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¿Os parece normal? Mi novio y yo vivimos juntos,

¿Os parece normal?
Mi novio y yo vivimos juntos, él el coche no suele coger entre semana ya que curra en el centro y va en metro, yo en cambio trabajo en un polígono en las afueras y necesito un coche.
Llevo una semana esperando que me traigan una pieza, la verdad que el coche es algo viejo y está costando encontrarla, le dije que si mientras duraba esta situación podía coger el suyo para ir a trabajar y me dijo que mejor que no, que se lo pidiera a mi padre y eso he tenido que hacer.

Me ha puesto de excusa que lo mismo lo necesita si tiene que hacer alguna salida para firmar un contrato, cosa que pasa un par de veces al mes, le dije que si eso pasaba pues ese día cogía el de mi padre, pero que va no ha entrado en razón.
Yo a veces pienso que en la relación yo soy la que da más de los dos, a mí jamás se me hubiese ocurrido decirle que le pida el coche a su padre en vez de dejarle el mío que lo tengo en el garaje casi toda la semana.

Actualmente, mi padre, de 57 años, está en paro,

Actualmente, mi padre, de 57 años, está en paro, realizando un curso de placas fotovoltaicas. Mi madre recibe una pensión por discapacidad que no llega a 500 euros y yo vivo en su casa. Yo trabajo y les aporto 150 euros al mes, más las compras que hagan falta (aunque casi nunca me piden nada).

Ellos todavía están pagando la hipoteca de la casa y el próximo mes se le termina este subsidio por desempleo y no tendría otra fuente de ingresos. Por otra parte, yo estaba organizando un viajazo con unos amigos y, la propia aerolínea nos canceló los carísimos billetes de avión. Ahora estamos colgados, sin billetes ni dinero, porque tengo la pasta retenida en el banco, aunque la devolución está aceptada.

Esto no me preocupa, me lo van a dar, pero no sé cuándo. El caso es que no puedo ni usar mi tarjeta bancaria para sacar dinero y mi padre se ha puesto este mes de exigente con que no le he hecho el pago de los 150 euros y, obviamente, esto acabó en una pelea. Yo entiendo su preocupación y su frustración, o lo que sea que le pase, pero tampoco es plan que se ponga así. Total que, al final, acabó él la discusión con un rotundo “hasta que yo no encuentre trabajo, tu sueldo íntegro me lo voy a quedar yo. Y punto”.
Con respecto a esto, tengo sentimientos encontrados, dado que por una parte me parece injusto, pues a mi hermano nunca le han exigido nada mientras vivió allí y ahorró lo suficiente para poder emanciparse, lo que yo no estoy pudiendo hacer y, a la vez, entiendo que hay que arrimar el hombro cuando la familia lo necesita, pero me toca la moral.

Ahora la cosa está bastante tensa en casa, ¿debo darle el dinero, porque es lo que hay que hacer, sin rechistar, o estoy en mi derecho a negarme a darle el sueldo íntegro? Me gustaría un poco de luz.

Llevaba tres años casada y cuatro de relación cu

Llevaba tres años casada y cuatro de relación cuando mi marido me hizo la de “irse a por tabaco” pero con su madre.

Mi relación era normal, con sus más y sus menos. No era perfecta, teníamos nuestros problemas de base, que, por supuesto veo ahora y no en ese entonces, y teníamos un proyecto en común, o eso creía yo.

El susodicho es gallego, muy gallego, galleguísimo, y le dolió en el alma mudarse lejos de su comunidad autónoma para que viviéramos juntos. Pero en ese momento él no tenía trabajo y yo tenía una plaza fija de oposición en Madrid, así que se vino para aquí y empezamos nuestra vida en pareja.

Él encontró trabajo en una fábrica y nos alquilamos un pisito pequeño pero perfecto para los dos, le costó bastante hacer amigos, porque era bastante huraño y cascarrabias. Aun así, era un encanto de persona y cuando le conocías, te dabas cuenta. Así que se hizo su grupito con un par de amigos más y todo iba bien.

