Esto es una realidad, existen amigas que tienen dependencia emocional.

Y yo lo he vivido en mi propia piel.

Es muy triste ver cómo una amiga pasa de ser casi tu alma gemela a ser una persona tóxica que evitas ver a toda costa. Pero es así, estas cosas suceden y deberíamos empezar a normalizar lo siguiente: No somos unas cabronas por dejar en nuestro camino a personas tóxicas que nos restan salud mental.

Para que no nos liemos, la dependencia emocional también se conoce como apego patológico. Y aunque la dependencia emocional más conocida es la amorosa

También existe dependencia emocional o co-dependencia en muchas otras formas y hoy vengo a comentar mi caso particular.

Hace ya mucho tiempo que he observado patrones de conducta poco saludables en una de mis amigas más cercanas. Al principio no daba importancia a esos comportamientos. Pero cuanto más tiempo la tengo en mi vida, más me doy cuenta de que esas señales me están alertando de algo que no es bueno para mi salud mental.

Ella siempre se ha definido como una persona muy social y muy extrovertida para justificar su necesidad de estar continuamente en contacto con otras personas. Pero en realidad y a los hechos me remito: sólo tiene dos amistades cercanas.

La primera red flag fue al de pocas semanas de conocerla.

Un día ella me propuso ir al monte y yo le dije que prefería quedarme en casa tomando el sol tranquilamente en mi jardín. Ella me insistió mucho pero yo me mantuve firme y le rechacé el plan. A mí me apetecía estar tranquila y sola en casa.
Al de media hora me llamó por teléfono y me dijo que estaba en la puerta de mi casa y que saliera «He venido hasta aquí ya preparada, no me dejarás tirada». He vivido varias situaciones similares: aparecía en mi casa y le tenía que dar explicaciones de dónde estaba y con quien. No sé, todo muy tóxico y poco natural.

El caso, aunque ciertos detalles dejen de darse, las personas dependientes o co-dependientes acaban trasladando esos síntomas a otras áreas.

Últimamente mi amiga anda con la cantinela de que la relación que tengo con mi pareja no es sana porque ya no paso tanto tiempo con ella.

¡Y ojo! Llevo 4 años viéndola más a menudo que a cualquier otra amistad, cuando tengo mucha más confianza con otras personas de mi entorno. Ninguna de mis otras amigas o amigos se quejan porque no les veo todas las semanas.

El tema es que ella requiere muchísima más atención y pues bueno, yo cedo y me focalizado más en ella.

Es una persona que requiere atención diaria y cuando yo intento hacerla ver que una amistad tan asfixiante no es sana para mí, su reacción es picarse como una puta niña de 15 años. Todo un show de persona.

Gracias a su comportamiento poco saludable empecé a interesarme por la dependencia emocional y la co-dependencia.

Hasta que llegué a un artículo en el que detallaba claramente el comportamiento de mi amiga. Leí el artículo y lo vi claramente: Mi amiga tiene una dependencia emocional que alucinas.

• Actúa como una “salvadora”, anteponiendo siempre mis supuestas necesidades a las suyas.
• Se siente responsable de ayudarme y a menudo evalúa y juzga la manera en la que hago las cosas.
• Alimenta un desarrollo de dependencia hacia ella.
• Se preocupa excesivamente por mi aún cuando mi vida es tranquila y feliz.
• Se pone celosa si quedo con otros amigos y no le aviso.
• Se siente mal si pasamos muchos días sin veros y luego me lo echa en cara.
• He acabado renunciando a otros amigos y amigas por estar con ella.

Cuando leí el artículo parecía que alguien lo había escrito con amiga en mente.

Es que chica, yo no puedo irme de viaje de trabajo sin que a la vuelta esté enfadada porque he pasado todos esos días sin llamarla. Y parece mentira que mi amiga tenga dependencia emocional, pero es más común de lo que parece. Esto sucede y no pensar en ello o dejarte llevar no sirve de nada.

Yo he empezado a poner mis límites respecto a mi intimidad personal y la intimidad de mi relación. He abierto mi circulo social, quedo con más gente y disfruto de otras compañías. Además estoy invirtiendo más tiempo en mi misma y disfrutando de lo que realmente me hace feliz.

Me ha costado tiempo pero he decidido no mirar atrás y tratarla como a una amiga más. Sé que tratarla como a una amistad más le va a suponer un problema y seguramente ella demande de nuevo, en varias ocasiones, ese apego constante. Es imprescindible mantener mi posición y ser siempre consciente de que yo estoy haciendo las cosas bien y que es ella la que tiene un problema.

Es duro establecer esos límites y esa distancia con una persona con apego patológico, porque soy consciente de que lo siente como una traición o como un abandono.

Pero chica, a estas alturas de la vida no voy a sacrificar mi bienestar mental por personas que necesitan terapia.

Mi prioridad soy yo y si a alguien no le gusta que se joda y baile.

 

Anónimo

 

Envía tus movidas a [email protected]