«Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque la aman, yo creo que es al revés. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto». Rayuela, Julio Cortázar
Contra la archiconocida frase de Cortázar, la pareja se elige, sí. Con mayor o menor criterio, vale, pero elegimos. Y cuanto mayor sea nuestra consciencia a la hora de decidir compartir nuestra vida con alguien, más posibilidades tenemos de empezar una relación buena, entendida como satisfactoria.
Hago una aclaración que creo necesaria: esto no significa estar toda la vida juntos, sino que el tiempo de la relación sea bueno, dure lo que dure.
claves elegir pareja
La cuestión está en qué criterios utilizamos para hacerlo. Cada persona prioriza unos aspectos frente a otros pero el psicólogo humanista Joan Garriga –autor de El buen amor en la pareja– y el periodista Borja Vilaseca –también conferenciante, profesor, emprendedor y autor de El Principito se pone la corbata–coinciden en cuatro puntos fundamentales para tener éxito.
  • La cama, la conexión sexual, la facilidad con que surge el contacto piel con piel, el instinto animal, que el sexo sea divertido, que fluya… Cada una que lo llame como quiera –física o química– pero tiene que estar sí o sí. Luego hay teorías que dicen que esto desaparece al paso de dos años pero yo no creo que sea necesariamente así, aunque mantenerlo en el tiempo requiera de propósito y creatividad.
  • El corazón, la conexión emocional, dedicar tiempo y espacio al cariño, a la ternura, para volver a conectar con la pareja. Dar tiempo a los mimos para vincularnos con el otro a un nivel profundo, para sentirnos «en casa», en ese lugar en que nos sentimos seguros. La confianza es básica y si sientes cualquier signo de miedo es que ésta se debilita o ya no existe.
  • La cabeza, la conexión mental, la amistad. Tu pareja es tu mejor amigo, la primera persona que te viene a la cabeza cuando deseas compartir algo, con la que hablas y nunca se acaba la conversación, la que te genera curiosidad, la que te interpela. En este plano se habla de la relación, del nosotros, de cómo estamos como pareja y se hace limpieza periódica para acumular malos rollos, igual que se hace la colada cada semana o se aclara un desencuentro con un amigo.

 

  • La consciencia o compatibilidad. Compartir los valores y tener una forma similar de ver la vida es algo fundamental para que el proyecto de pareja tenga futuro. Una pareja no son dos personas iguales pero sí es fundamental que no sean dos naturalezas incompatibles: esto no lo determina la diferencia de edad ni de clase social, por ejemplo –aunque son aspectos que pueden hacer más difícil una relación–.

Joan Garriga añade un quinto elemento que considero de máster de amar: el deseo espontáneo de que la otra persona sea feliz, incluso si no es contigo. ¿A que es de nota? Y de buena persona también.

¿Qué pensáis? ¿Cómo elegís vosotras a vuestras parejas?