El otro día fue el cumpleaños de mi pareja y estuve dándole muchas vueltas a qué regalarle porque prácticamente tiene de todo. 

Al final me decidí por comprarle una cámara de fotos, nos gusta viajar y siempre hace fotos con el móvil, así que pensé que le iría bien tener una cámara.

Le compré la cámara y la tenía guardada para dársela, pero sentí que era un regalo muy impersonal, muy como material, sin darle ningún sentido bonito o nuestro al regalo. 

Como es una persona muy sexual y creo que esa es una de las grandes conexiones que tenemos, decidí abrir la caja, ponerme lencería sexy y hacerme una auto sesión de fotos con un trípode. Guarde de nuevo la cámara y la dejé que no parecía en absoluto que se hubiera usado. 

Llegó el día del cumpleaños y le di el regalo, lo abrió y le gustó, pero no lo vi súper entusiasmado, era algo «práctico» pero sin más e imagino que también pensó que no era muy propio de mí no escribirle ninguna cartita ni tener ningún detalle más personal. 

Le dije que la encendiera para probarla y que hiciera alguna foto para ver si la calidad de las fotos le gustaba. Hizo una foto sin más y fue a la galería para ver cómo había quedado y le di rápido al botón de retroceso y salió una foto de mis tetas.

Se quedó parado con los ojos muy abiertos, me miró con una sonrisa y siguió pasando hacia atrás para ver más fotos. Con cada foto que pasaba, se le iluminaba más la mirada, tenía razón al pensar que ese tipo de sorpresa por nuestra conexión sexual, le iba a encantar. 

Cuando acabó de ver las fotos, me acercó a él poniéndome encima suyo y mientras iba pasando nuevamente las fotos las iba comentando y sonriendo más aún si cabía.

– Joder, me encanta lo provocativa que eres, eres puro fuego y sabes cómo hacerme feliz, de verdad.

– Ya te conozco hace mucho tiempo, sé cómo eres y sabía que te encantaría, casi más que la cámara en sí, aunque quizás no te haya gustado tanto como esperaba. – Dije bromeando.

– ¿Cómo que no me ha gustado? ¡Claro que sí! ¿A quién no le va a gustar que su pareja se haga un book solo para él con fotos guarras? Mira cómo me tienes. – Dijo poniendo mi mano encima de su pantalón. – ¿Esto te demuestra que me han gustado?

Mmmm… No sé, habría que analizarlo más a fondo, puede que eso que noto sea tu móvil en el bolsillo. – Dije riéndome. 

– Vas a tener que comprobarlo por ti misma me parece, yo tengo las manos ocupadas. – Dijo mientras me apretaba las nalgas. 

Metí la mano en su pantalón y la tenía súper dura, le había encantado el regalo sin duda. Me agaché y le di besos en la polla, me encantaba hacerle sufrir un poquito antes de darle placer. 

Fue a cogerme de la cabeza para que me la metiera en la boca y yo se la quité y me subí a horcajadas encima suyo.

– Primero dame placer y después te doy un buen final feliz de cumpleaños. – Dije con una mirada pícara mientras me la metía. – Notarte dentro es puro vicio. – Le suspiré al oído. 

Fui subiendo y bajando sobre su erección, cada vez más rápido y él me ayudaba a que fuera más profunda la penetración cogiéndome de las nalgas. 

Del roce del clítoris con su pubis y su polla dándome justo en el punto exacto, empecé a notar un cosquilleo “in crescendo” hasta llegar al clímax mientras gemía y le arañaba la espalda. 

Justo noté su respiración agitada y que empezaba a jadear, así que paré en seco, me agaché y me metí su erección en la boca, la saboreé con ganas hasta que se corrió llenándome la boca de su sabor. Lo que más me pone de él, son sus caras de placer y ésta fue una de las mejores. Me relamí los labios y le volví a felicitar el cumpleaños, estoy segura de que le encantó la sorpresa. 

 

Oaipa