Pues en esas estaba, cuando un buen día se cayó mi suegra. Ella era joven, tampoco una chiquilla, pero para nada una anciana. Se partió la cadera por varios sitios y se quedó postrada en la cama. Mi suegro era un señor de campo y no podía atenderla, así que cuando dijeron que iban a contratar a una chica para cuidarla, mi marido dijo que eso no iba a pasar, que él se encargaría de su madre hasta que se recuperase.

A su madre le habían dicho que la recuperación duraría de dos meses a un año, pero que el periodo crítico eran esos primeros dos meses y luego ya empezaría a hacer vida normal, así que se pidió una excedencia de dos meses en el trabajo y se preparó para irse.

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Desde los 16 he estado tomando la píldora por ten

Desde los 16 he estado tomando la píldora por tener unos dolores muy fuertes durante la regla. En más de una ocasión acabé en el médico retorciéndome de dolor y solo me dieron analgésicos. Me decían que era normal, que algunas reglas son dolorosas, que debía tomar paracetamol o ibuprofeno (a veces las dos) y que así sería más llevadero, pero que no tenía nada.

Cuando me iba a venir la regla, vomitaba, me quedaba blanca, tenía un dolor muy intenso y algunas veces llegué a desmayarme. El resultado siempre era el mismo, no tenía quistes, no tenía embarazo ni nada raro, así que analgésico y antiinflamatorio y para casa.

En algún momento se volvió constante. Ya no me dolía solo con la regla, me dolía todos los días y los de regla, muchísimo más. El dolor empezó a ser incapacitante y llena de rabia y desesperada, me planté en urgencias llorando y diciendo que no podía más. Que por favor me encontrasen lo que tenía por qué así no tenía ganas de vivir.
Después de un sinfín de pruebas, llegó una doctora con muy mala cara y por fin me dio un nombre a lo que tenía: endometriosis.

Me sugirió tratamiento y a medio plazo, una cirugía para retirar restos de tejido de fuera del útero y así acabar de raíz con el dolor. Yo no me lo podía creer, después de tantísimos años sufriendo, en los que me hicieron sentir una floja y que era una exagerada, habían localizado mi enfermedad e iba a poder curarme. Ese día lloré muchísimo, acepté todo y empecé con la medicación. Mi familia y yo teníamos mucha esperanza puesta en la operación, que no se hizo esperar mucho y, aparentemente, salió bien. Pero pasados un par de meses, el dolor volvió a aparecer.

La doctora nos dijo entonces que creía que la enfermedad había avanzado demasiado, que habían esperado mucho para la cirugía y que ahora era imposible retirar todo el tejido sin dañar el útero. Nos dijo que podía haber otra intervención, pero que creía que volverían a tener el mismo problema, y que, aunque sabía que era muy joven (tenía 20 años), su recomendación era una histerectomía, vaciarme entera.

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Buenas!! os vengo a contar lo que ha hecho el gili

Buenas!! os vengo a contar lo que ha hecho el gilipollas de mi ex, de verdad que hace años que lo debí dejar.
Llevábamos tiempo bastante mal, con discusiones ya feas por último así que le dije que no quería seguir con él, que se fuera de casa. El piso es de mio.
Le sentó fatal y me ha costado casi un mes que se largara, después de muchas discusiones, e incluso insultos que aguanté ese último mes. Sé que os va a sonar chorra pero tuve que llamar a su madre y contarselo porque no se iba, le dije que, o se lo llevaba, o le denunciaba por esos insultos que oyó todo el bloque.
A la semana de irse me llama su madre y me dice que aún tiene cosas en el piso, que es verdad, y que iban a aprovechar que tenía la llave para venir mientras yo estaba en el trabajo y así no tenía que verlo, que de verdad para mí era un alivio, y que me dejaría la llave dentro.

Mi hermana iba a venir en ese horario para ver lo que se llevaba, pero a última hora se puso mi sobrino enfermo y no pudo, así que ha venido sin supervisión ¿Y qué créis que ha hecho? me ha dejado sin nada de comida, nada, hasta las especias se ha llevado.
Ha arrasado con lo del baño, gel, champú, desodorantes… hasta el maquillaje que tenía en las estanterías.
EStoy que trino, porque entre todo es un dineral y encima a fin de mes, que hasta el 5 no cobro.
Le he llamado y no me lo coge y su madre me dice que no sabe nada de eso.
Total que me va a tener que hacer una compra mi hermana y a ver cuando puedo reponer los perfumes y esas cosas.
No entiendo como una persona que se supone que te quiere o que te ha querido puede llegar a tratarte así, encima de que ha estado aquí sin pagar ni alquiler ni nada.

