Así es como aprendí lo que es el Hoovering

 

Ya, si es que ahora todo tiene un palabro anglosajón, pero ¿qué es el Hoovering? Pues viene siendo la técnica que usan algunas personas, de forma reiterada, para manipular a sus ex y conseguir que vuelvan con ell@s algún tiempo después de romper. Es algo así como un ‘ni contigo ni sin ti’, solo que entre el ‘ni contigo’ y el ‘ni sin ti’ dejan pasar semanas, meses y lo que haga falta. La base del término se ha tomado de una conocida marca de aspiradoras e imagino que será porque lo que hacen es aspirarte y atraparte en la mierda. Pero esa es mi interpretación personal.

Una interpretación algo sesgada por la experiencia vivida con un ex que tenía la mala costumbre de desaparecer. Me llevó lo mío ver que era un narcisista celoso y manipulador que solo pensaba en sí mismo.

 

 

Venía, decía que me quería, nos queríamos juntos y, de pronto, desaparecía. A veces me hacía ghosting, a veces rompíamos después de una bronca monumental y, otras veces, me dejaba con cosas del tipo ‘no es por ti, es por mí. En lo que había un patrón claro era en lo que hacía después de romper. Dejaba pasar un tiempo, me daba margen para olvidarme de él y… ¡zas! Ahí estaba una vez más.

Un wasap preguntando cómo estaba. Un encontronazo nada casual en algún lugar de los que yo frecuentaba. Un comentario a mi foto de Facebook. Una reacción a mis historias de Insta. Una llamada a mi madre para preocuparse por mi familia y por mí.

El acercamiento podía ser de muchas maneras, la continuación era casi siempre un ‘te echo de menos’ envuelto en arrepentimiento y una disculpa. Lo siguiente solía ser una explicación de lo mucho que había cambiado en el intervalo de tiempo que hubiéramos estado separados. Independientemente de que fueran un par de semanas o cuatro meses.

 

Así es como aprendí lo que es el Hoovering

 

Y yo, que era idiota, caía a sus pies cuando me hacía aquellas promesas de amor más falsas que un duro sevillano. Me ablandaba cuando me hacía un regalo con un significado especial para mí, cuando tiraba de nostalgia. O cuando juraba que iba a ser el tipo que sabía que yo quería que fuese, y me colaba.

 

 

Cosa que nunca era cierta, él nunca cambió. Ni un poquito. En cuestión de días volvía a ser el mismo cabrón de siempre.

Por lo que, con cada ida y venida, yo aprendía un poco más y él tenía que esforzarse el doble para lograr ‘aspirarme’. Entonces alternaba sus armas habituales con el acoso y con ir de víctima, el pobrecito.

La última vez fue tan triste todo, que por fin comprendí que juntos no íbamos a ninguna parte. Al menos no a ningún sitio bueno.

Y así es como aprendí lo que es el Hoovering, a la fuerza y arrastrada por un ex que se resistía serlo del todo. No es que me consuele, pero creo que muchas me leeréis y reconoceréis a vuestros propios ‘aspiradores’ en mis palabras.

 

Laia

 

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