Los pensamientos suicidas son algo más común de lo que parece, pero por desgracia es un aspecto totalmente estigmatizado y tabú. Tal vez si hablásemos abiertamente de esta problemática sería más sencillo pedir ayuda.

En primer lugar, es importante recordar que un pensamiento suicida no va necesariamente de la mano de un trastorno mental grave, pero sí que es motivo de atención psicológica. Por eso, si en algún momento pasa por tu cabeza alguna idea de este tipo, pide ayuda profesional.

Si eres mayor de edad pero no puedes permitirte un psicólogo, pide cita en la seguridad social o busca en tu ciudad alguna organización que preste ayuda psicológica a personas con pocos recursos. Si eres menor de edad, háblalo con tus padres y que te acompañen a un psicólogo para abordar este problema.

No tienes por qué pasar por esto en solitario y un profesional de la salud mental puede ayudarte a gestionar todos esos sentimientos y pensamientos que te están haciendo daño.

¿Por qué pienso en quitarme la vida?

La mayoría de las veces, las personas con pensamientos suicidas tienen un dolor psicológico enorme y no saben hacerle frente, así que la vía de escape es exteriorizarlo en forma de lesiones o ideas de muerte. Ese dolor psicológico puede tener muchas causas: bullying, experiencias sexuales traumáticas, depresión, ansiedad… Como veis, hay muchísimas situaciones que pueden hacernos daño, y algunos gestionan ese sufrimiento de manera más adaptativa y otros lo transforman en pensamientos suicidas.

En ocasiones me he topado con la creencia de que “eso es para llamar la atención” y quiero matizar este aspecto. Hay personas que comparten sus pensamientos suicidas o que incluso intentan llevarlos a cabo para movilizar a su entorno. Es una manera de decir “Me pasa algo. Por favor, ayúdame”. Se piensa que los intentos de suicidio para resolver el sufrimiento interno son más letales que los relacionados con un intento de movilizar al entorno o llamar la atención, pero no es así.

¿Qué puedo hacer si estos pensamientos me vienen a la cabeza?

1. Pide ayuda

Soy muy pesada con este tema, pero es importantísimo pedir ayuda. No tengas miedo de ir al psicólogo. No te va a juzgar ni va a minimizar tus problemas. Te aportará las herramientas para gestionar el dolor de una manera sana.

Si has tenido alguna mala experiencia profesional, sigue buscando ayuda. Si se te rompe una pierna y tu médico de cabecera te dice que no es nada, pedirías una segunda opinión. Haz lo mismo cuando la que está herida es tu mente.

2. No hagas nada en caliente

Pensar algo y hacerlo son cosas completamente diferentes. Una idea suicida no tiene por qué convertirse en realidad, no es una señal de que te vas a hacer daño sí o sí.

Intenta comprender que los pensamientos son sólo eso, productos de nuestra mente que a veces no podemos controlar. En cambio, sí podemos controlar lo que hacemos o dejamos de hacer.

3. Evita el alcohol y las drogas

Aunque a priori parece que te ayudan a gestionar el sufrimiento, se crea un círculo vicioso muy peligroso. Por un lado, pueden aumentar los pensamientos suicidas. También pueden aumentar la impulsividad, haciendo que cometamos decisiones irracionales. Además, puedes generar dependencia de estas sustancias desarrollando un problema adicional.

4. Habla con quién sea

Como decía antes, cuando una persona tiene pensamientos suicidas, es porque hay un enorme sufrimiento dentro de ella. Por eso es importante liberarlo en forma de palabras.

Habla con una amiga, con tus padres, con tu psicólogo o con un desconocido de internet. Al poner en palabras lo que te está pasando, podrás distanciarte y verlo con perspectiva.

5. Distráete

Busca algo que te permita evadirte, como la pintura, la escritura, salir a pasear, escuchar música o practicar algún deporte.

Si estás leyendo esto y piensas que no hay otras soluciones distintas al suicidio, quiero que sepas que sí las hay. Créeme, hay salidas, hay felicidad y hay esperanza. Tal vez no seas capaz de verlo en este momento porque tu dolor está empañando tu mente y distorsionando tu pensamiento. Por eso es importante que busques apoyo, que pidas ayuda, que dejes que alguien imparcial te guíe en este momento tan duro.

Los sentimientos dolorosos no duran siempre, pero la decisión de quitarte la vida sí.

@ManriMandarina