Hola chicas, quería desahogarme un poco porque es

Hola chicas, quería desahogarme un poco porque esta situación me está superando.
Mi novio está divorciado y tiene dos hijas una de 5 años y otra de 7. Al principio las tenía un fin de semana sí y otro no, lo que hacíamos cuando le tocaba con las niñas es tener menos planes juntos y estaba él más con ellas, pero hace unos seis meses que vivimos juntos y desde entonces las trae todos los fines de semana.

La madre nunca puede por trabajo, porque se va de vacaciones… y es que él siempre le dice que sí, pero esta no era la relación que nosotros teníamos, a mí las niñas no me molestan pero no son mis hijas, quiero tiempo con él a solas, hacer cosas de pareja sin ellas, ir a cenar y todo lo que haciamos antes.
Lo he hablado con él y me dice que va intentar poner remedio, pero ya hace más de un mes y no veo el remedio por ningún sitio, es más estos días de fiesta han estado aquí con nosotros.
No sé cómo hacerle ver que no puedo con una vida así

Hacía un tiempo que pasaban cosas extrañas en mi

Hacía un tiempo que pasaban cosas extrañas en mi casa. La despensa solía estar siempre llena de alimentos no perecederos y la nevera relativamente llena de productos frescos. Pero, a pesar de que mi hija este año comía en el comedor del colegio, de pronto tenía que ir a comprar con mucha más frecuencia.

Después de varias semanas en que empecé a marcar algunas cosas, creyendo que me estaba volviendo loca, comprobé que, efectivamente, alguien se estaba llevando paquetes de pasta, latas de conserva, paquetes de galletas, etc. Hablé con mi marido y, por su cara, diría que creyó que le hablaba de broma. Pero entonces vino conmigo y, comprobando que él mismo había comprado magdalenas el día anterior, solamente quedaba la bolsa que había abierto esa mañana.
Solamente quedaba una opción: nuestra hija. Pero, con 11 años, ¿para qué quería ella llevarse bolsas y bolsas de super cada día, si nunca le prohibimos coger nada de la despensa cuando quisiera?

Le preguntamos si sabía por qué estaba desapareciendo comida de casa y ella, muy nerviosa, dijo que no sabía de qué hablábamos. No nos quedaba otro remedio que pillarla en el acto para que confesase. La vimos tan nerviosa que no quisimos forzar.

Esa mañana, como todas, ella se preparaba para salir hacia la parada del bus mientras yo encendía mi ordenador y su padre cogía las llaves del coche. Pero entonces vi que sacaba de la mochila una bolsa de esas reutilizables y se dirigía a la despensa. Cuando su padre y yo entramos estaba metiendo un litro de leche y un paquete de cacao en polvo. Al vernos se asustó tanto que le calló al suelo el frasco de garbanzos que estaba apunto de agarrar. Nosotros, viendo el pánico en su mirada, nos agachamos a recoger el desastre y la llevamos al salón.

Allí, más tranquilos, pudimos explicarle que no le íbamos a reñir, pero que debía contarnos por qué estaba llevando todo eso al colegio cada día. Por su expresión temía que estuviera siendo extorsionada o amenazada por algún niño o niña del colegio y que por eso se comportaba así, pero ella, lejos de sentir miedo, nos dejó clara la profunda pena con la que lidiaba cada día.

