lo pensé mejor y le dije a mi madre que yo no iba a ir, que ya iría más adelante.

Pues bueno, todo bien hasta que mi novio y yo nos acostamos, apagamos las luces y de repente suena la lámpara de mi novio como si alguien no parara de moverla, a eso que le digo: ¡Hijo ten cuidado que vas a tirar la lámpara! Y me dice: ¿qué hablas? Si yo estoy mirando hacia ti.

En ese momento no os puedo engañar que me cagué viva. Encendimos la luz, miramos si a lo mejor el cable estaba cogido con el colchón o algo y no había absolutamente nada. Volvimos a apagar la luz y volvió a sonar, pero esta vez era la lámpara de mi lado. Madre mía que me iba a dar un infarto. Los dos muertos de miedo, encendimos la luz y no entendíamos lo que estaba pasando.

En esas, que me dice mi novio: ¿y si está pasando esto porque quieren que vayas a hablar con ellos? Y os prometo que mi novio no creía ABSOLUTAMENTE en nada de estas cosas, hasta que pasó eso. Entonces dije en voz alta que no se preocuparan que iba a ir a hablar con ellos, pero que pararan porque me estaban asustando, y las lámparas no volvieron a sonar. 

Los días posteriores fueron pasando con tranquilidad hasta que nos encontramos muchísimas cosas cambiadas de sitio. Dejaba mis pendientes en el salón y aparecían en el dormitorio. Dejaba una cadena con el nombre de mi sobrina (falleció hace casi 4 años) y aparecía al lado de nuestra foto en la mesilla de noche. Y así un largo etcétera.

A todo esto, mi novio y yo discutiendo sobre quién de los dos estaba cambiando las cosas de sitio y resultó ser que no éramos ninguno de los dos. Incluso un día, mi novio se fue a cortar las uñas y viene con el neceser en las manos y me pregunta dónde están las tijeras, enseñándome que dentro no estaban y le dije que mirara bien en el baño. Me dice que en el baño no están y cuando vuelve vemos las tijeras justo en el filo de la mesa bien puestas, imaginaos nuestras caras.

Decidí ir a hablar con esta mujer y lo primero que me dice sin yo decirle absolutamente nada es lo siguiente: Tu sobrina dice que ha sido ella la que ha hecho que vengas, porque no querías venir. Además, ¿estás discutiendo con tu pareja porque os encontráis las cosas cambiadas de sitio? Pues no te preocupes porque ha sido ella, que quería que supieras que está contigo y que vinieras a hablar con ella. IMAGINAOS MI CARA EN ESE MOMENTO POR FAVOR.

Desde entonces la cosa en casa está tranquila, pero sí que me siento acompañada y observada por mi casa. No puedo mentiros, y aunque sé que son mis familiares los que están, me acojona bastante.

K de Karma.