Yo soy de esas personas que piensa que cada pareja es un mundo paralelo. ¿Qué quiere decir esto? Pues que cada una tenemos que encontrar y diseñar el tipo de relación que mejor se adapte a nosotras y a nuestra pareja. Sin importar si es un estilo más clásico o nos vamos al bando del poliamor. Yo he venido aquí a ser feliz, así que viviré mi amor de pareja como realmente me dé la gana. Hasta aquí, las cosas claras.

Aún así, tengo que reconocer que hay actitudes que todas hemos tenido alguna vez que no favorecen una relación de pareja “saludable”. Y después de mucho darle vueltas al coco, vengo a compartir los hábitos tóxicos que desde mi punto de vista, pueden cargarse una relación de pareja.

  1. No mantener tu independencia. Y con esto me refiero a hacer TODO juntos y no tener tu propio espacio. Quizás es cosa mía, pero necesito mis momentos a solas como respirar. Y cuando digo a solas digo también con amigas o círculos sociales que no tienen porque incluir a mi pareja. Creo que es básico no perder nuestra propia esencia. Hay que compartir, pero no mimetizarse con el otro.
  2. Los celos. Quien dijo que los celos son sinónimo de amor era un puto machista seguro. ¿Desde cuándo los celos son buenos? Una relación se basa en la confianza mutua, y si no existe eso, es cuando aparecen los celos. Lo siento, pero mi novio no me quiere más por mostrarse celoso ante otros hombres. Entre otras cosas porque yo no soy de su propiedad. Soy una mujer libre que toma sus propias decisiones y si me quedo, es porque quiero.

    Tocar a otro no significa estar tonteando. Gracias.
  3. La dependencia emocional. Y con esto me refiero a hacer responsable al otro de tu felicidad y depender de él en todo momento para estar lleno emocionalmente. ¿Estamos locos o qué? La felicidad propia depende única y exclusivamente de nosotros mismos. Y darle este poder a otra persona me parece una temeridad. El amor propio es para toda la vida, el amor de la pareja ¿Quién sabe?.
  4. La mala comunicación. Y con esto no quiero decir que haya que contarlo todo. Porque yo soy de las que piensa que contarle TODO a tu pareja no es bueno. Entre otras cosas porque a veces, si lo que vas a contar no tiene nada positivo que aportar a la relación, es mejor callarse. Pero sí es importante saber entenderse entre los dos. Poder hablar libremente de emociones, sentimientos, dudas, proyectos… Todo lo que hará sólida una relación.

    La comunicación es la clave
  5. La incompatibilidad sexual. Esto quizás depende de cómo de importante es para cada una el sexo, pero como para mí lo es mucho, lo añado a la lista. Yo no concibo una relación sin sexo del bueno, y por tanto, creo que dos personas que son incompatibles sexualmente a la larga, pueden tener problemas. Pero ojo, ¡Que aquí hay soluciones para todo! Como he dicho, se trata de encontrar la fórmula perfecta que funcione.
  6. No tener privacidad. Siempre hay que mantener un espacio de privacidad. Porque hay cosas, que simplemente es mejor no compartir. ¿O acaso os creéis que mi relación se reforzará por cagar con mi churri en el baño? Quizás es que yo soy muy digna, pero yo por ahí no paso. A mi me gusta cagar, sacarme mocos y tirarme pedos en solitario.
  7. Las faltas de respeto. Todos nos hemos calentado alguna vez más de la cuenta y hemos dicho cosas que nos deberíamos haber callado. No somos perfectos. Pero cuando esto se convierte en la dinámica habitual, tenemos un problema. Porque ni nos merecemos ser menospreciados por nadie ni somos nadie para menospreciar a otra persona. Me costó miles de lágrimas entenderlo, pero salir de una relación tóxica con faltas de respeto constante, es lo mejor que se puede hacer. Palabrita.

    ¡Hasta aquí podríamos llegar!

¿Y vosotras? ¿Qué otros hábitos tóxicos que pueden cargarse tu relación añadiríais a la lista?