Los desórdenes alimenticios son alteraciones caracterizadas por un comportamiento patológico en torno a la ingesta de comida, y entre los más conocidos están la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracones.

Algunas de las consecuencias de estos trastornos son los problemas de autoestima, la ansiedad, la desnutrición, los desajustes hormonales o la muerte. Queda clara su gravedad, pero con mucho esfuerzo, paciencia y tiempo, se pueden superar. El problema es que quienes los padecen a menudo tienen muy poca conciencia de la enfermedad y no suelen ni identificar el problema, ni pedir ayuda, ni aceptarla cuando se les ofrece. Cuando esto ocurre el papel de los amigos y, sobre todo, de la familia, es central para que haya una mejoría.

La imagen corporal y los desórdenes alimenticios

El origen de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) es multifactorial, es decir, hay una interacción de causas psicológicas, biológicas, sociales y culturales. Para verlo más claro imagínate a una persona con una personalidad muy perfeccionista y que da mucha importancia al aspecto físico, con predisposición genética, y que vive en un entorno familiar muy controlador y en una sociedad donde se rinde un excesivo culto a la delgadez.

Con esto quiero recalcar lo difícil que es saber lo que pasa por la cabeza de las personas con un TCA, ya que cada caso es completamente único, pero si algo tienen en común es la enorme insatisfacción que sienten hacia su cuerpo, lo que les lleva a pensar que la única forma de mejorar su autoconcepto es adelgazando.

Si nos paramos a analizar datos, casi 70 millones de personas sufren un desorden alimenticio en el mundo, y la inmensa mayoría son mujeres de entre 12 y 24 años. ¿Qué podemos hacer para frenar esto?

Detectar los TCA lo más pronto posible y ponerse en manos de un profesional de la salud mental y de un médico es la única forma de combatir estos desórdenes, pero es más eficaz prevenir su aparición. ¿Cómo puedes ayudar a esa persona?

No debes…

  • Obligarla a comer si tiene anorexia o a dejar de comer si tiene bulimia o trastorno por atracones. Aunque lo hagas con buena intención y por su salud, una persona con un TCA se puede sentir incómoda y ansiosa ante esa presión, creyendo que le tratas como un niño, e interpretando tu preocupación como control. Fomentarás la conducta que quieres evitar.
  • Esconder la comida si tiene bulimia o trastorno por atracones. Durante el proceso terapéutico, deberá aprender a controlar su ansiedad sin recurrir a la comida. Si se da cuenta de que la escondes, puede pensar que no le ves capaz de superar el problema. Además, guardar la comida es pan para hoy y hambre para mañana, ya que tarde o temprano tendrá que afrontar la situación de tener alimentos en la cocina sin recurrir a ellos.
  • Sobreprotegerla. Es muy importante que aprenda a ser independiente y responsable, por mucho que te cueste no estar encima suyo.
  • Dar tanta importancia al físico. Si ves que una persona con anorexia está engordando o que una persona con trastorno por atracones o con bulimia empieza a adelgazar a medida que se recupera, elogia el esfuerzo personal y psicológico que le ha supuesto ese avance en vez de su físico.
  • Pensar que una persona con anorexia siempre está delgada. Se suele asociar este trastorno con el infrapeso, pero no hace falta llegar a ese extremo para padecer anorexia nerviosa. Esto mismo es aplicable al resto de TCA.
  • Tratar el tema como algo tabú. Si la otra persona está preparada, no evites hablar del trastorno. Pídele que te cuente cómo se siente e infórmate acerca de los TCA para poder aportar tu granito de arena a la recuperación.

Debes…

  • Predicar con el ejemplo. Demuéstrale que el físico no define nuestra autoestima. No hay dos cuerpos iguales y en la diversidad está la belleza.
  • Buscar ayuda psicológica. Si identificas en una persona cercana pensamientos y creencias erróneas respecto a su cuerpo o conductas que pueden indicar un TCA, pide ayuda. Aun así, no le fuerces ni obligues a pedir ayuda hasta que no esté preparada, ya que es contraproducente. Deja que siga su ritmo y déjate asesorar por un profesional.
  • Fomentar hábitos saludables. Tan importante como una alimentación equilibrada y completa es una buena salud mental. Vemos campañas a diario sobre hábitos sanos, pero nadie habla de la parte psicológica.
  • Mantener una buena comunicación. Haz que la persona se sienta segura y cómoda, y que sea capaz de pedirte ayuda cuando se encuentre en un momento difícil. Muchas veces se sentirá avergonzada y aislada, pero tu comprensión será un apoyo enorme.
  • Informarte sobre los TCA. Lee todo lo que puedas para entender el problema, ya que el conocimiento es la única forma de poner fin a tus propios estigmas.

Si te has sentido identificado con lo que has leído y crees que tú o alguien de tu entorno puede sufrir un desorden alimenticio, pide ayuda profesional.

@ManriMandarina