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Hace dos meses falleció mi suegra, ya estaba mayo

Hace dos meses falleció mi suegra, ya estaba mayor y además llevaba años enferma.
La herencia aún no la han repartido, o sea no han ido al notario a abrir testamento ni nada de eso, ya que había que esperar una serie de papeles, perdonad que me expliqué tan mal pero es que no sé muy bien como va este tema.
El problema es que el domingo nos juntamos toda la familia, mi marido y sus tres hermanas, mientras comíamos mi marido se dio cuenta que llevaban puestas cosas de su madre, una llevaba unos pendientes, q se lo regalamos unos reyes, y otra una pulsera que esa si q no era de nuestra parte. Mi marido les preguntó que porque las llevaban puestas y su respuesta fue, que se habían repartido las joyas entre ellas, ya que el es un hombre y no se las va a poner, y como además no tiene hijas que para qué las quiere.

Él le dijo que eso entraba en la herencia, pero que si se lo hubiesen dicho que no pasaba nada, pero que él quería la cadena con la cruz que su madre siempre llevaba para tenerla de recuerdo, pues empezaron a discutir, que era una cadena de mujer no de hombre, que si al final iba a acabar yo con ella, que quede claro que no la quiero para nada, y que ya estaba hecha la repartición.
Mi marido está muy cabreado y ahora dice que no solo quiere la cadena, quiere que tasen el valor de todo lo que había y que se reparta equitativamente.
Lo va a proponer cuando vaya al notario, pero yo no sé si con eso basta.
¿Hay alguien que sepa de estos temas? ¿Cómo demostramos que eran de la madre y no de ellas?
Yo intento calmarlo pero por otra parte creo que lo han hecho a mala fe y que él ahora tiene razón.

Hola chicas me encanta leeros y hoy vengo yo a con

Hola chicas me encanta leeros y hoy vengo yo a contaros mis tonterías.
Mi amiga de la infancia se ha convertido en una actriz famosa a nivel nacional y se va a casar con otro actor no tan famoso. Con toda la ilusión del mundo, me han invitado a su boda, me paga el billete de avión y la noche de hotel, porque soy la única buena amiga que le queda del barrio.

Quedan 6 meses para el gran día y yo estoy en pánico desde que me enteré. Va a haber gente famosa, yo voy sin acompañante, porque no tengo pareja y mis amigos se sienten incómodos por ir a una boda sin conocer a nadie, cosa que es lógica. Sólo conozco a su familia cercana y ni de coña me van a poner en esa mesa. No sé ni qué diablos ponerme, y se que el cubierto es un dineral.. Una pequeña parte de mí está ilusionada por ir y, la otra, con un miedo terrible. Estoy pensando en no asistir, y así se termina todo el asunto pero, por otro lado, a las dos nos hace mucha ilusión compartir ese día y, por supuesto, no quiero ir con las manos vacías. Estoy pensando en un regalo sentimental, que el dinero no pueda comprar, pero no se me ocurre nada, sólo tengo fotos cutres de la época, de nuestra infancia y de adolescentes con los looks horribles noventeros. Me voy a morir de la vergüenza, no estoy a la altura de esos eventos. Vosotras qué haríais.

Me probé varios vestidos que ni fu ni fa, y cuand

Me probé varios vestidos que ni fu ni fa, y cuando estaba ya preparada para irnos, mi madre me pidió que me probase uno que le había gustado a ella. Por supuesto, de encaje de arriba a abajo, de palabra de honor y abotonado. Según me lo vi puesto me eché a reír. Todo lo que odiaba estaba materializado en mi cuerpo pretendiendo ser un vestido que me iba a hacer feliz. Abrí la cortina del probador para enseñarles a mi madre y a mi tía lo horroroso que era, pero no me dio tiempo. Según lo vieron, se echaron las dos a llorar emocionadas diciendo lo preciosa que estaba, y que ese era EL VESTIDO.
Me puse seria y les dije que ni de broma. Que ni aunque me pagaran llevaba ese vestido.

Se acercó a la dependienta y le dijo “nos lo llevamos”. Le repliqué varias veces que no, que ni de coña era mi vestido. Pero no hubo manera. La dependienta me preguntó si estaba convencida y le dije que no, que no lo quería, pero mi madre la calló diciendo “es que esta hija siempre igual, no sabe lo que quiere. Nos lo llevamos”.

Y con las mismas pagó y nos marchamos.

Cuando llegué a casa me puse a llorar, y creo que estuve como dos horas llorando sin parar.

