¡Hola gente!

¿Vosotros escribís la carta a los Reyes Magos? ¿O confiáis en que acertarán con vuestros gustos en regalos?

¿Consideráis la carta una ayuda, o un insulto? ¿Sois buenos haciendo regalos?

En mi casa, ya hace varios años que decidimos que la carta es un must. Decidimos hacerlo por salud mental, y porque no había manera de acertar con los regalos por más que lo pensáramos.

De siempre, me han encantado los regalos prácticos. Cosas que yo me compraría y que tienen un uso. Por lo que si necesito unas zapatillas nuevas y me caen por mi cumpleaños, me parecen un regalo maravilloso.

Por otro lado, no me gustan las cosas. Tener infinidad de muñecos / peluches / tazas / InserteAquiTrastoAcumulaPolvoCualquiera no me gusta, y no les veo la utilidad. Por lo que no me gusta recibir ese tipo de cosas. Aunque sea la varita de Saúco original entregada por la misma muerte al mayor de los hermanos Perevell, soy muggle por lo que no tiene ninguna utilidad para mí.

Sin embargo, si mi marido necesita un abrigo nuevo y se me ocurre regalárselo por Navidad es capaz de ponérmelo de gorro. Porque eso es una necesidad que él tiene, por lo que no se considera regalo.

Todo lo contrario a mí, él considera regalo cualquier cosa que él no compraría y que no se lleve puesta. ¿Qué tiene las zapatillas de andar por casa raídas y llenas de agujeros? Da lo mismo, regálale alguna pijadilla de Batman y será feliz.

Y así, los dos o tres primeros años de relación los regalos fueron un puñetero desastre.

Yo, empeñada en regalarle cosas que tenían una utilidad y eran una necesidad en su vida.

Él, empeñado en hacerme una colección de Funkos y de Legos que no sé ni dónde meter.

Y nadie contento y todos fingiendo estarlo.

Además, su familia le pide ayuda a él para saber que regalarme. Reconozco que soy muy difícil de regalar. No llevo nada de joyería (por no llevar no llevo ni la alianza de boda), no llevo bufandas/guantes, no uso cremas ni perfumes. Y no bebo ni café ni té por lo que no uso tazas para desayunar. Pues más legos para la colección (en serio, mi casa parece el museo de Harry Potter).

¡Todavía me acuerdo del año que le regalé un set de cuchillos japoneses que le encantaban para cocinar, casi me rebana la cabeza con ellos! Por lo visto los cuchillos se usan para cocinar, y cocinar es una necesidad, por lo que no cuenta.

Eso, por no hablar del año que nos compramos la casa y se me ocurrió sugerir gastar el dinero de Navidad en cosas que necesitábamos para la casa. Si le hubiera dicho que la tierra era plana le habría parecido menos loca.

Por eso, hace unos años decidí que lo mejor era escribirles la carta a los Reyes Magos. Bueno, se la escribo a Papá Noel porque hasta Reino Unido no llegan sus majestades. Intento hacerla bastante genérica porque me gusta el factor sorpresa.

Yo ya he entendido que a él tengo que regalarle cosas que yo odiaría recibir. Pero, por si me quedo en blanco en algún momento, tengo su carta el 1 de diciembre preparada.

¡Todos contentos!

¿Y vosotros?¿Escribís la carta a los Reyes Magos?