Un día, estando toda su familia en casa cenando, volvió a salir el tema del vestido. Volví a decir que no me gustaba, y me volvió a callar diciendo “es que esta hija no sabe ni lo que quiere. Siempre cambiando de opinión. El vestido dijo que le gustaba, le queda bien, se lo va a poner y punto. Luego me lo agradecerá”.
Ahí ya estallé y me puse a llorar. Le dije que con ese vestido no me casaba. Antes me casaba en pijama o cancelaba todo.

Y se desató la guerra.
Hasta que mi tío salió en mi defensa por encima de todos.

“¿Vamos a ver, realmente dijo que le gustaba y ha cambiado de opinión, o has hecho lo que te ha dado la puta gana sin escuchar a nadie, como siempre?”.
Parece que con semejante bramido la mujer pareció entender. Esa noche vino a mi habitación y me dijo que al día siguiente iríamos a cambiarlo.

Y así fue. Al día siguiente fuimos a la tienda, y pedimos cambiar el vestido.

El indicado lo compré meses más tarde en otra tienda. Tampoco era lo que me había imaginado desde niña, pero parece que fue diseñado 100% para mí.

Mi marido desde hace unos 3 meses supuestamente ib

Mi marido desde hace unos 3 meses supuestamente iba a jugar fútbol con un amigo suyo de la infancia una vez por semana hasta los días que más agobio tenía en casa me dejaba a mi con todo y se iba según el a desconectar un rato.

Hoy me dejó sola con la compra y con los dos niños y cual fue mi sorpresa que me encontré a su amigo y a su mujer en el Mercadona. Lo vi a lo lejos, se me heló la sangre no estaba segura si era el pero si, me saludo y me preguntó por mi marido (se supone que estaba con el jugando al fútbol) me estaban temblando las piernas no dije nada solo que estamos todos bien.
Me hice la dormida y no hablé con mi marido cuando llegó, que hago le digo que me encontré a su amigo o no digo nada y trato de averiguar por mi misma?

Ella llevaba dos horribles sesiones de quimio desp

Ella llevaba dos horribles sesiones de quimio después de haberse hecho una doble mastectomía. Llevaba poco tiempo asimilando lo que le había pasado y empezaba a saber que debía tomar decisiones pronto sobre su aspecto, sobre su comodidad y sobre su vida. Él acompañaba a su padre cada poco tiempo a sus sesiones, le sujetaba la mano cuando se notaba débil y le contaba batallas interesantes sobre sus nietos para distraerlo.

Ese día hablaron por casualidad. A ella le calló algo que llevaba en la mano y no podía agacharse a recogerlo, él se apresuró a ayudarla. Se sonrieron de forma cordial. Ella dijo un tímido “gracias” y él le dijo que “para eso estamos”. Ella se percató entonces de su existencia y, aburrida de pasar ese tiempo tan duro sumida en sus desgracias, que no eran pocas, decidió escuchar aquellas anécdotas graciosas que el acompañante de su compi de quimio le estaba contando. Él, al ver que ella escuchaba, le preguntó “¿tienes hijos?” ella, cabizbaja, contestó que no. Entonces él le dijo que mejor para ella, que daban muchos quebraderos de cabeza. Y, sin hacer apenas pausas para respirar, empezó a relatarle todas las últimas salidas de tono de sus hijos y lo preocupado que vivía desde que habían llegado a la adolescencia.
En la siguiente sesión ya se sentaron en sillones más próximos para charlar. Él le preguntó cómo era que venía sola, si se sentía tan mal. Ella, como si ya fuesen amigos, le contó que su pareja la había dejado al salir de la primera sesión. No había podido con la presión. Aún con todo lo canalla que él había sido, ella lo seguía justificando. Le costaba un poco más ahora, pero como su nuevo objetivo principal era sobrevivir, no se preocupaba mucho por su futuro amoroso. Él se había llevado todo de su casa en menos tiempo de lo que tardó ella en entender lo que había querido decir. Ella ahora había decidido raparse la cabeza antes de que su pelo fuese desapareciendo poco a poco y no quería saber nada de pelucas. Estaba pasando un punto vital revolucionario y no quería esconder las consecuencias de aquel proceso tan duro.

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